Anabelle Aguilar Brealey
Niño empolvado por explosión de guerra
Editorial de la Universidad de Costa Rica 2019
Steinway & Sons
Es triste
mi piano viejo
con la telilla verde
que entibia sus teclas
sus teclas blancas
salpicadas de negras
como todos los pianos
un metrónomo
que marcó mi tiempo
por eso no hay retrasos
doña Rosa suspira
mis equivocaciones
eso en los peores versos
¿tocará todavía
los bemoles vencidos
en el agua del río
de las inconveniencias?
¿lo desmembrarían?
niño empolvado
por explosión
de guerra
Lucérnula
En el reencuentro
el olor de los cuerpos
es distinto
no hay tiempo para luces
la oscuridad alumbra
un insecto reposa
con indiferencia alquímica
en la pared blanquísima
vitrales florecidos
menos dos
que fracturaron sus colores
un olor
que es el mío
un silencio
que me lleva
a la puerta
un sonido
en la escalera
ausente
hay una entrega
en el contacto
de las manos
Guarecido
En una tormenta
el paraguas
no es grande
el hueco no rinde
los enseres se acomodan
el cuello
es un perchero
tu risa
no es de idiota
fuiste un ser
de gracia
sabes patear
el mundo
sobre el agua de lluvia
siempre con elegancia
te asomas
gotea el agua
en
tu palacio e zahorí
Recrudece
Se cansa el cielo
de tanta nube
solo se habla
del tiempo
y se miran
los vegetales
ocultos
hay puntos
para estar
en el pasado compuesto
con las preposiciones inglesas
para inteligentes
dicen
cada rama
aguanta su nieve
las ventanas
son cuadros brillantes
estrechos
verticales
Inconcluso
Pensé que cinco
eran suficientes
para satisfacer
a las hienas
pero sigue brotando
la purpurina
es de día
y el gas sarín
sube a la atmósfera
caminan con pesadas
botas
pisano
sus propios
humores
los árboles inmóviles
de miedo
los pájaros
sin canto
y sonríe
el herido de muerte
como un santo en éxtasis
inocente
certero
del instante
Turbante rojo
La niña lleva el pan
en una cesta
recorre la calle
sonríe a los clientes
sus dientes blancos
de coco tierno
su vestido de algodón
floreado
baila con sus cesta
canta con su cesta
sueña
con el Rey León
y una lámpara pequeña
y redonda
para recolectar las monedas
aunque no tenga luz
la bomba estalla
precisa
con el brillo estruendoso
en cada partícula
mortal
Anabelle Aguilar Brealey
Nació en San José, Costa Rica. Estudió profesorado en Biología en la Universidad de Costa Rica. Residió en Venezuela por más de cuarenta años. Actualmente vive en Canadá.
Se desempeñó como Diplomática en la Embajada de Costa Rica en Venezuela. Fue miembro de la Junta Directiva del Círculo de Escritores de Venezuela.
Ha publicado libros de poesía, narrativa y ensayo en Costa Rica, Venezuela y España. Ha sido traducida al inglés y al francés. Poemas y narraciones suyas han sido incluidas en antologías y revistas. Ha participado en lecturas de su poesía en Venezuela, Costa Rica, México y Smith College, Massachusetts. Ha sido ponente y ha leído sus poemas en festivales internacionales de escritores y artistas en la Residencia Internacional de Escritores en Val David, Quebec, Canadá.
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