Editorial: ¿Y qué se hizo el Estado solidario?

¿Qué se hizo el Estado Solidario? ¿Cómo retomar el  curso, en una sociedad democrática que hoy cierra sus puertas a la movilización social y a la generación de oportunidades? …Cómo retornar al camino del progreso y el desarrollo vía de las posibilidades y oportunidades a las mayorías.  Esa bronca al parecer nos la debemos de comer todos, pero el Gobierno debe dar una luz para señalar el camino, y hacerlo antes que sea demasiado tarde.

Las actuales condiciones de la educación y la salud pública nos evidencian un Estado disminuido en su posibilidad de brindar oportunidades de progreso y calidad a las mayorías, como ocurriera en el pasado; cuando su diseño y espíritu contribuyó a la movilidad social de la población. Hoy su accionar tiende  por el contrario a disipar la esperanza de un futuro con dignidad. La situación fiscal a la que Costa Rica ha llegado y las condiciones del entorno; tanto a nivel local como global, están socavando el futuro promisorio que merecen las nuevas generaciones.

El proceso de privatización de la educación y la salud pública; iniciado décadas atrás lo ha hecho a un costo económico más elevado para la colectividad y por otras variadas razones; que incluyen el declive ético y moral en la formación profesional de educadores y educandos forjados  ayer en las universidades públicas. A éstas acuden hoy paradójicamente miles de estudiantes que provienen de los centros privados de educación; ahora mejor preparados que aquellos que provienen de la educación pública costeada por el Estado.  En esta alucinante contradicción  los jóvenes de escasos recursos y sus familias se endeudan para poder acudir a  entidades superiores de educación de naturaleza privada, por el hecho objetivo de no encontrar espacio en la gratuidad y obligatoriedad pública. Situación comparativa a la de quienes la enfermedad margina, haciéndolos recurrir a los centros privados de salud a buscar una respuesta que en realidad deben dar los servicios públicos.

Tampoco se da  el control necesario, el cual permita la calidad requerida en los servicios brindados por el Estado y que han sido delegados a espacios privados. Los responsables de asegurar ese control en el Ministerio de Educación Pública y en Salud, así como en la Caja Costarricense del Seguro Social, se muestran en la práctica incompetentes de hacerlo. Sucede lo mismo en otros ámbitos de servicio, tal es el caso de la seguridad ciudadana y la seguridad alimentaria.

Un interesante sistema de vivienda de carácter solidario que empieza en el segundo quinquenio de los ochentas, a partir de la década de los noventa sin embargo, se encamina a desvirtuar su propósito y a transformarse en un necio asistencialismo, desarticulado en la institucionalidad y sin planificado rumbo. Una situación similar ha ocurrido con el IMAS y Asignaciones Familiares. Por otra parte el sector financiero a partir de la banca estatal, comienza a convertirse en una finalidad en sí misma, hasta llegar a transformarse en un  voraz aparato burocrático para beneficio de grupos de interés; internos y externos, que con el paso del tiempo hacen naufragar el propósito solidario, mediante el cual fue creado el Estado durante la Segunda República.

¿Qué se hizo el Estado Solidario? ¿Cómo retomar el  curso, en una sociedad democrática que hoy cierra sus puertas a la movilización social y a la generación de oportunidades? …Cómo retornar al camino del progreso y el desarrollo vía de las posibilidades y oportunidades a las mayorías.  Esa bronca al parecer nos la debemos de comer todos, pero el Gobierno debe dar una luz para señalar el camino, y hacerlo antes que sea demasiado tarde.

 

 

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