Elliot Coen: ¿Aprobado Chaves?

La gente está sufriendo en silencio una situación que le es adversa pero que teme expresarla porque no quiere ser marginada por la sociedad. El que libere esa frustración será quien esté mejor posicionado para ganarse al ciudadano.

0

Elliot Coen Riba, Consultor.

¿Aprobado Chaves?

Hace unos días un connotado político que apreció y respeto mucho me hizo dos preguntas:

  1. ¿Por qué Chaves tiene tan alto índice de aceptación? y 2. ¿Por qué nadie le hace oposición?

En realidad estas dos preguntas las escucho con bastante frecuencia. En este artículo las respondo, desde mi oficio como mercadólogo político. En profesión que ponemos en el centro de toda reflexión y acción al ciudadano. No concebimos otra forma de hacer comunicación política si no es desde y para y por el ciudadano.

No es una respuesta fácil porque involucra al humano reducido a un simple ciudadano, como lo somos todos, canallas o no. Ciudadanos somos quienes estamos involucrados en una comunidad en todos sus aspectos: social, cultural, económico y político.

Usaremos la teoría de la “Espiral del Silencio” para responder ambas preguntas. Esta teoría fue desarrollada por la politóloga y periodista alemana Elizabeth Noelle-Newman (1910-2010).

La teoría describe cómo se forma la opinión colectiva y las tomas de decisión en una sociedad, con respecto a temas que tienen una carga moral relevante. El voto, la aprobación de un gobierno, el aborto, la portación de armas son ejemplos de situaciones donde aplica esta teoría. La Espiral del Silencio no se aplica para explicar cómo se forma una opinión sobre una bebida gaseosa por ejemplo. Esta opinión no tiene carga emocional alguna.

La teoría de Noelle-Newman dice que cuando el tema es controvertido o polémico como lo es, de hecho, una aprobación o desaprobación de un gobernante, las personas tienden a guardarse para sí, su verdadera decisión, cuando piensan que están en minoría.

Cuando el ciudadano percibe que su opinión es impopular prefiere no emitir posición o, sumarse a lo que percibe que es la opinión de la mayoría. Esta teoría explicaría los niveles de aprobación del presidente Chaves.

Me explico. La teoría de la Espiral del Silencio define a la opinión pública de una forma distinta a cómo la entendemos tradicionalmente. La opinión pública significa según la RAE significa:  “…sentir de cerca determinados asuntos a través de la interrelación entre los criterios y actividades de una estructura social”.

En sencillo, opinión pública es el sentir de una comunidad sobre un tema en particular. Este es el significado que todos usualmente le damos.

Elizabeth Noelle-Newman le da un significado desde una perspectiva sociopsicológico y nos dice que la opinión pública es el sentir de los individuos sobre un tema pero, el gran pero, conscientes que son vistos o escuchados por todos. Es decir que el individuo opina sabiendo, muchas veces, inconscientemente, que su opinión será vista y escuchada por otros. Por ello, para Noelle-Newman la opinión pública es una forma de control social. En el tanto el individuo no este aislado tenderá a expresarse en público evitando el conflicto para mejor convivir en sociedad. Esto lo vemos en la moda, la religión, la política. De esta forma, en lo público, la misma sociedad se autorregula a sí misma.

Según la teoría de la Espiral del Silencio, las personas, en su gran mayoría, tienen un miedo natural, e inconsciente, al aislamiento social. La gente no se quiere quedar solo. Le aterroriza. No pueden vivir sin los demás. De ahí el éxito de las redes sociales, sin duda. Gracias a ellas hoy nos podemos relacionar en colectividad con personas que sin ellas hubiese sido imposible tener contacto alguno.

Este temor a quedarnos solos, nos lleva, me incluyo, a estar pendientes de los demás, de qué aprueban o desaprueban. Cuando criticamos o nos reímos de otros simplemente estamos buscando validar nuestra opinión con otros. Un simple gesto como arrugar la cara es también un signo de que buscamos una aprobación o desaprobación. Los likes responden también a esta necesidad de conectar con otros, de sentirnos parte de una conversación, de una comunidad.

Las redes sociales nos alejaron aún más del aislamiento que podríamos tener antes del Internet y, el estar en ellas, nos obliga, para protegernos del marginamiento social,  a sumarnos a la llamada “opinión de la mayoría”.  Aquí es donde el chancho tuerce el rabo. Porque, primero, en redes sociales por un lado se puede influir, efectivamente, la percepción de la gente sobre un tema en particular y segundo, porque los mismos algoritmos que emplean las plataformas nos agrupan con personas con gustos y preferencias similares a las de nosotros generando un sesgo cognoscitivo que nos hace creen que todos piensan igual que uno. Punto este vital para poder entender el fenómeno social.

La Espiral del Silencio nos dice que las personas tienden a guardar silencio cuando sus opiniones son contrarias a lo que perciben que piensa la mayoría y, de igual manera, tienden a expresarse con más entusiasmo cuando perciben que sus opiniones son aprobadas por la mayoría.

El triunfo de Chaves en las elecciones pasadas generó una sensación de victoria de una parte importante de la población que no se sentía atraída por “los mismos de siempre”. Este sentimiento, debidamente alimentado por una comunicación efectiva por parte de quienes hoy nos gobiernan, se ha mantenido, haciendo que muchos de los que iban en el barco se hayan pasado por el simple hecho que son “consientes que son observados y escuchados por todos”. Es decir, se suman a lo que perciben que es el sentimiento de la mayoría.

En las redes sociales se escucha, principalmente por quienes no votaron por Chaves, frecuentemente la frase “hay que darle una oportunidad”. Así, se justifican para aprobar al presidente Chaves pero, realmente, lo que buscan es congraciarse con la “mayoría”.

Noelle-Newman aplicó este razonamiento para explicar el apoyo que tuvo Hitler en un momento dado al aglutinar amplias mayorías bajo un mensaje demagógico y populista  aplastante, que llamaba a la gente a sumarse y dejar de permanecer en la oposición o pasividad.

Así respondería a la primera pregunta ¿Por qué Chaves tiene tan alto índice de aceptación? Pues de igual forma como se explican los índices de aprobación que hoy obtiene el presidente Chaves.

La segunda pregunta ¿Por qué nadie le hace oposición? Es más sencillo de responder: miedo. Simplemente.

Los que están llamados, políticamente a hacer oposición, cometen un tremendo error estratégico guardando silencio, se mantienen al margen y no salen a expresar sus opiniones ya que no quieren recibir la desaprobación de una mayoría apabullante al gobierno.

Mientras que el ciudadano guarda silencio por miedo al aislamiento como expliqué párrafos arriba, el político de oposición se mantiene en silencio por miedo a represalias o bien por simple oportunismo. Si, a la represalia más temida de un político que, sin duda, es perder su “capital político” tomando posiciones que parecen ir contra el criterio de la mayoría. En otras palabras, no se la juega ya que la calculadora política no es clara para él.

Todos, políticos o no, tenemos la intuición que ejercemos constantemente. En el quehacer político se intenta racionalizar la intuición con encuestas, grupos de enfoque o encuestas a profundidad que son muy valiosas, sin duda, en la formulación de estrategias pero que, si, sus analistas, carecen de un profundo conocimiento de cómo es el ciudadano actual en la era digital, se seguirán cometiendo errores estratégicos como los que repiten constantemente por parte de algunos políticos y partidos. De esta sobran ejemplos de las últimas elecciones y del diario acontecer.

Los que carecen de esas herramientas de investigación le hacen caso a la intuición que les dice no, es peligroso, no nos metamos en esto, la intuición y el olfato nos dicen permanecer a la expectativa que al actuar. Es el mismo miedo que sentimos cuando vamos a hablar en público por primera vez el que ahora paraliza a los políticos a hacer oposición: miedo, miedo a no ser aprobados, miedo a poner en riesgo el capital político, no actuar contra el sentir que nos indican las encuestas tradicionales. No se debe hacer política desde el miedo. Las grandes transformaciones sociales que hemos vivido a lo largo de la historia de la humanidad no se hicieron desde el miedo. Solo los valientes y decididos conquistan el poder para hacer cambios y mejorar la sociedad. Y por supuesto que los hay del otro lado, quienes instauran dictaduras y opresión.

En el caso particular de Costa Rica, a los políticos que les corresponde hacer oposición y no lo están haciendo estarían cometiendo un error grande de cálculo, si se quiere ver así, precisamente por lo que señalaba con anterioridad, desconocimiento de cómo es el ciudadano en la era digital y querer a la fuerza aplicar los criterios anteriores a la Internet del Siglo 21.

Cuando hacemos escucha social -es decir determinar qué les preocupa y de qué y cómo se expresan-, vemos a los costarricenses agrupados en cuatro grandes preocupaciones: seguridad ciudadana, desempleo, costo de vida, situación económica.

Imaginemos que la sociedad costarricense es un gran océano y los ciudadanos somos náufragos sobreviviendo en esas convulsas aguas. En este océano (Costa Rica) se han formado muchos remolinos, cuatro principales para los náufragos costarricenses: seguridad ciudadana, desempleo, costo de la vida y situación económica. Cada náufrago ha sido atraído por uno de esos remolinos.

Los ciudadanos están, uno los “oye” con las herramientas de escucha social, conversando sobre cada uno de estos temas. Mientras tanto, arriba, navegan varios barcos, uno de ellos representa al presidente Chaves, que ha armado una comparsa triunfalista impresionante gracias a una forma de comunicación moderna que le está funcionando de manera exitosa.

Los ciudadanos, cuando alguien les pregunta sobre esta administración sacan su cabeza del agua y lo que ven navegando es el barco de Chaves entonces, se suman a la fiesta triunfalista para no entrar en conflicto con la esperanza que ese barco, finalmente, les rescate y, vuelven sobre lo que les preocupa y ocupa: su metro cuadrado.

Así se perpetúa la Espiral del Silencio que, finalmente, está limitada por el tiempo y el lugar. La Espiral del Silencio domina solo a una sociedad -en este caso a Costa Rica- durante un tiempo determinado, gracias a Dios.

Ahí es donde importa la oposición si realmente quiere sobrevivir, fortalecerse y conquistar el poder.

Todos los políticos que desean aumentar su capital político, tienen que subirse a sus barcos y lanzar sus anzuelos (propuestas, liderazgos, convicciones, experiencia, etc..), para que cuando el ciudadano asome la cabeza no solo vea el barco triunfalista  de Chaves navegando sino otros más, que lo pueden salvar.

Ahí el “fiestón” que ha armado Chaves se minimizará y los ciudadanos empezarán a poner sus esperanzas de sobrevivir en otros barcos y no ante una única opción, como es costumbre en los regímenes totalitarios.

No hacer oposición tiene dos riesgos para los políticos actuales, el primero, que surja un nuevo liderazgo de entre los mismos náufragos como ha ocurrido miles de veces en situaciones de presión social o que, finalmente, los mismos náufragos, llegado el momento de buscar otras opciones diferentes a Chaves, qué llegará, les cobre no estar ahí cuando ellos necesitaron un salvavidas. Un político en la era digital no se puede silenciar y de ello tenemos varios ejemplos.

Sé que es difícil de entender lo emocional que es una Espiral del Silencio pero, créanme, lo es. La gente está sufriendo en silencio una situación que le es adversa pero que teme expresarla porque no quiere ser marginada por la sociedad. El que libere esa frustración será quien esté mejor posicionado para ganarse al ciudadano. Hay que hacer oposición o sumarse al oficialismo, no estar en el limbo político. Es responsable y es lo estratégicamente correcto para cualquier partido político de cara a sus electores.

El llamado a las marchas que se están dando por parte de los agricultores, el estrés financiero a que están sometiendo principalmente a la Caja y a las universidades públicas, el desempleo que se verá muy pronto crecer por el maltrato que se la ha dado al turismo y al sector exportador con la forma de tratar el tipo de cambio, la persecución a que han sometido a la “prensa canalla”, el desvalorizar al empleado público tratándolos de “malos costarricenses”, el fuerte impacto de la aplicación de la Ley de empleo público y, finalmente, el horror que se vive en los barrios y calles costarricenses tomadas por el narcotráficos y sus criminales -y del cual se conoce ya a nivel internacional-, son hechos que debilitan o deberían debilitar la percepción real que los costarricenses tienen sobre el presidente Chaves.

¿Dónde irán los detractores? Eso depende de lo que hagan o dejen de hacer quienes están en la oposición y las coyunturas del momento les han llevado a poner en pausa las causas y principios políticos, jugándosela al ver qué pasa…

COVID-19
Suscribase COVID-19

También podría gustarte Más del autor

Comentarios

Cargando...