Elliot Coen: ¿Chaves no sabe lo que siente, no dice lo que piensa y no hace lo que dice? (II)

Elliot Coen Riba, Consultor.

Hoy corresponde analizar con el uso de la neurociencia lo que el presidente Chaves, expresó, inconscientemente sobre la quiebra de la Caja Costarricense del Seguro Social y lo que, un ciudadano, en este caso masculino, mayor de 60 años sintió cuando Chaves se refirió a ese tema.

Este es el texto que analizaremos:

“Yo no sé, no tengo idea, no tengo evidencia de que alguien quiera vender la Caja, obviamente yo no apoyo eso, pero hay gente que por sus acciones irresponsables y por beneficiarse en el corto plazo ellos, con chorizos y beneficiosos inaceptables han arriesgado quebrarla”

En esta primera investigación se aplicó a un ciudadano mayor de 60 años las herramientas de medición GSR y EEG. La primera se le aplica en el dedo y en el oído y se mide la respuesta fisiológica al estimulo, en ese caso el video donde Chaves responde la pregunta de un periodista sobre la Caja. El segundo análisis se hace con una diadema para medir la activación del cerebro ante el video presentado.

En lo cognitivo el participante demuestra una atención (Focus) y compromiso (Engagement) promedio, pero denota un alto interés en el tema y en analizar la respuesta del presidente Chaves. El tema le ocupa y le preocupa.

En la foto de la actividad cerebral claramente se observa un análisis profundo y significativo del estímulo. Es decir, había un claro interés en entender lo que estaba diciendo (interés cognitivo) y en encontrar gestos o expresiones faciales que le relevaran si el presidente Chaves estaba diciendo la verdad o mentira (Interés significativo). Sin duda, este ciudadano, presenta una afición inconsciente con la Caja Costarricense del Seguro Social por el alto interés que puso al tema. Aunque no hicimos una muestra significativa de por lo menos unas 500 personas si pudiéramos decir que, al menos, los mayores a 60 años tienen a la Caja en su inconsciente muy bien instalado. Les preocupa, les interesa, muestran empatía por la Caja.

A nivel fisiológico este ciudadano presenta una alta relajación y una muy baja excitación sobre el estímulo presentado. Podríamos decir que “no le preocupa” lo que Chaves está diciendo sobre la Caja. Sus palabras no le provocan ningún estímulo. Una vez más, podríamos concluir que las palabras de Chaves carecen de credibilidad en este caso. Le provoca un estrés promedio, sin duda, por el alto interés que tiene en el tema de la Caja.

En el análisis de Reconocimiento Facial (FC) donde medimos en su rostro seis emociones que son felicidad, tristeza, sorpresa, desagrado, enojo y miedo podemos ver que mientras el presidente Chaves respondió surgieron cinco emociones que fueron, tristeza, sorpresa, miedo, enojo y desagrado.

La primera emoción que relevó Chaves cuando el periodista le estaba haciendo la pregunta fue tristeza. No tristeza por la Caja, sino por la pregunta toda vez que la segunda emoción fue sorpresa. No vio venir la pregunta. Lo desencajó. Cuando empieza a responder le salta la emoción del miedo lo que evidencia una vez más, su enojo con las personas que están a su alrededor y su temor a perder su credibilidad, a decir algo que el ciudadano no “se trague”. Ese temor lo lleva posteriormente a las emociones de enojo y desagrado. Definitivamente no estuvo cómodo con la pregunta ni tampoco satisfecho con su respuesta ya que no manifestó felicidad como por ejemplo si lo hizo en el análisis anterior cuando se refirió a la prensa como ratas.

Al presidente Chaves, debido a las dos mediciones que realizamos, le molesta mucho no tener control de la agenda mediática. Las preguntas como estas que no estaban en “su guión” le sacan de su círculo seguro, le provocan miedo, lo desencajan. Ahí hay un punto débil que lo habíamos detectado con el análisis anterior y en este nuevamente se confirma.

Particularmente el tema de la Caja, no así el de la prensa, es un tema “inseguro” para él. No tiene la certeza sobre lo que esta respondiendo. Maltratar a la prensa le ocasiona felicidad, pero, hablar de la Caja, le da miedo. Posiblemente porque no pueda respaldar lo que está diciendo. No está tan seguro de lo que está diciendo con respecto a la Caja no así con respecto a la prensa.

Sin duda, estudios como estos nos ayudan, a quienes hacemos política digital a entender, emocionalmente, al ciudadano y sus lideres y ajustar nuestras estrategias para que nuestra comunicación sea más eficaz.

Buscamos generar emociones, pero también buscamos entender hacia dónde van las emociones de los ciudadanos.

Lo dijimos en el artículo anterior que el ciudadano de hoy están tomando decisiones, por exceso de información, emocionalmente. De ahí, que quienes hacemos comunicación política prestamos especial atención a lo emocional.

Esta herramienta que aprendí con el maestro y buen amigo Miguel Ordoñez nos habla de las diadas emocionales que juntas provocan una tercera emoción muy poderosa. El camino que llevamos con el estilo de comunicación del presidente actual y algunos de sus funcionarios como el ministro Amador, la diputada Cisneros, el presidente ejecutivo de Recope, la Ministra Muller de Educación y el Ministro Nogui Acosta principalmente, están llevando a la ciudadanía a una diada de Disgusto-Aversión-Repulsión/Ira-Enojo que provocará en Desprecio.

Para muchos ciudadanos estos funcionarios mienten, tergiversan los datos, la información y esto, tarde o temprano, el ciudadano lo reclamará. Como sociedad venimos transitando por un camino de emociones muy complicado y peligroso.

El humor social actual del costarricense en encuentra en la Diada de Tristeza/Disgusto-Repugnancia-Aversión. Esta emoción no moviliza. Por ello, los intentos que han hecho los seguidores del chavismo tico no han logrado llevar la gente a la calle a aplaudir la gestión del presidente Chaves como si lo han hecho otros presidentes populistas como AMLO (Diada Amistad-Lealtad-Amor ) en México y Bukele en El Salvador (Expectativa-Alegria-Optimismo). Las Diadas que están encerradas en rojo son las emociones que logran movilizar (Call to Action).

Como sociedad, hacemos mal, peleándonos unos con otros. Desgraciadamente quienes están llamados a tener una conducta ejemplar son quienes están alimentando el odio entre nosotros, son quienes hoy, representan la autoridad en el País.

Si siguen con este estilo de comunicación, a falta de resultados, nos llevarán al Desprecio. Entonces, posiblemente, veremos a la ciudadanía en las calles. Quizá vuelva la democracia de las calles.

La oposición, por su lado, debería estar señalando las incongruencias de esta administración, evidenciando las diferencias entre lo dicho y lo hecho, pero, al mismo tiempo, llamando a buscar consensos, a unir y no dividir.

Pecan, en su comunicación, unos y otros. Los primeros por su discurso encendido y los segundos por su silencio cómplice, salvo contadas excepciones

Mientras tanto, a los ticos, se nos está llenando la cachimba de tierra. ¡Cuidado!

 

 

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