Fraser Pirie: Alexei Gorinov, ¡héroe de paz!

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Fraser Pirie Robson.

En un distrito municipal Krasnoselsky al costado noreste de Moscú, un concejal valiente y veraz, pidió la palabra para rechazar un concurso de dibujo para niños de la zona, cuando muchos otros niños morían en Ucrania. Se le acusó además por pedir un minuto de silencio para recordar a las víctimas.

En abril 2022, fue hecho prisionero y enviado a la cárcel. Fue juzgado bajo una nueva ley de censura de guerra que hace que cualquier declaración contra la guerra en Rusia sea un delito penal. En efecto, Alexéi Gorinov fue declarado culpable de desacreditar a las fuerzas armadas rusas en junio 2022 y enviado a prisión durante siete años después de que llamara a Rusia un “estado fascista” que quiere conquistar Ucrania. Curiosamente Putin llama a los ucranios nazis.

El tribunal de apelaciones celebró el lunes una audiencia a puerta cerrada, reduciendo la sentencia de Gorinov en un mes.

El concejal de 60 años pidió perdón a los ucranianos y dijo que él, como ruso, comparte la responsabilidad de la brutal guerra que el Kremlin desató en Ucrania.

El cartel de Alexéi Gorinov lee: ¿Todavía necesitas esta guerra?
Gorinov escucha la sentencia impuesta el 8 de julio de 2022

El discurso de Andréi Gorinov ante la corte rusa:

—Siete años de prisión, ¿es mucho o poco? La radiación solar tarda ocho minutos en llegar a la Tierra. Las ondas de luz de un reflector girado hacia el cielo llegarán a la estrella más cercana al Sol en poco más de cuatro años, dos tercios de mi pena de prisión. Y tomará alrededor de 2,000,000 de años para que esa luz llegue al sistema estelar más cercano a nosotros, la Galaxia de Andrómeda. Es inimaginablemente largo.

—Pero piense cuántas personas se han visto afectadas por la guerra en Ucrania. Cada uno de ellos perdió años de vida normal y pacífica. Algunos perdieron la vida. Haz la multiplicación y trata de captar la escala cósmica de los eventos de los que estamos hablando. Esta es la escala de responsabilidad que recae sobre todos y cada uno de nosotros, incluyéndome a mí mismo. Y lo menos que puedo hacer es llamar a las cosas sus nombres propios. ¿Serán suficientes siete años para que me reforme de pacifista a halcón? ¿Suficiente para admitir que la “operación militar especial” no es una guerra, un conflicto militar, sino un esfuerzo de pacificación? ¿Será tiempo suficiente para aprender a negar las muertes de civiles, incluidas las muertes de niños, en el curso de esta “operación”? ¿Comenzar a instar a otros a no detener estas hazañas militares, sino a continuar? Veremos.

También vamos a ver si estos siete años serán suficientes para que el liderazgo político de Rusia comprenda la catastrófica política exterior, económica y moral que ha traído a nuestro país. La destrucción, como no se ha visto desde la Segunda Guerra Mundial, se ha causado en un país europeo.

—Decenas de miles de muertos y heridos en ambos lados. Millones de refugiados. De todos modos, ¡escuchamos diariamente y cada hora que esta guerra es por la paz! Estamos entrenados para aceptar que matarnos unos a otros es algo correcto y natural.

—¡Un bloque de noticias de televisión nos muestra, extasiados, una tormenta mortal de proyectiles y cohetes donde cada disparo cuesta un millón de rublos! A continuación, vemos que la ayuda humanitaria se entrega a los sobrevivientes, en territorios simplemente liberados de esas mismas personas. Y luego, nos invitan a participar en otra cirugía costosa para salvar a un niño enfermo. ¡No! Esto no es normal.

—Esto sólo puede parecer normal en una imagen invertida del mundo que existe en la cabeza de una persona, o tal vez varias personas, que tienen el poder absoluto, con todas sus palancas, pero aisladas de la sociedad civil y del pueblo.

—Quiero reconocer mi culpa. Mi culpa ante el sufrido pueblo de Ucrania y ante toda la comunidad mundial. Soy culpable porque, como ciudadano de mi país, no pude evitar esta locura en curso. Pido perdón, también, por el hecho de que yo, al parecer, no seré capaz de hacer nada para detenerlo. Lo digo también en nombre de mis compatriotas, aplastados por el miedo a las represiones y de los que recibo numerosas cartas de apoyo. En este momento, los principales países desarrollados y sus gobiernos tienen la responsabilidad de la vida en la Tierra y del progreso tecnológico sin guerras.

—Rusia, con sus innumerables pérdidas humanas, en la Guerra Civil, en la locura de la colectivización y el Gran Terror, en dos guerras mundiales y en muchas otras menores, todavía no ha pasado la prueba de asumir su parte justa de responsabilidad. Al darse cuenta de la anarquía de lo que hacen, los que están en el poder transfieren parte de su propia carga de responsabilidad a los tribunales, empujando frenéticamente a sus ciudadanos a las cárceles y colonias penales:

—¡Por una palabra, por expresar una opinión, por tener convicciones! La posibilidad misma de un proceso como el mío en el siglo XXI, de este tipo de investigación judicial, es una vergüenza para nuestro país. Todo esto ha sucedido antes, en su historia. A la luz de las lecciones de nuestro pasado compartido, y en vista del futuro inminente de Rusia, me considero absuelto.

Personas que acudieron a la sala de la corte y aplauden a Gorinov.

Los informes periodísticos dan cuenta semana a semana, de los cementerios clandestinos que van apareciendo en los distritos nuevamente liberados de la presencia militar rusa. En cambio, los personeros del gobierno ruso los tildan de puras mentiras y falsedades. Mientras tanto, los médicos van sumando los informes forenses de los cuerpos que encuentran.

Los chekistas: Es claro, para todos aquellos que pueden ver con claridad, que fue la antigua KGB ahora designada como la FSB, como fue el servicio de inteligencia rusa quien tomó el poder político después de Yeltsin.

¡Los chekistas como les llamaban antes, son los dueños y amos de Rusia! 

La activista de la oposición Ilya Yashin tuiteó su horror por la sentencia. El propio Yashin fue condenado recientemente a 15 días de cárcel por resistirse al arresto. Otra activista, María Alyokhina, dijo que era un infierno histórico que un concejal electo fuera encarcelado durante siete años por llamar a una guerra… una guerra.

Según activistas y periodistas que estaban en la corte, Gorinov le dijo al juez:

—Rusia ha agotado su límite de guerras en el siglo 20. Y sin embargo, ¡su presente es Bucha, Irpin, Hostomel!

 

La masacre de los ciudadanos de Bucha, Ucrania
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