Fraser Pirie: Mohandas

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Fraser Pirie Robson.

De visita en Sud África, visitamos Kwa-Zulú en la antigua provincia de Natal. Ya por la tarde llegamos a descansar al pueblo de Lady Smith, que parecía ser un lindo pueblito inglés, pero en el corazón de Zulú.

El hotel Royal, Ladysmith.

El hotel embrujado: Me fui primero al hotel un poco más barato, pero el dueño zulú me informó que estaban llenos y que fuera al hotel del lado. Todavía vivían ellos su propia separatividad de razas o “aparte-id”. En el hotel si tenían espacio disponible, ya que éramos los únicos huéspedes, al subir las gradas y caminar por el corredor hacia la recamara, escuchamos los quejidos de algún adolorido. Paramos a ver, pero estaba todo muy solo. Ya en el cuarto, dejamos todo con alegría y bajamos a conocer el pueblo. Ninguno se quería quedar solo. Teníamos la sensación de que nos observaban.

Dr. Robert Stark de 1899

 

En el piso de ladrillo en la acera frente al hotel, encapsulado en vidrio, se aprecia una bala grande. Era la bala disparada a las seis y media de la tarde del 18 de noviembre de 1899. Los Bóer siempre terminaban de disparar a las 6:00 de la tarde, pero en esta ocasión pensaron que tal vez mandarles un “recado” al coronel Rhodes, de la fortuna de las minas Kimberly y futuro fundador de Rodesia u otros potentados.

El Dr. Stark: Únicamente que fue alcanzado el doctor Robert Stark, quien había salido para fumarse un cigarrillo después de la larga jornada, en el hospital hoy convertido en un hotel. El cañonazo no explotó, sino que atravesó las paredes de madera y le cortó la pierna a Stark, muriendo en pocos minutos.

 

Spion Kop o cerro espía con los comandos irregulares bóer, 1899.
Vista de Spion Kop 2008.

El cerro Spion Kop: La segunda guerra Bóer marcó la pésima calidad de generales ingleses. La inoperancia inglesa hizo retrasar el avance del rescate, porque ítems personales de los jefes no se podían atrasar, en cuenta la bañera del general a cargo. En cambio, los bóer iniciaron los “comandos”, que eran unidades a caballo, rápidos y veraces, de mucha flexibilidad dándoles mucha ventaja. Se pueden comparar con los generales rusos de la guerra de hoy, que gastan la vida de sus soldados sin importarles demasiado.

Winston Churchill, servía como periodista y a la vez mensajero entre el ejército inglés. Tuvo acciones de valentía al cruzar las líneas de combate bajo fuego. Al igual que Baden-Powell el fundador del escultismo mundial.

El Rescate de Ladysmith: Los periódicos en todos los dominios ingleses alrededor del mundo reclamaban el rescate de Lady Smith en la provincia de Natal. Día a día en los periódicos en el idioma inglés informaban al mundo y eran seguidos por miles de personas.

El Sargento Mayor: Entre los que caminaban al rescate de Ladysmith, al cargo de un batallón de la Cruz Roja, el sargento mayor Mohandas Gandhi, quien había reclutado a varios cientos de hindúes en Sudáfrica para los servicios de enfermería y ambulancia. Pudieron probar su valentía ante los superiores ingleses.

Al estar yo en ese pueblo y visitar Spion Kop, una sitio y escena de batalla, fue para mí como conocer a Mohandas. Se me hizo real, ¡aquel que construiría su propia leyenda y al final vencería al majestuoso Imperio Británico!  ¿Que clase de hombre es este?

Mohandas sentado quinto desde la izquierda. La ambulancia de la Cruz Roja

Fin de Asedio: El 27 de febrero de 1900, los piquetes británicos vieron a los bóer empezar su retiro a través del campo o veldt.  Poco después, las tropas del general Buller marcharon hacia Ladysmith. El asedio había terminado.

Las campanas de las iglesias en cientos de pueblos anunciaban el salvamento y fin del Asedio de Ladysmith. Los periodistas habían escrito tantísimo sobre el pequeño pueblo asediado, que hubo un gran regocijo y una gran alegría.

Los generales se saludan al finalizar el asedio de la ciudad el 27 de febrero de 1900.

Mohandas: Al llegar Mohandas a Pretoria en Sudáfrica, fue sacado forzosamente del tren en la estación en Pietermaritzburg porque se negó a mudarse de la primera clase a la tercera clase, que se destinaba a la gente de otras razas. Luego también en una diligencia fue golpeado por el conductor porque se negó a ceder su asiento a un pasajero de piel blanca. En los hoteles tampoco lo recibían. Quizás lo peor que le pasó fue caminando por una acera de saco y corbata ya que era un licenciado en derecho, cuando un policía le mandó una patada por el trasero y lo tiró al suelo, ¡porque la acera no era solo para gente como él, sino para los de primera clase!

La exclusión: De pronto, Mohandas se fue dando cuenta que el Imperio Británico no tenía lugar para él y su pueblo como seres humanos con dignidad y respeto, sino como una raza subyugada. El único papel que le permitían era la de ciudadano de tercera. Quemó la ropa inglesa y su menaje al estilo inglés y se dedicó a las enseñanzas milenarias del Bhagavad Gita. Fundó un nuevo partido político y se dedicó a aprender las costumbres de su propio pueblo.

En 1915 regresó a la india, viajando desde ese momento por todo el país para conocer la realidad del pueblo indio bajo la Corona Británica y así recordarles tener el orgullo de ser hindúes.

Dentro de su táctica de protesta, relacionada con la desobediencia civil y el desarrollo de acciones no violentas ―como, por ejemplo, la Marcha de la Sal de 1930, o el boicot a los textiles inglesas de Lancashire, que con su producción en masa había destruido a la tradicional labor de rueca y telar hindú―, logró un cambio político, social y cultural, que    resultó en la independencia de India, el 14 de agosto de 1947.

Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras.

                      Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos.

                      Cuida tus actos, porque convertirán en tus hábitos.

                      Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino.

    El pasado 30 de enero se cumplieron los 75 años de ese magnicidio.

Notas:

1) Después de finalizar la Segunda Guerra Mundial, el Reino Unido se socializó y abrieron sus fronteras eliminando esos aires de grandeza, soberbia, y exclusión.

2) El hotel si estaba bien embrujado. Han pasado 123 años y posiblemente sigan ahí los heridos de los campos de guerra que no se dan cuenta que se han quedado olvidados en el tiempo.

3) El autor al ser admirador del Mahatma y sus enseñanzas, … ¡sigue siendo su amigo!

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