Freddy Pacheco León, PhD en Ciencias Biológicas
Lo que pasa es que no dice la verdad”, le diríamos al estilo Lineth. “Usted no es ignorante, lo que pasa es que ignora muchos temas de los que habla”. “Usted no es demagogo, lo que pasa es que ofrece cosas que sabe no se van a cumplir”. “Usted no irrespeta al pueblo de Costa Rica, lo que pasa es que lo trata como inculto”. “Usted no aspira a gobernar cual si fuere un dictador como Pinochet, lo que pasa es que piensa que él si sabía gobernar”. ¡Veamos unos ejemplos!:
- Afirma que la CCSS está flotando en miles de millones de colones, pero que sus funcionarios son unos incompetentes con matices de corruptos.
- Dice que la idea de imponer impuestos especiales a salarios tan bajos como ¢500 mil, no fue suya como ministro de Hacienda, sino de “una comisión”.
- Dice que su multimillonario proyecto informático para Hacienda (que está en proceso judicial) no incluye más de ¢1.000 millones en propaganda, pese a que está así presupuestado.
- Ofrece varios referendos cuando sabe que hay impedimentos legales para ciertos asuntos como el de reformar la Constitución, aparte de que desconoce que es prácticamente imposible, hacer que más de millón y medio de ciudadanos acudan a su votación… si lograra convocarlo.
- Ignora que más allá de las cosas malas que han surgido durante las tres décadas pasadas (mientras era un burócrata en Indonesia), también los costarricenses hemos tenido logros sobresalientes en diversos campos que es injusto no reconocer.
- Ofrece intervenir el AyA sin que pueda sustentar con fundamento, cuáles son los inmensos problemas que aquejan a dicha institución.
- Desprecia a los servidores del Estado cual si fueran la causa de nuestro subdesarrollo, sin reconocer el monumental aporte de los empleados públicos, en los campos de la salud, la educación en todos sus niveles, la generación de energía, la conservación ambiental, el turismo, la cultura, la infraestructura vial, la legislación laboral, la asistencia social, la policía civilista, el desarrollo bancario, las telecomunicaciones, y otros, que aún con sus lunares (y la tarea de mejorarlos) constituyen logros de ese sector de nuestra sociedad que no merece ser despreciado.
- Ofrece rebajar los precios de los combustibles disminuyendo el impuesto único (que no tocó mientras era el jerarca de Hacienda) sin decir con cuáles nuevos impuestos lo sustituiría.
- Ofrece disminuir a la mitad los valiosos recursos humanos de RECOPE, la empresa más grande del istmo centroamericano, calificada por Fitch Ratings como Triple A, sin estimar siquiera las consecuencias de semejante ocurrencia populista, cual si el valor internacional del petróleo y sus derivados no determinará el precio de los combustibles que nos aporta eficientemente la sociedad anónima del Estado.
- Mintió al ocultarle al Presidente Alvarado, que había salido corriendo del Banco Mundial, porque había sido degradado de su posición, y porque ya vislumbraba que un Tribunal del BM en Nueva York se aprestaba a condenarlo como acosador sexual, lo que habría significado su inminente despido.
- Habla atrevidamente de pesca evidenciando desconocer el sector, como también habla con su reconocida arrogancia, de la Setena, sin tener idea de sus funciones y limitaciones financieras. Y es que en general, habla con petulancia de todo, aunque conoce muy poco de ese todo. Y quiere ser nuestro Jefe de Estado
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