Marjorie Ross.
“Ángeles somos, del cielo venimos, limosna pedimos y si no nos dan, puertas y ventanas nos la pagarán”.

Los creyentes de varias religiones ven con malos ojos los atuendos y dulces del 31 de octubre. Los fundamentalistas, incluso consideran que disfrazarse y divertirse a propósito de esa fecha, víspera del Día de Todos los Santos, es diabólico y satánico. Para otros opositores a la celebración, significa abandonar nuestras tradición es para abrazar costumbres y rituales estadounidenses, etiquetados bajo el término inglés “Halloween”, un vocablo que vino para quedarse.
En la Cartago colonial

En las empedradas calles de Cartago, antigua capital colonial de Costa Rica, se coreaba la última noche de octubre la siguiente estrofa: “Ángeles somos, del cielo venimos, limosna pedimos, y si no nos dan, puertas y ventanas nos la pagarán”.

La autora es escritora y periodista. Doctora en educación.
Comentarios