Javier Cambronero Arguedas, Educador, Ex Diputado.
Hay coincidencia en diversos circulo académicos que una de los pensadores que más ha cultivado la obra memorable pero infausta de don Joaquin García Monge, lo ha ido sin duda alguna don Arnoldo Mora Rodríguez. Quien nació en Palmares el 30 de abril de 1937; hijo de Misael Mora Ureña y de doña Leopoldina Rodríguez Elizondo.
A sus 82 años don Arnoldo es considerado uno de los filósofos más grandes y fecundos del país.
Como académico además de desempeñarse brillantemente, fue profesor de Filosofía tanto en la Universidad Nacional como en la Universidad de Costa Rica. Ocupó el puesto de Director del Departamento de Filosofía de la Universidad de Costa Rica y de Decano de la Facultad de Letras en esa misma Alma Mater.
Obtuvo un Doctorado en filosofía, en la célebre Universidad de Lovaina en Bélgica, cuna occidental de grandes pensadores, desde sus orígenes en el siglo XV.
Su robusto aporte al quehacer intelectual del país le hizo merecidamente acreedor en 1991, del Premio Nacional Aquileo Echeverría, en literatura; en 2 015, del Premio Nacional de Comunicación Cultural Joaquín García Monge. Y recientemente, en el mes de octubre, la UNA le ha otorgado el premio Omar Dengo, por su invaluable aporte al desarrollo de la Literatura y la Filosofía.
Con esta casa de estudios, estuvo vinculado desde su gestación en la década de los setenta.
Fue Ministro de Cultura, Juventud y Deportes en el periodo constitucional 1994-1998. Además, Ministro de Asuntos Indígenas, y de Mujer y Familia.
Su producción como ensayista y escritor implica la creación de obras destacadas en los ámbitos de: la cultura, sociedad, historia política, teología, y ética.
Dentro de su prolífica obra intelectual podemos citar: Monseñor Romero (1980), Orígenes del Pensamiento Socialista en Costa Rica (1981) Fuentes del Cristianismo Social en Costa Rica, (1992), Perspectivas Filosóficas del Hombre (1990), Historia del Pensamiento Costarricense (1992), Identidad Nacional en la Filosofía Costarricense (1997), Identidad de Nuestra América (2001), La Filosofía Latinoamericana (2006), El Arielismo: de Rodó a García Monge (2008), El ideario de Joaquín García Monge (2017), ésta en varias ediciones. Todas ellas, sin duda alguna, han contribuido a la formación e ilustración de varias generaciones de costarricenses.
A partir de 1996 es designado miembro de la prestigiosa Academia Costarricense de la Lengua.

En homenaje rendido por la comunidad ramonense a la memoria del ilustre y benemérito de las patria Joaquín García Monge, en el contexto de la celebración del centenario de la aparición de Repertorio americano, Don Arnoldo Mora hizo mención a la magnánima pero a la vez trágica obra de García Monge. Trágico porque ese esfuerzo literario y cultural de tamaño continental, fue impulsado por su propia iniciativa durante más de 50 años y en este 2019 no ha habido acto oficial alguno que rememora tan trascendental hecho.
Dicha conferencia dictada por don Arnoldo el 7 de noviembre, día de la democracia costarricense, se llevó a cabo en las salas de la biblioteca pública de San Ramón, noble institución que celebró 140 años de su fundación el pasado 4 de julio.
El pensamiento de García Monge no dejará de iluminar la senda a recorrer a estas generaciones de costarricenses; pues bien hace el gran maestro al recordarnos que no “Enajenemos nuestra tierra” , expresión de una hermosísima pero muy actual disertación que hizo en el salón de actos de la escuela Jorge Washington el 11 de setiembre de 1940, recogida fidedignamente por la educadora ramonense Bertalía Rodriguez López, publicada en el primer ejemplar de la revista Surcos, que vio la luz el 15 de setiembre de 1 940.
Esta magna conmemoración coincide con:
- La celebración del Día de la Democracia Costarricense, tras 130 años del levantamiento del pueblo contra las pretensiones funestas de Soto Alfaro, de perpetuarse en el poder, favoreciendo la candidatura de Ascensión Esquivel contra Jose Joaquín Rodriguez
- Durante este mes, nuestra Constitución Política, cuerpo normativo duramente atacado estos días por sectores oligarcas políticos de dudoso patriotismo, cumple 70 años.
- Celebramos 100 años de la quema del diario La Información y caída semanas después de la dictadura de los Tinoco.
- Cien años del cobarde e infame asesinato del noble maestro Marcelino García Flamenco, en manos de la dictadura tinoquista, que un año antes también había cegado la vida del periodista Rogelio Fernández Güell.
- Y escasos dos días de la celebración del 30 aniversario de la caída del muro de Berlín, recordándonos que en la búsqueda y construcción de plenitud de la humanidad, aún faltan muchos muros por derrumbar.
Especial reconocimiento para don Arnoldo, ha sido el recibir el premio de la Orden del Libertador José Simeón Cañas entregado por el gobierno de El Salvador en febrero de 2011, por su apoyo y acogida a los exiliados e inmigrantes forzados, que encontraron abrigo en nuestro terruño, y que con ese premio los hermanos salvadoreños le rinden tributo a su excelso humanismo y solidaridad con todos los pueblos del mundo.
Su fina agudeza mental, su inigualable talante y mordaz crítica, a través de diversos artículos en revistas especializadas y prensa nacional, han orientado democráticamente el sano y constructivo debate de las ideas en Costa Rica.
Algunos de sus artículos de obligada lectura, lo son: “No juguemos con fuego”. “Abusos éticos”. “Diálogo intercultural entre ciencia y filosofía”. “Mundo polarizado”. “Golpe de estado blando”, “En Costa Rica hemos sustituido la Constitución por los acuerdos con el FMI”. “Oda a la filosofía y ataque a la mediocridad” artículo de don Carlos Morales leído en un homenaje a don Arnoldo en la embajada de El Salvador, y me parece meritorio citarlo. Todos ellos, de obligada lectura.
Ese 30 de abril de 1937, jamás podrían haberse imaginado, doña Leopoldina y don Misael, que ese mismo día en nuestro país se emitía la autorización para que el campo de La Sabana en Mata Redonda, se edificase un aeropuerto internacional. Espacio para que las aeronaves vuelen, vuelen muy alto y se eleven en plenitud; de la misma manera que el espíritu fecundo y libre de don Arnoldo, faro de luz inacabable, y fuente donde han de abrevar estas y las futuras generaciones de costarricenses, que junto a él comparten el sueño y la misión de construir una patria más ancha, justa, solidaria e inclusiva, donde se evoque y venere la imagen de Presbere, del Castillo, Mora Porras, Carmen Lyra y García Monge.
De la misma manera como don Arnoldo Mora le ha rendido homenaje a Joaquin García Monge procedo a hacerlo, compartiéndoles este hermoso poema creación del poeta ramonense Félix Angel Salas Cabezas, dedicado al maestro, en noviembre de 1945:
El maestro
Don Joaquín García Monge es como bien se explica,
Un gran costarricense y un maestro en realidad
A don Joaquín García le debe Costa Rica
Conquistas indudables de sólida verdad.
A esa cabeza clásica sin miedo se le aplica,
Que ha dado en sus recursos de gran fecundidad,
Montones de enseñanzas para la gente chica
Y mármoles y bronces para la libertad…
Don Joaquín monta el potro de las revueltas crines,
El Repertorio, el potro recorre los confines
Y de este bloque helénico que se ha formado así.
Levanta el brazo fuerte de Alonso de Quijano
Delante de los ojos del mundo americano
La pluma de Sarmiento y el verbo de Martí.
Javier Francisco Cambronero Arguedas
07-XI-2019
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