Javier Cambronero: Perenne legado de una gran educadora – Emma Gamboa Alvarado (1901-1976)

Benemérita de la Patria merecidamente desde1980. Ramonense de origen. Hija de José Gamboa y María Alvarado.

Javier Cambronero Arguedas, Educador, Ex Diputado.

Pocos personajes ramonenses han trascendido, ocupando un lugar privilegiado en el desarrollo de la educación y de la vida nacional como Emma Gamboa.

Su origen humilde no fue tropiezo para mirar más allá cuan alma noble, y poder llevar a cabo una sólida obra que hoy todos reconocemos en el campo educativo, sea por el desarrollo de nuevos métodos, por la modernización de la formación docente, por el aprecio, goce estético y disfrute de la lectura y de la lírica, el reconocimiento del mundo infantil, sus aportes a la literatura infantil, a la existencia de una modesta industria editorial en la primera mitad del siglo XX, así como la formación de nuevos ciudadanos,  y la construcción de un modelo educativo inclusivo que diera mayor raigambre a nuestra democracia.

Ha sido determinante la contribución de su pensamiento para que la educación sea considerada uno de los valores patrios más altos y más celosamente defendidos por el costarricense. Ella fue una convencida  además –como estuvo en toda su vida- de que la educación, constituye vehículo transformador de vidas y naciones; Emma ha sido en nuestra historia, una figura visionaria preocupada por llevar la educación a todos los rincones del país; dignificar la labor docente y dimensionar correctamente el peso real de la educación en el desarrollo de los pueblos y profundizar de esa manera, una verdadera democracia, de modo tal que la educación sea  la principal herramienta contra el autoritarismo y la ignorancia, que aún en pleno siglo XXI, ambos amenazan nuestro futuro y forma de vida.

En su vida asumió, doña Emma, un inconmensurable compromiso en difundir el pensamiento de don Omar Dengo Guerrero, quien junto a don Joaquín García Monge son  con todo merecimiento, figuras emblemáticas de la educación costarricense por siempre. Ambos además, beneméritos de la patria.

Desde 1 920 hasta finales de los años cuarenta, doña Emma se desempeña notablemente como maestra de primaria inicialmente, y luego por su avidez y sagacidad es ascendida a profesora de Ciencias y Castellano en la escuela Normal. Posteriormente, dada su capacidad, don de gentes y en extremo estudiosa, con el apoyo de sus superiores, asume la dirección del Kindergarten, de ese centro de enseñanza superior, en 1933. Durante este periodo de formación e instrucción pudo nutrirse del pensamiento y espíritu democrático y pedagógico de don Omar Dengo y adentrarse en las teorías del pragmatismo de Dewey y James. En 1935 publica Nuevo Silabario como libro de texto innovador que asume adecuada y científicamente el proceso de lectoescritura. Allí cobra realidad el método global  de Decroly, cuyas ideas habían sido dadas a conocer en al país, por maestros como Brenes Mesén, Arturo Torres, Marco Tulio Salazar y otros; que habían tenido la oportunidad de ir a estudiar al extranjero, becados por el estado costarricense.

Desde esa época doña Emma intentará incidir en la formación de los futuros docentes para que ésta sea verdaderamente técnica, científica, no empírica, y avanzar hacia una necesaria y promisoria profesionalización del magisterio nacional. Estaba muy clara, que con buenos maestros, todos ganábamos, la patria, los niños y ante todo, no renunciar a  tener mejores ciudadanos.

Sin embargo, nuestras autoridades nacionales en aquellas épocas, no satisfechas con los resultados alcanzados en nuestro sistema y con miras a obtener el salto cualitativo con el que unos y otros soñaban, en esa década de los treinta, y obtener mejores resultado de ellos, promueven la visita de una misión chilena liderada por los profesores Galdames, Piga y Bustos, con miras a modernizar el sistema educativo costarricense en primaria, secundaria y enseñanza superior. Ello permite un rico intercambio entre estos académicos con rutilantes figuras de la educación costarricense como Emma Gamboa, Omar Dengo, Joaquin García, Luisa González, Teresa Obregón y otros.

Aunado a este proceso de mejoramiento cualitativo de la educación costarricense, corre en paralelo un interesantísimo proceso, en el cual, la prensa nacional y la existencia de varias revistas como Educación, Triquitraque, Repertorio Americano, constituyen importante vehículo para la difusión de la cultura y de importantes ideas en el campo educativo. Espacios aprovechados por doña Emma Gamboa. Este tipo de artículos y la publicación de textos didácticos y demás, contribuyen al florecimiento de un pequeño mercado de la industria editorial en Costa Rica, fundamentalmente ubicada en el Valle Central, ello propicia el desarrollo de la lectura entre la población y la existencia de la sana polémica y divergencia, en la difusión de ideas, como corresponde en un régimen que se precia de democrático y civilista.

Textos de cuentos, poesías y teatro infantil y didácticos como Mulita Mayor, Cuentos  Viejos, Mi Pequeño Mundo, El Sombrero Aventurero de la Niña Rosaflor, Cuentos de mi Tía Panchita, La Tierra y el Hombre, Instante de la Rosa, La Casita del Monte, Flor de infancia permiten que niños y sociedad en general, tengan contacto con la fina pluma de Carlos Luis Sáenz, Carmen Lyra, Adela Ferreto, Maria Leal Noguera, Emma Gamboa, Rosario Ulloa y otros.

A finales de la década de los cuarenta doña Emma obtiene una beca para ir a estudiar a la Universidad de Ohio, en Estados Unidos, donde logra doctorarse en filosofía. Ello le permite aún más profundizar en las ideas filosóficas y pedagógicas de John Dewey, Emerson y William James.

Ha de entenderse, que la posibilidad de que doña Emma Gamboa haya podido desarrollar su obra, es gracias también a la disrupción e incidencia de mujeres que empiezan a aparecer en el escenario nacional, en la primera mitad del siglo XX, aportando significativamente al desarrollo nacional en diversos ámbitos: cultural, académico, educativo, político, científico. Algunas de ellas citadas, líneas atrás.

En 1940, en el contexto de las reformas sociales que experimenta el país, se funda la Asociación Nacional de Educadores en 1942, donde ella llega a ser presidenta y de esa manera encontrarán los educadores una trinchera más a la justa reivindicación de sus derechos.

Gracias a sus aportes y justo reconocimiento, doña Emma llegó a ser Ministra y viceministra Educación, en la década de los cincuenta. Fue la primera mujer en ocupar dicha cartera.

Invaluable su aporte académico por decantar la función docente desde un ámbito profesional, pues ella es una convencida de  que las escuelas normales deben ser transformadas en verdaderas Facultades de Educación, de manera que la formación docente descanse en la ciencia e investigación. O sea, a hacer de la pedagogía toda una ciencia. Su pedagogía científica y filosofía de la educación, también destacan la importancia de la enseñanza de las ciencias desde edades tempranas de los infantes.

En los años cincuenta doña Emma contribuye a cimentar las relaciones del país con la UNESCO y se constituirá en voz autorizada con un liderazgo propositivo, junto a otros destacados educadores e intelectuales costarricenses en la creación del Consejo Superior de Educación. Así como en la creación de legislación fresca, moderna y remozada a través de la promulgación, en 1957 de la Ley Fundamental de Educación y en 1958 de la ley 2248 Ley de Jubilaciones y Pensiones del Magisterio Nacional. Reconozcamos, apreciados y apreciadas colegas, del ámbito e  influencia que sobre la cosa pública, ejercían educadores de la talla de doña Emma.

Junto a Carlos Monge Alfaro y Rodrigo Facio Brenes, contribuye a la creación de la Facultad de Educacion en la UCR, de la cual pasa a ser su primera decana, caro en el que se mantiene durante el período comprendido entre 1948 hasta 1964.

Ella cree firmemente en la importancia de la enseñanza preescolar. Y a partir de allí concebir al niño como un ser, no como un adulto en miniatura como se creía en la época, sociedad machista y patriarcal. Donde todo, absolutamente todo, era posesión del hombre. De allí la universalidad de Paco y Lola, texto desterrado, incomprendido y criticado actualmente. Vemos en sus tesis y posiciones pedagógicas elementos de Claparede, Decroly y la Escuela Activa. Pone especial énfasis en la lectoescritura, promueve el método global y la urgencia de superar métodos como el silábico y fonético, con los cuales el país venia caminando desde finales del siglo XIX. Insiste en que dicho proceso de lectoescritura debe partir de lo natural, de los fonemas y vocales cerradas, de manera que se pueda aprender a escribir como se aprende a hablar. Del método global se derivarán posteriormente la tendencia ecléctica y el método endogenèsico.

A Emma Gamboa le debemos, junto a Carmen Lyra, Luis Felipe González Flores, Carlos Luis Sáenz, Adela Ferreto, Rosario Ulloa, Maria Leal, Luisa González y otros, la creación y visibilizaciòn del mundo infantil. Como un espacio temporal, psicológico, emocional y afectivo, donde la ronda, el juego y la imaginación tienen su propio espacio y que va más allá de la escuela. Un mundo infantil signado por la fogosidad, creatividad, dinamismo e imaginación de los pequeños.  Donde el desarrollo biopsicosocial del infante debe ser garantía para lo que viene, la instrucción y el descubrimiento y creación del conocimiento. Motora fina, motora gruesa, percepción hàptica, el ojito maduro, la lateralidad, adecuada escucha, condiciones propias de la madurez y aprestamiento de cara al proceso que se viene. Posteriormente, lo entenderemos en esta época contemporánea, como una niñez y adolescencia sujetas de derecho y con su propia dignidad. Dignidad que fue reconocida desde entonces por personas de semejante talante; muchos años atrás.

Ni la mezquindad ni la terquedad de mentes pequeñas deben complacerse en haber llevado a la hoguera a Paco y Lola, emulando a los nazis en la II Guerra Mundial o a Torquemada quemando libros en la Inquisición medieval; esas almas pequeñas y desaforadas, también que llevaron a su desdicha al Muñeco de Maní y al ratón Pérez y a la cucarachita mandinga. Pero de ese fuego transformador, cual ave fénix han de emerger el cuento, el teatro y la poesía infantil, con más fuerza, con más vigor, con mayor actualidad. Ese es el compromiso que debe asumir la actual generación de buenas educadoras y buenos educadores. Y cómo soñaba la escuela? Nos lo confiesa en su poema infantil Nuestra EscuelaSea esta morada bendecida en amor pureza y alegría. En sus jardines resplandezcan  las dichas inocentes (…) Sea el aprender acción gozosa: el niño piensa, lee, investiga, crea y se expresa en toda forma noble y bella (…) todos en comunión y cada uno distinto, sin olvidar jamás que la riqueza mejor es la riqueza del corazón

Emma, estuvo plenamente convencida de que la educación es formar,  iluminar, promover el desarrollo del hombre, todo más allá de una mecánica instrucción, y sobre todo liberación ante la ignorancia y la tiranía, Para ella “la función de la educación democrática se inspira en principios que armonizan la dignidad individual con justas relaciones humanas”.  Citando a Omar Dengo, su principal inspirador pedagógico, nos comparte “los más grandes trabajadores de la educación se dedicaron no tanto a la tarea de organizar la escuela, sino a tratar de marcarle un rumbo a la sociedad, a resolver sus grandes problemas, a modificar la conducta”.

El aporte de doña Emma Gamboa a la educación costarricense también lo encontramos con la creación del modelo de Escuela Laboratorio, creado en 1960. Cuyas sedes se ubican en Liberia, Heredia, Turrialba, San Pedro y San Ramón. Es un modelo educativo que permite experimentar, indagar y ensayar nuevas metodologías, mayor aprovechamiento de recursos tecnológicos, fomento de la lectura, desarrollo de potencialidades y una forma distinta y novedosa de vincular a los padres de familia con el centro educativo.

El corazón de Emma Gamboa fue muy grande, y el amor a su patria inconmensurable. Considero importante compartirles, en estos aciagos momentos de recorte fiscal y donde mentes obtusas intentan convencernos de que hay que concebir la educación pública como un gasto y no como inversión; un fragmento de la carta que esta insigne ramonense le dirige a los diputados constituyentes de 1949, desde Columbus, Ohio, en agosto de 1949 “en las virtualidades de una educación sólida, efectiva en la vida misma de los jóvenes y adecuada a las posibilidades del país, descansa la suerte futura de la nación”, y lo hacía ver precisamente cuando los constituyentes discutían arduamente en torno al financiamiento de la educación y de la universidad pública”. Aquí una vez más, ella se mantuvo fiel al pensamiento de su mentor, Omar Dengo, reconociendo aquella idea “razones de economía nada justifican, economizar en educación es economizar en civilización”.

Las ideas de doña Emma, nos han llegado con el paso del tiempo y su legado, será imperecedero. Ello dependerá de esta generación de educadores que deberán iluminar su camino con la fulgurante antorcha de su pensamiento, siempre vivo, siempre actual. No para mostrarse como pieza de museo, encerrado en una cápsula, sino como poderoso y rugiente motor para emprender el cambio.

Concluyo mi participación con fragmentos del bello poema que intituló Invitación a la Tierra EncantadaNiños, venid a la tierra encantada¡. Sólo basta un secreto: saber apreciar la maravilla de las cosas sencillas: el agua de cristal, el cielo en un charquito, la danza del viento y los caballitos del mar. Cuando Dios creó el mundo creó la belleza y concedió a los niños el don de poesía. A un niño no le gusta repetir como un tonto en la escuela: “El ave es un animal con dos patas que pone huevos y vuela”. Un niño de la tierra encantada prefiere decir: “pajarito que vuelas sobre el azul del cielo, baja y cántale a mi madre tu canto de oro. Este niño de la tierra encantada viste las cosas con palabras de gracia. Es hermano menor de San Francisco el santo poeta de Las Florecillas que sabía conversar con las criaturas de la tierra, pajaritos, agua o estrellas”. Que seamos capaces, de convertir, hoy y siempre, a toda Costa Rica…en esa tierra encantada.

También podría gustarte Más del autor

Comentarios

Cargando...