Jeanette Amit.
Casas del miedo
¿Dónde está el miedo
con sus ojos de herida,
con sus dedos de luna a media asta?
¿Dónde, dónde está el miedo
que persigue tu aliento,
él, animal de la ausencia
acechando entre tus espejismos?
¿Dónde se esconde su aullido insolente
y el goteo intangible
de su burla en la noche?
Es entre esta estrella
donde hierve su enigma,
en las torres quebradas
que son piel del olvido.
Fantasma señalado de mi sueño,
rastro certero de tus lejanías,
cáscara torpe de nuestros silencios.
El miedo hizo su casa
en nuestras soledades,
entre las briznas rojas
de tu cuerpo y mi cuerpo:
presas fugadas del ayer,
lentos depredadores de la noche.
¿Dónde está el miedo, amor,
con su nombre de daga,
con esta fauna viva
de espadas señalándonos?
¿Dónde, dónde está ahora
esa estación prohibida
de su fuego nocturno
que no puede vencernos
aunque lo guíen todos
los abismos certeros de mi ansia?
Dame tu mano, amor,
que el miedo es la distancia en nuestros ojos,
este grito que se alza
en mis huesos llamándote.
Vamos, no dejemos pasar
más golpe entre nosotros,
tantas flores cayendo
preñadas lentamente por tu beso,
estas manadas locas
del tacto y sus espinas
que graban en mis brazos
los ríos invasivos del deseo.
Dame tu miedo, amor,
para anudar tus manos
a esta estela empapada
de mi piel entre el ámbar,
a esta fuga continua
de caminos quemándose,
a esta casa turgente
donde te han de cubrir
todos los labios flores de mi cuerpo.
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