Julio Revollo: El primer jefe del Ejército Mambí

Había nacido en Puerto del Príncipe, hoy Camagüey, Cuba, el 29 de marzo de 1833

Julio Revollo AcostaGenealogista

A María Cristina “Maqui” Guardia Tinoco

Anteriormente me he referido a importantes personalidades de la vida política, económica, social y cultural, principalmente a nivel de América Latina. Muchos de ellos han pasado de incógnitos en nuestros libros de historia, raramente registrando su paso por Costa Rica, país que tradicionalmente ha servido de asilo a políticos e intelectuales, o bien como tierra de paz.

Es en este contexto que hoy me referiré a un destacado cubano, cuya trayectoria en la política y las armas lo llevó a varios países que sirvieron de escenario para el desarrollo de sus ideas y principios. Sin embargo al final de sus días, fue precisamente Costa Rica, quien lo acogió y conserva los restos del General Manuel de Quesada y Loynaz, sepultado en San José el 29 de enero de 1884 a los 50 años de edad. Había nacido en Puerto del Príncipe, hoy Camagüey, Cuba, el 29 de marzo de 1833, hijo de Pedro Manuel de Quesada y Quesada y de María del Carmen Loynáz y Miranda.

Gral. Manuel de Quesada y Loynáz

Desde muy joven fue miembro de la organización secreta e independentista Sociedad Libertadora de Puerto Príncipe. Posteriormente se vió obligado a abandonar la isla y se dirigió a Nueva York, en donde permaneció algunos años. Marchó a México en donde hizo causa común con las ideas liberales, ingresando al ejército de ese país en donde alcanzó el grado de general de división y fue nombrado gobernador del Estado de Durango.

Invadido México por los franceses, se unió a la resistencia contra los invasores y organizó un cuerpo militar el cual se llamó Lanceros de Quesada. Continuó en el ejército bajo el mando del presidente Benito Juárez y, una vez terminada la invasión extranjera y caído el Segundo Imperio, se regresa a Nueva York, Ahí supo del alzamiento contra las autoridades españolas de Carlos Manuel de Céspedes del Castillo, por lo que viaja a Cuba de inmediato, habiendo llegado a Camagüey en setiembre de 1868, regresando a Nueva York poco después para organizar una expedición que, en diciembre de ese mismo año, sale para Cuba desde Nassau en las Islas Bahamas.

El 27 de diciembre de 1868 llegan al puerto de la Guanaja, en la costa de Camagüey, siendo la primera expedición que llegó a Cuba en la llamada Guerra de los Diez Años. Nombrado Jefe militar interino de Camagüey, el 1º de enero siguiente es designado General en Jefe de las fuerzas camagüeyanas. Asiste a la Asamblea Constituyente de Guáimaro, en donde es nombrado General en Jefe del Ejército Libertador el 11 de abril de 1869. En ese cargo demostró su capacidad organizativa en la reestructuración de las tropas, pero el desempeño de sus funciones constante se veían limitadas por la intervención de los poderes civiles. Ocho meses después, el 17 de diciembre, es obligado a renunciar a la Jefatura Militar al no ser acogido su pedido de la centralización del mando militar.

En 1870 el Gobierno de la República en Armas le nombra como su agente especial en los Estados Unidos, lo que provoca la división del grupo disidente cubano en dos grandes grupos, los Aldanistas, seguidores de Miguel Aldama, y los Quesadistas, siendo dicho enfrentamiento uno de los factores que provoca el fracaso de la ayuda a la liberación de Cuba. Aún así, organiza dos expediciones del vapor Virginius que fueron exitosas, pero la tercera, en 1873, es sorprendida en los alrededores de Jamaica y conducido el vapor a Santiago de Cuba, en donde un Consejo de Guerra juzga a los tripulantes por el delito de piratería, siendo fusilados la mayoría de los prisioneros, entre ellos el hijo adolecente del general Quesada, Herminio de Quesada, que contaba con 18 años de edad.

La división de los miembros de la República en Armas, sumado a la falta de recursos para continuar la guerra y la oposición de los Estados Unidos al ejército libertador, conduce finalmente a la firma del Pacto del Zanjón en febrero de 1878, en el cual capitulan las fuerzas cubanas y reconocen al gobierno español como máxima autoridad en Cuba.

Desilusionado de sus compatriotas, y tal como lo dice su sobrino Carlos Manuel de Céspedes y Quesada,

“con el corazón desgarrado por el inicuo fusilamiento de su hijo, -que acrecentó su fervor de rebelde- por las privaciones y sufrimientos de su familia; la prisión de su madre anciana, -la que dobló la cabeza al tiempo que dejaba de latir el corazón de la patria,- las inconsecuencias de sus correligionarios volubles, y el mísero fin de la causa que tan poderosamente fomentara y auxiliara, esperó tranquilamente el fallo de la historia, que adivinaba le sería favorable, por la fuerza misma de los hechos, que le han dado la razón mucho antes de que los hombres le hicieran la justicia que pedía”.

Una vez firmado el vergonzoso pacto del Zanjón

“y convencido de que ya la lucha resultaría estéril para Cuba, él, que la había aceptado antes sin vacilar, y a cambio de amarguras y sufrimientos, mientras la creyó provechosa para la patria, acata ahora los hechos consumados, plega con dolor su glorioso banderín de enganche, enmudece en la sugestiva propaganda, cierra el libro de su odisea americana, y con él las alas de su inmenso corazón, al ser esfumados sus ensueños de guerrero, desvanecidas para siempre sus ilusiones y esperanzas de patriota. Entonces es cuando, limpias las manos por la que habían pasado, para convertirse en auxilios para Cuba, importantes caudales, emprende con la ayuda de un amigo fiel en la adversidad, el Presidente Tomás Guardia, de Costa Rica, el último viaje, el viaje triste, a la República hermana, en cuyos bosques vírgenes buscaría el sustento para su familia y la calma para su espíritu, mientras sus adversarios de Nueva York se embarcaban para La Habana, a reclamar en silencio la devolución de sus propiedades confiscadas.”

Ya en Costa Rica, su amigo el general Guardia Gutiérrez lo nombra Superintendente de la Línea del Pacífico, pero una aguda pulmonía lo derriba el 30 de enero de 1884 a los 50 años de edad, siendo sepultado en el Cementerio General de San José.

El general de Quesada había casado con Pamela Manuela Corvizón de la Vega, también oriunda de Camagüey, siendo los padres de:

1) Herminio de Quesada Corvizón, nació en 1855 y murió fusilado en Cuba a los 18 años de edad en 1873.
2) Hortensia de Quesada Corvizón quién casó en San José el 24 de junio de 1881 con el colombiano Alberto Quijano Párraga, hijo de José María Quijano Otero y de Mercedes Párraga Paredes.
Hijos:

2.1 Hortensia Quijano Quesada, nació en 1882 y murió en San José el 3 de setiembre de 1949. Casó en San José el 10 de setiembre de 1905 con Tobías Zúñiga Montúfar, secretario de Gobernación y Policía (1918) y de Relaciones Exteriores, Culto, Justicia y Gracia (1918-1919) (1937-1940), hijo de Tobías Zúñiga Castro, secretario de Gobernación, Policía y Fomento (1889) y de Hacienda (1905) y de Rosario Montúfar Madriz. Con descendencia.
2.2 José María Quijano Quesada, nació alrededor de 1886 y murió en San José el 21 de enero de 1927. Soltero.
2.3 Matilde Quijano Quesada, bautizada en Bogotá el 24 de junio de 1887, murió en San José el 23 de junio de 1954. Casó en San José el 3 de marzo de 1920 con José Alberto Manuel Víctor Ortiz Pacheco, hijo de Alberto Ortiz Garita y de Clotilde Pacheco Loaiza.
2.4 Alberto Quijano Quesada, nació en Bogotá, Colombia, el 15 de febrero de 1889 y murió en Cartago el 1º de noviembre de 1943. Casó en San José el 15 de diciembre de 1928 con Blanca Marta Piza Lara, hija de Julio Emilio Piza Díaz, colombiano, y de Dolores Augusta Lara von Chamier. Con descendencia.
2.5 Inés Quijano Quesada, nació en 1897 y murió en San José el 20 de setiembre de 1925. Soltera

3) Olivia de Quesada Corvizón, nació en 1869 y murió en San José el 27 de octubre de 1904. Casó con Manuel González Zeledón, el célebre Magón, escritor de novelas, cuentos y cuadros de costumbres que retratan la vida y personalidad del pueblo costarricense y quien, por varios años, fue cónsul de Costa Rica en Nueva York y, encargado de negocios y ministro en Washington. La Asamblea Legislativa le otorgó el título de Benemérito de las Letras Patrias en 1953, hijo de Joaquín González Ramírez y de Jesús Zeledón Castro.
Hijos:

3.1 Pilar Hortensia Marcelina Pamela Clorinda (Elvira) González Quesada, nació en San José el 8 de enero de 1888. Soltera.
3.2 Florinda González Quesada, nació en San José el 8 de enero de 1888 y murió en Bogotá, Colombia, el 29 de mayo de 1889. Infante.
3.3 María Luisa del Socorro González Quesada nació en San José el 15 de setiembre de 1893 y murió en Turrialba el 2 de marzo de 1982. Casó con Rafael Arturo Tinoco Jiménez, hijo de Demetrio Tinoco Yglesias y de Adela Jiménez Oreamuno. Con descendencia.
3.4 Berta González Quesada nació en San José el 10 de mayo de 1895 y murió en la misma ciudad en junio de 1977. Casó con Edmondo Gerli de Paoliny. Con descendencia.

4) Alberto de Quesada Corvizón, soltero. Sin más datos.

5) Guillermo Quesada Corvizón, soltero. Sin más datos.

El general era hermano de Ana María de Quesada y Loynaz (1843-1910) quien fue la segunda esposa del Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo (1819-1874), prócer cubano que inicio la Guerra de los Diez Años y primer presidente de la República de Cuba en Armas (1869-1873). Fue hijo de este matrimonio Carlos Manuel de Céspedes y Quesada, médico, diplomático e historiador, que desempeñó la presidencia provisional de Cuba en 1933.

Como dato curioso, en La Tribuna de 6 de setiembre de 1922, aparece una gacetilla que dice:

“HALLAZGO HECHO EN LOS ALREDEDORES DE ESTA CAPITAL. EN LA FINCA DEL DR. SOTO SE ENCONTRÓ ENTERRADA UNA VALIOSA ESPADA CÉLEBRE. APARECE COMO UNA INSCRIPCION QUE RECUERDA A SU DUEÑO.
El doctor Zumbado nos invitó ayer tarde a su oficina para enseñarnos una espada que en la finca El Zapote del doctor don José María Soto, se encontró enterrada. Gustoso aceptamos la invitación y el doctor nos mostró la espada a que nos referimos y que el guarda para hacer cierta clase de investigaciones. La espada es de muy buena clase y tanto la hoja como la cubierta tienen inscripciones de oro, que representan varios escudos de armas rodeados de arabescos artísticos y simbólicos. En la empuñadura de la espada aparece esta inscripción: “El General Quesada a su hermano de armas el General Rocha”. Esta leyenda esta en bajo relieve y en letra de carta muy clara.SA sabe que tanto el General Rocha como el General Quesada a que se refiere la inscripción, son ciudadanos de Cuba, que estuvieron emigrados en esta República en épocas pasadas. En cuanto al General Quesada hay muy buenos recuerdos y aún hay personas que lo conocieron personalmente…”


Fuentes de consulta:

  • De Céspedes y Quesada, Carlos Manuel.- Manuel de Quesada y Loynaz.- Academia de la Historia.- Habana, Imprenta El Siglo XX, República del Brasil, 27, 1925.,
  • Prensa Latina.- Hallan en Costa Rica restos del primer jefe de Ejército Mambí de Cuba por Alejandro Gómez.- www.prensa-latina.cu
  • Revollo Acosta, Julio Ernesto.- Colombianos en Costa Rica, inédito, 2019.
  • FamilySearch.org
  • Wikipedia.org
  • EcuRed.org
  • www.familysearch.org

 

 

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