La última cruzada

La indecisión solapada será la que tiene el veredicto el próximo domingo

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Iván Barrantes.

La semana pasada fue la última publicación de encuestas tanto del CIEP como de Opol #7. Considero que ambas encuestas no cambian en nada la situación que hemos venido observando y que la vamos a resumir de la siguiente manera:

  1. No hay lectura correcta de la abstención potencial. En Opol 7, el último dato la ubica en 20,9% del universo, lo cual es sumamente bajo, ya que la abstención en primera vuelta fue de 34,8%, y es un hecho que la abstención en segunda vuelta será mayor a la primera. Esto es totalmente válido ya que, en una primera vuelta, en este caso, pasamos de 13 competidores a solamente 2 competidores que apenas lograron el 30% de los votos totales de primera vuelta. Del otro 35.2% de votantes en primera vuelta de otros candidatos, por lo menos la mitad se abstendrá de votar porque ninguno de los Alvarado los representa y mucho menos con el tipo de campaña que hemos visto en esta segunda vuelta, totalmente decepcionante.

En el caso de CIEP, si está logrando una lectura más certera de la abstención y la misma se coloca en esta última medición en un 31%, muy en línea con la abstención de primera vuelta de 34,8%. Podríamos decir que en CIEP, están diciendo que NO votarán casi que los mismos que no votaron en primera vuelta, lo cual es lo usual en cualquier proceso electoral (si no votaste en primera vuelta, con mayores índices de competencia y opciones: ¿por qué habrías de votar en la segunda vuelta?)

  1. La indecisión no se está midiendo correctamente en ambos instrumentos. Lo que tenemos en ambos estudios es gente declarando que no tiene candidato definido y que terminará no votando. Veamos el siguiente cuadro:

*(Los indecisos en CIEP, los pone como un 15%, pero son un 15% de los que declaran que SI votarán. Ese 15 del 69% de personas que declaran que SI votarán (100% universo – 31% abstención), equivale a un 10% del universo total, por lo tanto, no es correcto leerlo como un 15%).

El cuadro anterior es súper revelador y llama la atención dos variables que no son tan casuales: El total de abstención + indecisos de OPOL es un resultado total casi igual que la abstención de la primera vuelta 2018, y en el caso CIEP esa misma suma de abstención + indecisión es casi el mismo número de la abstención real de 43,4% de la segunda vuelta 2014 donde triunfara Luis Guillermo Solís. Veamos el detalle de ambos escenarios:

  1. En el caso de Opol, la suma de abstención e indecisión es de 35,3 casi idéntica a la abstención de primera vuelta. Esto nos permite formular la hipótesis de que los indecisos de Opol 7 terminaran NO votando, ya que ese número nos pone en el piso correcto que es el resultado de abstención de primera vuelta de 34,8%. Esto es usual ya que él no votar es una opción en si misma y si tomamos Opol del miércoles 28 febrero 2018 que fue la última encuesta de este proveedor antes de la votación de primera vuelta del 04 de febrero 2018, tenemos un dato súper revelador:

Es un hecho que el instrumento de Opol, no capta con exactitud la declaración de abstención, pero pareciera que los que se declaran indecisos en este instrumento, realmente son gente que terminan NO VOTANDO, es como que si en el momento de declarar, no están al 100% convencidos de dicha acción, pero en su mente esa probabilidad es cada día mayor. Entendido lo anterior y siempre como hipótesis de trabajo, la lectura correcta para este estudio es sumar ambas variables para entender exactamente por dónde anda la abstención. Por el momento el resultado de esa sumatoria para el estudio #7 y final de Opol, está muy en línea con el resultado de abstención de primera vuelta, pero ya estamos claros que en segunda vuelta la abstención es mucho mayor, entonces aquí asalta una pregunta: Donde están los indecisos según Opol 7?. Respuesta: camuflados entre los que responden que SI votarán y que en la papeleta simulada votan por un candidato. Es una declaración sumamente frágil, sin convencimiento, sin compromiso, y eso es algo totalmente lógico y válido por una sencilla razón y es que los Alvarado son minoría, apenas votaron por ellos el 30% de la población en primera vuelta, por lo tanto, el otro 35,2% que votó por otros candidatos en esa primera vuelta, no están encantados, seducidos, ni convencidos del voto que le dará a alguno de los Alvarado. Es como ir a la cama por compromiso, en cualquier momento usted deserta de la misión e inclusive puede que se defina por otra opción (a la cama no precisamente a dormir). Es lo que hemos llamado la promiscuidad electoral según la definición que hiciéramos en el último análisis y que es lo que hace que el resultado de Opol esté pegado con alfiler, casi que podemos decir que esos 12 puntos de ventaja de Fabri vs Carlitos son ficticios, ya que al estar un gran porcentaje de la gente que declara que, SI votarán y hacerlo en la papeleta simulada por alguno de los candidatos, en el fondo no están decididos. En estricta teoría pueden ser 12 puntos, puntos menos, puntos más, empatados, ganando Carlitos, puede ser cualquier cosa. Estamos frente a un escenario totalmente impredecible y esto uno lo puede constatar en diferentes lugares con la gente de a pie, llámese cantinas, grupos alrededor de un partido de futbol, hablando con meseros, ubers, estilistas, cantineros, etc., la tónica es la misma ya que solo hablando con todos aquellos sujetos que en su día a día laboral intercambian conversación con cientos de sujetos de todos los colores y sabores ( totalmente aleatorio, sin distingos de raza, sexo, religión u otros gustos y preferencias ) uno entiende que es más que evidente que hay una apatía total y una incertidumbre y duda por quien realmente votar, porque quitando al 1,000,030 de sujetos que votaron por los Alvarado en la primera vuelta, el resto de la población no siente afinidad con ellos, a excepción de los que han sido seducidos por el discurso anti PAC, como los PLN en primera línea y ahí también todo el espectro de los que son más derecha, con mejor nivel socio económico que siguen viendo al PAC como lo peor, un injerto cuasi socialista y enemigo de la economía de mercado e igual otro grupo que simplemente no soporta al PAC y los aires de superioridad de sus jóvenes e intelectuales progresistas, que en honor a la verdad han jugado todos los números de la rifa para ganarse esa animadversión, En el bando contrario los seducidos por el discurso anti Fabricio que continúan sin digerir todo esta mezcla de religión y política ( mezcla totalmente nociva ), y otros que empiezan a ver con sospecha esta mezcla de conservadores con la crema y nata del espectro neoliberal, que en su mente creen que ante la ausencia de cuadros técnicos de RN, ahora si se desquitarán de los 4 años de oscuridad de este gobierno en cuanto a temas económicos y de comercio exterior se refiere. En ambos casos son grupos que son minoría en el Universo de 3,350,000 personas del padrón electoral, de los cuales 1,030,000 son los votos Alvarado, y un 34,8% no votaron en primera vuelta y no lo harán en segunda (1,165,800 personas) por lo que solo quedan para disputar 1,179,200 personas donde si acaso el 20% se han decantado por los sentimientos anti PAC o anti Fabricio anteriormente descritos. Esta campaña está muy lejana de la gente de verdad, la que hace la masa crítica, y esa gente en su mayoría no tiene una opción definida. ¿Por qué habría que tenerla?

En cuanto a CIEP, en el caso de la abstención que logra captar su estudio #3 y final, está muy en línea con la abstención de primera vuelta (CIEP 31%, PRIMERA VUELT 34,8%). Esto nos hace pensar que este instrumento está siendo más certero en ese sentido. Lo que es súper revelador, es que al hacer el mismo ejercicio que Opol, la suma de abstención más indecisión el número es de 41% muy similar al 43,4% de abstención real de segunda vuelta del 2014. ¿Cuál es nuestra hipótesis? Simple y es que CIEP está logrando acercarse más a la posible abstención de segunda vuelta 2018 que será por lo menos del 50%.

Mucha gente me pregunta ¿de dónde sacó este número de abstención de 50% o más?. Hay que evaluar las tendencias y hay 3 datos que orientan dicha proyección:

  • La abstención de primera vuelta del 2018, es la más alta de la historia junto con la del 2006. Esto indica que hay niveles de apatía muy fuertes que no se eliminan en 2 meses de campaña de segunda vuelta y menos con campañas tan sosas y poco agresivas como la actual.
  • La abstención de segunda vuelta del 2014 fue de 43,4%, siendo una campaña más fuerte, intensa y épica, que movió más las emociones que las razones. No hay ningún hecho que indique que la abstención de la segunda vuelta del 2018 pueda ser menor a la del 2014.
  • Los Alvarado en primera vuelta fueron minoría (Apenas el 30% del padrón). Si tenemos un fuerte índice de apatía electoral, un antecedente de 43,4% de abstención segunda vuelta 2014 y una campaña actual que poco ha hecho para incrementar fuertemente la base de 1,030,000 votantes del universo Alvarado, entonces nuestra hipótesis de una abstención del 50% o más es totalmente válida y fundamentada

Entonces, vuelve la misma pregunta. Si en CIEP también los que se declaran indecisos terminarán no votando, entonces: ¿dónde están los indecisos? Misma respuesta: Camuflados en los que declaran votar por algún candidato. Al igual que en Opol, el resultado para CIEP también es ficticio con respecto a lo que ocurrirá el domingo 01 de abril, el resultado puede ser cualquiera.

  1. Pero independientemente de los resultados que puedan tener Opol o CIEP, hay algo que si es una constante en ambos estudios y es que no hay movimientos fuertes en las curvas de crecimiento de ambos estudios. VEAMOS los siguientes cuadros comparativos según total padrón para tener un número más realista y así obviar el efecto abstención + indecisión:

En ambos casos no se observan variaciones importantes. En Opol la diferencia estuvo siempre entre 7-10 puntos y en CIEP entre 1-3 puntos. Independientemente del número esto solo significa algo y es que las campañas no han generado grandes sobresaltos, grandes cambios en el imaginario. En términos Barrantes, ninguno ha seducido, conquistado y logrado acostarse con el electorado. No hay pasiones, no hay fuego, las hormonas quedaron al debe en esta campaña, por eso ambos estudios nos dan el mismo patrón y es que ¨no ha pasado nada ¨ por lo tanto toda esa pajita de las adhesiones, los apoyos, los equipos, las propuestas, la unidad nacional, etc. no movió las agujas, no genero ninguna épica y en ese contexto el gran ganador es Fabri, quien al lograr que todo esto fuera ¨ cero olas ¨ , pues prácticamente ha mantenido casi que la misma diferencia con que terminó el resultado real de primera vuelta, y en ese sentido y con la complicidad de Carlitos su campaña ha sido efectiva.

  1. El resultado final es incierto ya que la diferencia nunca ha sido tan grande. La indecisión solapada será la que tiene el veredicto el próximo domingo. Nuestro escenario es el siguiente

De ese voto por competir, para que Carlitos pueda ganar tiene que ganar mínimo el 60% de ese voto y Fabri el 45%. De mi parte no doy nada por jugado, y lo único que puede distorsionar todo es que en estos días de reflexión la gente sea seducida por alguno de los dos sentimientos: El anti PAC o el anti Fabri, y entonces acuda en masa a las urnas motivados por ese deber. Ahí Carlitos también tiene desventaja, mucho de su target estará de vacaciones.

¿Quién lo logrará?

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