Lilliana Sánchez Bolaños., Politóloga (Msc.).
El mensaje del Presidente de la República siendo candidato de “yo me como esa bronca” trajo como consecuencia la esperanza que el ciudadano tenía ante un desconocido que iba a lograr todo aquello que por tanto tiempo esperábamos los costarricenses. No más corrupción, mejor calidad de vida para todos, regulación de trámites y tantas otras promesas que esperábamos.
Y sobre todo esperaban aquellos ciudadanos menos privilegiados: los que realmente creyeron en esas promesas. En verdad los primeros meses de su gestión el Presidente tuvo un gran apoyo, los ciudadanos creían en él.
Ya han pasado más de cinco meses de esta gestión y los ciudadanos empiezan a sentir un gran descontento como muestra la última encuesta del Centro de Investigación Investigación Observatorio del Desarrollo (CIOdD) de la Universidad de Costa Rica publicada hace pocos días.
Efectivamente, en los últimos tres meses la valoración positiva hacia el mandatario pasó de 70% a 63%, mientras creció de 11% a 24% el grupo que considera “pobre” el manejo de la situación económica del país.
El gobierno de Rodrigo Chaves perdió una parte del abundante apoyo popular que tuvo desde su llegada al poder, con una leve caída en quienes consideran que el desempeño es bueno y con una mayor criticidad en tareas como costo de vida, pobreza, desempleo, seguridad e incluso lucha contra la corrupción.
Rodrigo Chaves mantiene un alto respaldo de la ciudadanía, con un 63% de ella que dice que el trabajo ha sido “bueno” o “muy bueno”, aunque este porcentaje era 70% en julio.
Desde la primera medición realizada por el CIOdD-UCR, una parte de las calificaciones de aprobación se trasladaron a “regular”, que eran 21,6% y ahora son 27,3%, y en menor medida a “pobre”, de 6,7% a 8,3%, lo que también indica que sigue vigente la “luna de miel” favorable para el mandatario.
Sin embargo, la gestión del gobierno de Rodrigo Chaves, recibe menores calificaciones, como se refleja en la pregunta sobre el desempeño en atención de tareas de la economía como la atención de pobreza, la inflación o el desempleo: en julio un 11,3% decía que era “pobre”, pero ahora es 24,1%. Es mayor el grupo de personas que dicen que es bueno el trabajo en esas áreas, aunque se redujo desde 51,3% en julio a 32,8% en octubre.
Se da evidentemente un desgaste en la calificación de la gestión del Presidente y su equipo de Gobierno y debe de verse la capacidad de sostener esa condición en los próximos meses o en el 2023.
Los ciudadanos efectivamente ven menos cumplimiento de las promesas hechas por el Candidato, hoy Presidente de la República. También hay una mayoría inclinada a ver con buenos ojos el cumplimiento de las promesas presidenciales, pese a que también se registra una reducción en este rubro en relación con julio.
El Presidente de la República sin embargo recibe una buena calificación al desglosar sobre atributos personales del mandatario, la cual sigue siendo beneficiosa por rasgos como “firmeza”, “capacidad” y “liderazgo”.
Sobre los aspectos específicos de la labor gubernamental se nota también un deterioro en la nota que dan los ciudadanos. En generación de empleo la calificación bajó desde 6,35 a 5,57 en la escala 1-10, en seguridad ciudadana descendió desde 6,84 a 6,10 y en lucha contra la corrupción, bandera de Rodrigo Chaves, era 7,51 y ahora es 6,58, mientras en lucha contra la pobreza pasó de 6,26 a 5,52.
La respuesta a la mejor decisión que ha tomado el actual gobierno ya los ciudadanos no mencionan el de “destapar casos de corrupción”, como contestaba 14% de los encuestados en julio, sino “bajar los precios de la gasolina”, en alusión a las tarifas de los combustibles que se han reducido en un contexto de baja en el precio internacional del crudo. Esto señala el 17,5% de las personas, seguido de 8% sí señala la lucha contra la corrupción.
La pregunta de “la peor decisión” tiene una coincidencia entre julio y octubre, pero con distinto peso: la población señala que es “el manejo de la pandemia”, aunque antes lo decía el 17% de quienes contestaban la pregunta y más recientemente se duplicó hasta es 34,6%, en referencia al retiro de la mascarilla y el manejo de la vacunación.
Ahora aparecen en segundo lugar las decisiones administrativas en asuntos como el aumento salarial de ministros (9,3%), mientras el 8% dijo que la peor decisión ha sido la propuesta gubernamental de privatizar el Banco de Costa Rica (BCR), seguido de 7,5% que apuntó al plan para regularizar la marihuana para consumo libre. Ahora 6,9% responde que no ha habido malas decisiones, rubro que en julio reportaba 31%.
A las consultas sobre tareas específicas, la calificación de la ciudadanía es baja en tareas gubernamentales como bajar el costo de la vida (5,9 en la escala de 1 a 10), reducir impuestos (5,7), generación de empleo (5,7), lucha contra la pobreza (5,5) y mantenimiento de carreteras (4,8).
Mientras tanto, la Asamblea Legislativa mantiene calificaciones desfavorables de la población, pues 20,3% dice que realiza una mala labor y 57,5% contesta que es apenas “regular”.
Los entrevistados que reprueban la labor legislativa afirman que los diputados discuten mucho y pierden tiempo, que no están capacitados y un grupo menor les critica que actúan “en contra del Presidente”. Únicamente un 23% cree que los legisladores actúan con transparencia y un porcentaje igual señala que el desempeño de ellos ha sido satisfactorio.

Además, ante una pregunta sobre cuán representadas se sienten las personas con la Asamblea, en la escala 1-10 la respuesta promedio fue 4,51.
La última encuesta del CIOdD se realizó entre el 14 y 24 de octubre, con algunas preguntas que resultan comparables con las realizadas en la medición del mes de julio, antes de que el Presidente y su equipo cumplieran cien días en el poder. El margen de error es de 3,2 puntos sobre la muestra total, compuesta por 973 personas mayores de edad entrevistadas por teléfono celular.
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