Lilliana Sánchez: Un país roto

Costa Rica, como muchas otras sociedades, atraviesa por un momento sumamente crítico en donde los miedos y temores de la ciudadanía aumentan, lo que puede desequilibrar la paz que aún los costarricenses vivimos.

Lilliana Sánchez Bolaños., Politóloga (Msc.).

El Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) y la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica realizaron entre el 17 y el 21 de abril la última encuesta de opinión en donde se muestra la situación del país en diversos eventos.

Se presenta un deterioro en diversos temas entre los que destaca la inseguridad ciudadana, así como la situación económica y social paralelas a una gestión de gobierno cada vez más confusa y una Asamblea Legislativa cuya labor cada vez más se deteriora en la opinión ciudadana.

Entre los principales aspectos de este análisis se presentan los siguientes: 

Metodología

1.- La encuesta se realizó a ciudadanos con teléfono celular (aproximadamente un 97,5% de la población) partiendo del marco muestral del Plan Nacional de Numeración de la Superintendencia de Telecomunicaciones (SUTEL) por medio del cual se realizó un muestreo aleatorio.

2.- Fueron realizadas 1000 entrevistas telefónicas a personas mayores de 18 años, los días 17 y 21 de abril.

3.- Toda generalización que se haga con base en estos datos debe referirse estrictamente a la población con teléfono celular y no a la población en su totalidad.

Principales problemas del país.

Este año la inseguridad y la delincuencia saltaron al primer lugar de los mayores problemas del país y se duplican en menciones al costo de la vida y al desempleo, que, aunque siguen causando preocupación a las personas se sitúan en el segundo y tercer lugar de los problemas del ciudadano con un 17.7% y 15.8%, respectivamente.

Disminución de valoración positiva del Gobierno: 

En comparación con los datos obtenidos en la medición de Agosto en donde el 79% de la población respaldaba al Presidente Rodrigo Chaves, ahora que se acerca el fin del primer año de Gobierno, a pesar de tener una alta aprobación ésta disminuyó en 11 puntos porcentuales, al pasar de 79% a un 68%.

Al consultar a la población acerca de su nivel de confianza en que el gobierno actual pueda resolver el problema de inseguridad del país, se observa una percepción mayoritariamente pesimista. Un 60% de las respuestas indican “ninguna o poca confianza”, mientras que un 40% sostiene “mucha o alguna confianza” en la capacidad del gobierno para enfrentar problemáticas como la inseguridad y la delincuencia. Este indicador se ha deteriorado en comparación con el pasado. Según los datos de noviembre 2022, el 49% indicaba ninguna o poca confianza, frente a un 51% señala tener mucha y algo de confianza en que el gobierno actual pueda resolver los principales problemas del país.

El rumbo del país también muestra resultados con señales de deterioro en relación con meses anteriores: en cinco meses pasó de 50% a 44% quienes lo consideran “bueno” o “muy bueno” y subió de 24% a 33% quienes lo califican como “malo” o “muy malo.

Percepción de la Asamblea Legislativa

Un 56% de las personas consultadas consideran que las leyes son promovidas por intereses personales de los ciudadanos. Un 10% promovidos por intereses partidarios y un 14% considera que solamente las iniciativas legislativas promovidas por el Presidente de la República son las que se toman en consideración, mientras un 12% afirma que son las opiniones de la población las que utilizan los diputados para legislar.

En cuanto a la percepción del trabajo realizado por las distintas fracciones políticas representadas en la Asamblea Legislativa, una cantidad similar de personas considera esta labor de forma positiva o bien, negativa. Sin embargo, para la mayoría de las fracciones predomina la opinión negativa.

Los casos que destacan en cuanto a valoración negativa son el Partido Liberación Nacional y el Partido Unidad Social Cristiana ya que obtienen los valores más altos con un 37% y un 30%, mientras que se les da una valoración positiva de 25% en ambos casos. Se observa una tendencia similar se observa en las fracciones del Partido Nueva República y el Partido Liberal Progresista cuyas valoraciones negativas son mayores con un 26% y un 28% en contraposición a una valoración positiva de un 21% y un 16% respectivamente.

Dos casos de fracciones legislativas fueron consideradas positivamente por las personas: la fracción legislativa del partido oficialista de Partido Progreso Social Democrático tiene una valoración positiva de un 25%, la cual es mayor a la valoración negativa de 22% y la fracción legislativa del Frente Amplio que tiene la mayor valoración positiva de 30% y negativa de 28%.

En cuanto al reconocimiento que los ciudadanos dan a sus legisladores provincialmente se observa que permanece el desconocimiento ya que 8 de cada 10 personas no sabe el nombre de su representante. Solamente 1 de cada diez personas proporcionó el nombre de un diputado con al menos un apellido de forma correcta.

Esta información pone a discusión señala cómo las percepciones negativas de la Asamblea prevalecen aún sin conocer con exactitud quién integra dicha institución. En particular, es relevante cuestionar el contacto que se mantiene entre la población y los legisladores una vez que se terminan los procesos de campaña electoral. Señala evidentemente la distancia entre los ciudadanos y sus representantes.

Simpatía partidaria

Permanece la baja simpatía partidaria: el 79% de las personas consultadas indica no tener simpatía partidaria y el 21% restante sí indica tener vínculos con alguna agrupación política. Entre los que sí reportan tener simpatía, los tres casos más mencionados fueron: 83 personas indicaron al Partido Progreso Social Democrático, 57 al Partido Liberación Nacional y 24 al Partido Unidad Social Cristiana.

Un acercamiento a la política local

 A menos de un año de las elecciones municipales, informar sobre el rumbo de la política local adquiere especial relevancia. En ese sentido, y aclarando que cada cantón y municipalidad se articula en un sistema propio, en este aparte el CIEP integró aspectos determinantes de la preferencia de voto y participación política local, tomando en consideración que la Municipalidad es de mucha importancia para la ciudadanía y se proyecta como una oportunidad para la participación política local.

Al consultársele a las personas si las elecciones municipales fueran ese mismo día, cómo preferirían votar, sobresale que el 29% dejaría la papeleta en blanco o anularía su voto mientras que un 26% afirmaron que votarían por el Partido Progreso Social Democrático, actualmente en el poder.

Una parte de la población, 21% favorece la continuidad de la gestión de los actuales alcaldes. 

Se consultó además sobre la importancia que le dan las personas a la municipalidad según sus percepciones de la comunidad y el cantón. El 65% de los encuestados afirmó que el gobierno local es “muy importante’, y si se le suma el porcentaje de las personas que mencionaron que era “algo importante”, se tiene que aproximadamente 8 de cada 10 personas le consideran de importancia. Mientras que el 12% considera que es “nada o poco importante”.

Un 39% de las personas no tiene interés en ser electo para un puesto de representación local.

Miedo y más miedo

Costa Rica, como muchas otras sociedades, atraviesa por un momento sumamente crítico en donde los miedos y temores de la ciudadanía aumentan, lo que puede desequilibrar la paz que aún los costarricenses vivimos.

En este estudio, el CIEP incluye una lista de diez tipos de miedos que podrían estar presentes en las dinámicas sociales en el país. Las preguntas concretas fueron:

En una escala del 1 al 7 donde 1 es Nada de miedo y 7 es mucho miedo ¿Qué tanto miedo tiene usted de…? 

  1. Perder su empleo o no encontrar uno 
  2. Que no le alcance el dinero para llegar a fin de mes 
  3. Que sus hijos/as no tengan un mejor futuro 
  4. Que personas cercanas enfermen y no pueden ser atendidas 
  5. No tener una pensión en el futuro 
  6. Ser víctima de un asalto en la calle o en el barrio 
  7. Que el narcotráfico controle su comunidad 
  8. Que personas cercanas sean agredidas física o sexualmente 
  9. Que personas cercanas sufran bullying o matonismo 
  10. Perder el país

Cada uno de estos ítems se estandarizó y transformó a una escala 0-100, en la que un valor de 0 significa ningún miedo y 100 mucho miedo. 

Al agrupar a todos los ítems el valor promedio de miedo es de 76 puntos en la escala 0-100, una cifra alta. No obstante, hay diferencias importantes según los temas examinados, a pesar de que en todos los casos analizados los valores promedios son altos. 

Como se aprecia en el gráfico 3, los valores dados por las personas fueron:

  1. El mayor miedo de la ciudadanía costarricense es perder el país (84 puntos),
  2. La posibilidad de que el narcotráfico controle el barrio en el que habitan (82 puntos) 
  3. No llegar a tener una pensión en el futuro (80 puntos).

A la par de estos miedos y temores, los costarricenses también tenemos miedo de que el Presidente de la República no dé una ruta clara y concreta para lograr responder a una sociedad que requiere dirección no autoritarismo. A una sociedad que requiere avanzar. 

La disminución de la credibilidad del Presidente y su Gobierno es una llamada de atención para que todos nos demos cuenta de que tenemos un país sin rumbo, sin políticas públicas y que no podemos continuar así.

Nuestra sociedad está enferma, nuestro país es un caos. Debemos de mantener la fe en la democracia que en los últimos días ha dado muestras de su solidez. Debemos mantener la fe en los ciudadanos, en sus valores y en la fuerza que todos tenemos para seguir adelante.

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