Lucía Alfaro: Poesía del libro “Vocación de herida”
Del libro "Vocación herida": Éxodo. Vocación de herida. Tres latidos. Gesto clandestino.
Lucía Alfaro.
Poemas del libro Vocación de herida, publicado en el 2016 por la Editorial de la Universidad
Estatal a Distancia en coedición con Poiesis Editores.
Éxodo
A Eunice Odio, esa niña que siempre me habita.
Niña de trapo y miedo,
aterrada en tu cuarto menguante
sobre un charco de plomo y de letargo
todavía respiras.
Las paredes cobardes
atropellan tus ojos.
El pulso vaga solo
y te araña las sienes
en un éxodo exánime
sin reptiles de luz,
sin Dios,
sin golondrinas.
Niña de trapo y lágrima,
escalando los hilos del insomnio
oyes caer las sombras
con sus grillos de muerte
en cada esquina,
en cada aguja estática,
en cada hora maldita.
Y la máscara agoniza
aterrada entre culpas.
Jaula sola desde todos los siempres:
nada cabe en tus alas
tristes y desguazadas,
solo la contracción,
la guerra de latidos
que encadenan el dolor de vivir
a ese pozo que dejan
los pájaros suicidas.
Niña de trapo y sangre,
trémula,
desterrada…
Vocación de herida
A Wendollyn Blackshao y en ella a todos los niños y niñas raptadas sin regreso.
¿Por qué agosto palpita
tan cerca de mi almohada
casi rozando el fondo de la muerte?
¿Y por qué esta tarde
repliega la doble soledad
de tus manos atadas al navío
del más duro silencio?
Este dolor se desgaja lentísimo
sobre todas las cosas
que envejecen tan solas en tu cuarto,
como incendiando abismos
al margen de tu infancia.
Mientras sigo buscándote
en los cicatrizados
túneles del conjuro.
Y reinvento alamedas
y torres intangibles
y hados con nombre de caricia
para envolver el último
espasmo de tu cuerpo.
¿Y por qué te me vas
tan azul, tan pequeña,
tan desnuda de ángeles
horadando la niebla;
con esa vocación
de herida indescifrable
que el azar te obligó
a tomar de un sorbo?
¿Y por qué agosto
nos ungió con esta lluvia amarga,
amarga, tan amarga
que encontró en el camino?
Nota periodística: Sobre este caso siempre se mantuvo la versión de que la menor fue sacada del país. Estos hechos contrastan con las comunes denuncias por desaparición…
Wendolyn Blackshaw lleva desaparecida 18 años. La tarde del 4 de agosto de 1989 el rastro de la niña –para esa época de 8 años– se esfumó tras su salida de una escuela en Ipis de Goicoechea.
Así como ellos, otros 71 menores permanecen desaparecidos.
LA NACIÓN, Domingo 29 de junio de 2008. San José, Costa Rica
Tres latidos
Quiero llamarte niño solamente,
porque no hace falta un nombre
para desear la muerte.
No voy a utilizar una metáfora
para entumecer aún más tu herida.
Lloraré mi impotencia sin adornos baratos,
sin eufemismos que solapen
el dolor de tus manos pequeñitas.
Uno, dos, tres…
trescientos treinta días
la muerte jugó a las escondidas
debajo de tus uñas,
sobre la indiferencia del vecino
y en el surco que el hambre,
los golpes y el fuego hicieron en tu cuerpo.
De qué sirve esta página,
qué puñal, qué profecía nos está haciendo falta
para salvarte ahora en otro nombre,
en otra soledad, en otra llaga.
Uno, dos, tres…
diez dedos ya sin miedo me señalan al unísono
como un solo índice.
Once meses de llanto
cruzan una y otra vez detrás de mi ventana,
como impíos apóstoles sin fe, sin evangelio,
que ocultan sus mentiras entre tus cicatrices,
las que ya no te duelen, gracias a Dios
o a los ángeles torpes que siempre llegan tarde.
Ya no habrá abandono
que haga saltar la noche por tus ojos.
Uno, dos, tres latidos de muerte
zigzaguean sobre una mueca de cama,
mientras queman las yemas de tus dedos,
y un grito vaga solo
en un domingo de ramos
que celebra allá afuera la “salvación” del hombre.
Nota periodística: Un pequeño de tan solo 11 meses de edad, falleció a las 7:30 de la mañana en la sala de shock, del Hospital Nacional de Niños, luego de que ingresara con un paro cardiorespiratorio procedente de una cuartería en San José.
“Los hallazgos que tiene el niño son fuertemente sugestivos de una agresión física, no de una vez, sino en forma repetida. Se le encuentran lesiones en cuero cabelludo, lesiones cortantes, una fractura parietal izquierda, hay lesiones en párpados como si lo hubieran golpeado”, explicó.
El doctor agregó que el médico que revisó al niño le encontró no menos de 10 moretones en la espalda, además, notaron quemaduras en la punta de los dedos, que posiblemente fueron hechas con un cigarrillo.
Abril 11 de 2014. Publicado a las 12:33:00 – Teletica.
Gesto clandestino
No conozco tu nombre,
pero nunca olvidaré la dislocada brújula de tus ojos.
Al niño que toma agua de la manguera de la gasolinera.
Sé que no has aprendido
otra forma de transitar el miedo,
por eso te refugias en el gesto disímil
de este medio día
atravesando mi insigne soledad
como un ala negra.
Y sé que no te importa
que otra vez el sol
trastoque fieramente
ese ángel tiznado
que muere tan despacio entre tus poros.
Pero el gesto de tu risa puntual
agujerea esta lluvia,
ignorando tu nombre
y el pétalo zaherido de los cristos
que nacen a destiempo.
Ambos sabemos que no hay un dios posible
en tus noches de adictos puñales.
Ambos sabemos que te venció el olvido
mucho antes que la muerte.
Lucía Alfaro, poeta, Filóloga graduada de la Universidad de Costa Rica, egresada de la Maestría de Literatura Latinoamericana, Editora, Presidenta de la Fundación Jorge Debravo y Gestora Sociocultural en el Grupo Literario Poiesis. Filóloga. Con su obra ha representado a Costa Rica en varios festivales literarios internacionales. Ha publicado siete libros de poesía. Parte de su obra ha sido traducida al inglés, al portugués y al italiano.
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