Luis París: Agitación en el PLN

Actuar como si nada pasara, sería un error que podría pagar caro electoralmente, lo cual sería nefasto para su supervivencia.

Luis París Chaverri, Ex Embajador.Luis Paris Chaverri

Con dos derrotas electorales al hilo y ante la eventualidad de una tercera que podría condenarlo a su desaparición, el Partido Liberación Nacional (PLN) atraviesa tiempos de agitación y desconcierto.

En las últimas semanas los medios de comunicación han informado que por lo menos una decena de sus dirigentes tendrían interés de participar en la convención liberacionista del próximo 5 de junio que definirá su candidato presidencial.

De confirmarse la participación de todos, esa justa interna de los verdiblancos será la de mayor cantidad de aspirantes de su historia y, con la eliminación del requisito reglamentario que requería el 40% de los votos para obtener el triunfo, es probable que alguno de ellos se declare vencedor con un porcentaje muy pequeño que no sería representativo de su base partidaria.

Por otro lado, los inevitables desacuerdos y enfrentamientos que se producen en las convenciones internas por lo general son causa de disgustos y resentimientos que afectan la necesaria unión del partido de cara a las elecciones nacionales.

El alboroto armado en estos días por algunos precandidatos sobre la consulta del secretario general del PLN al ministro de Salud y la respuesta de éste, es un ejemplo de los desencuentros de sus dirigentes y de que el proceso convencional será escenario de fuertes críticas, reproches, ataques personales y canibalismo político. Pareciera que los anima una vocación de autodestrucción que probablemente llevará a ese partido a una tercera derrota consecutiva.

Al respecto, creo que el PLN no debería repetir la negativa experiencia de la convención anterior, en la que la desarmonía entre precandidatos afectó su participación en las elecciones nacionales y como consecuencia no pasó a la segunda ronda.

También se debe considerar que, en el contexto de la crisis sanitaria y económica actual, no sería bien visto por la población el gasto millonario en publicidad, proselitismo, transporte, signos externos y toda la parafernalia que conlleva este tipo de eventos, amén del peligro de contagio del coronavirus que se podría dar por la asistencia de los partidarios a actividades de los precandidatos y a los centros de votación.

Con base en esas preocupaciones y con el interés de nominar un candidato con opción real de ganar en las elecciones de febrero próximo, el expresidente Óscar Arias planteó a Laura Chinchilla y José María Figueres, los otros expresidentes liberacionistas, que entre ellos tres recomendaran un candidato de consenso.

La idea del consenso la había sugerido con anterioridad Antonio Álvarez Desanti, alegando las mismas preocupaciones y asegurando que él estaba dispuesto a hacerse a un lado si todos aceptaban esa opción.

Como era de esperar la gestión del expresidente agitó aún más las aguas verdiblancas, ya que su propuesta ha encontrado aceptación y rechazo.

Los que se oponen argumentan básicamente que sería una medida antidemocrática, pero lo cierto es que en las democracias la búsqueda de consensos es una constante y alcanzarlos, ya sea por unanimidad o por decisión mayoritaria, no la deslegitima.

Si en el caso que nos ocupa, todos los aspirantes aceptan la propuesta de consenso y las instancias legales y superiores del partido la refrendan, no habría acto antidemocrático alguno. Recordemos que para las elecciones del 2006 el propio Arias fue candidato consensuado, no hubo convención y fue nombrado por la asamblea nacional del partido.

Es propio que en circunstancias o tiempos extraordinarios se adopten decisiones y acciones excepcionales y desde esa perspectiva creo que el PLN debería actuar en consecuencia.

Porque es evidente que esa organización política enfrenta circunstancias extraordinarias y que, asimismo, el país pasa por tiempos extraordinarios como consecuencia de las adversidades que ha causado la pandemia.

Esas realidades (sus propios problemas y la difícil situación del país) no deberían ser ignorarlas por el PLN porque sin duda incidirán en el próximo proceso electoral. Actuar como si nada pasara, sería un error que podría pagar caro electoralmente, lo cual sería nefasto para su supervivencia.


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