Luis Paulino Vargas Solís, Economista (Ph.D.)
El plan fiscal -ley 9635- ha sido una “pelada”…y de las grandes. Para Alvarado y su gobierno; para los economistas tipo Academia de Centroamérica; para los medios y las cámaras empresariales. Y para los partidos, en particular el tridente PLN-PUSC-PAC que lo votaron.
Leí la columna semanal que un economista de apellido Arce publica en La Nación. El hombre considera que la falla del plan podría ser su “excesiva” gradualidad. Una típica justificación ad-hoc. Como los gatitos: a ver cómo esconden la torta.
Pero, además, la pregunta obvia ¿y entonces esta almita de Dios cree que las cosas irían mejor si se hubiese dado un mazazo a lo bestia? En cuyo caso tendríamos la economía sumida en una profunda recesión, y a economistas como este -o sea, el 99,8% de los economistas de Costa Rica- buscando otras justificaciones oportunistas para intentar maquillar el fracaso de sus ideotas.
Y, entretanto, el PLN y el PUSC montan la payasada para tratar de lavarse las manos y que Alvarado cargue con todo el pesado fardo de esta fea responsabilidad. Pues no: el desastre lo montaron en conjunto, y en conjunto tienen que dar la cara.
Y como si la cosa ya no pintase fututa, viene la Contraloría, jupona y desquiciada, e insiste en imponer la peor versión de una regla fiscal que, en sí misma, es el más completo disparate.
Por Zeus ¡pero en manos de qué clase de ayotes hemos entregado el país!
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Luis Paulino Vargas, (Dr).
Es economista, profesor y catedrático universitario, es Director del Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo (CICDE) de la UNED. Autor de 12 libros y ganador del premio Aquileo Echeverría
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