Luis Paulino Vargas: ¿Cuál es el “cambio” que la gente reclama?

Claro que la gente está brava, y fue justamente eso lo que le permitió a Rodrigo Chaves ser presidente. Y, sin embargo, es cierto que ganó logrando captar tan solo una fracción minoritaria -menos del 30%- del electorado. No bastó su agresivo discurso “anti-establishment” y sus desorbitadas promesas. La molestia de mucha gente no se dio por satisfecha con eso.

¿A qué se debe este malestar? Sin duda, los recurrentes escándalos de corrupción tienen su cuota. Pero dudo que ese sea el factor principal. También inciden las insuficiencias en algunos servicios públicos (filas en la Caja, fallas en el sistema educativo, etc.). Pero no olvidemos que lo que a la gente más le importa, es aquello que impacta de forma directa y sensible la cotidianidad de su vida. La corrupción molesta mucho, pero, en general, no tiene ese efecto. Las fallas de los servicios públicos sí inciden en la vida personal y familiar, pero, sin duda, el elemento clave, la afectación decisiva, viene de la economía.

Y cuando digo “economía” no me refiero a los abstractos indicadores macroeconómicos que extasían a economistas y prensa comercial. Me refiero a aquello que directamente interesa a las personas: su empleo y su ingreso. En síntesis: el acceso a empleos decentes, estables y bien remunerados.

Ese es, con mucho, el factor principal: de eso dependen las condiciones de vida de los hogares, pero también su tranquilidad y, todavía más, la posibilidad de mirar con esperanza el futuro, pensando, quizá, en la educación de hijos e hijas, o la posibilidad de tener una casita propia. Cuando cunde el desempleo, o los empleos son precarios, inestables y mal pagados, todas esas aspiraciones se vuelven humo en el viento.

Dentro del modelo económico vigente, ese problema es irresoluble. Es obligatorio pensar en profundos replanteamientos. No hay de otra.

Ese es el “cambio” que la gente reclama ¿Aparece esto en el radar del nuevo presidente?