Luis Paulino Vargas: La tragedia de El Salvador

Bukele lo celebra, se siente orgullosísimo y lo exhibe ante el mundo como un trofeo de caza. Yo, por mi parte, me pregunto ¿cómo celebrar cuando lo que se hace es enterrar en vida a 50 o 60 mil muchachos que están en la plenitud de sus vidas? Deberían estar estudiando, trabajando, formando una familia. Debería estar viviendo y disfrutando sus vidas y contribuyendo a que su sufridísimo país salga de la tragedia perpetua a la que ha sido condenado. Es fácil tomar el atajo de individualizar las culpas. En realidad, lo aquí se manifiesta es el estrepitoso fracaso de un orden social que ha sido totalmente incapaz de dar educación de calidad y trabajo decente a sus juventudes.

La pregunta correcta es ¿cómo El Salvador pudo llegar a tal catástrofe? ¿Cómo un país tan pobre puede concederse el lujo de despilfarrar de esta manera la vida de 50 o 60 mil muchachos?

Pero Bukele lo celebra, y no faltan quienes lo aplauden. Incluso, leí un comentario desquiciado en términos de: “ahora que Costa Rica gana fama de país inseguro, el turismo se irá hacia El Salvador que se está haciendo un país seguro”. Tremenda mentira. El Salvador de Bukele es el país donde reina la paz de los cementerios, un país que renuncia a su futuro al destruir a su juventud.

En este arreglo fotográfico que comparto, se observan las aglomeraciones multitudinarias de hombres jóvenes encarcelados, semidesnudos y sometidos a tortura. Estas son las fotos de El Salvador que hoy circulan en todo el mundo.

¿Ustedes realmente creen que El Salvador logrará atraer turistas de esa forma?