Luis Paulino Vargas: Pensiones, la indefensión de la gente

Cuando la gente revisa el estado de cuenta de sus fondos de pensiones complementarias, se topa con números que le ponen los pelos de punta. Así ha sido a lo largo de todo este año. No es simplemente que haya pérdidas, es que las pérdidas hasta vértigo y náuseas producen.

Frente a tal calamidad, las operadoras de pensiones y la Superintendencia de Pensiones (SUPEN), se ponen la misma camiseta, y hacen causa común. No les interesa rendir cuentas, con la claridad y detalle que la cuestión exige. No se preocupan por ver dónde estuvo la falla ni cómo podría ésta corregirse. No ofrecen ninguna salida a la crisis, ni ninguna propuesta para prevenir situaciones similares en el futuro. Y, desde luego, abrazadas en una sola piña, buscan evadir responsabilidades y cobijarse bajo el manto de la impunidad.

La historia de “ni modo, es que así funcionan los mercados”, es tan poco persuasiva como la recomendación de “tengan calma, que algún día la tormenta amainará”. Insistir en que lo que debe verse es el “rendimiento a largo plazo” es demasiado burdo, cuando leer el estado de cuenta mensual pone en estado de pánico a millones de personas.

Las infames justificaciones que ofrecen la SUPEN de Rocío Aguilar y las operadoras no convencen absolutamente a nadie, excepto a ciertos medios y ciertos economistas, que les hacen el cachete intentando disimular el desastre. La gente ha quedado en estado de total indefensión y lo sabe, y ello simplemente agrega leña a la hoguera de su indignación.

No quieren entender que esto está minando fatalmente la confianza en el régimen de pensiones complementarias. Un paso más, y lo que sigue podría ser un país entero exigiendo que le devuelvan el dinero y que clausuren definitivamente esos chinamos.