Luis Paulino Vargas: ¿Por qué el dólar ha bajado tanto ante el colón?

Creo que lo más honesto sería reconocer que, al menos de momento, no tenemos una explicación precisa y convincente. Los expertos que la prensa usualmente entrevista, abundan en hipótesis ad-hoc, evidentemente arbitrarias y acomodaticias y, a menudo, impregnadas de un airecito más bien esotérico y mágico. Así, por ejemplo, el presidente del Banco Central, Roger Madrigal, cuando indica que se debe permitir que “las fuerzas del mercado”, regulen, con la menor intervención posible, el precio del dólar. He aquí un buen ejemplo de “economía vudú”.

Sucede que, a lo largo de los últimos 3-4 meses, el dólar se ha fortalecido frente a la mayoría de las monedas del mundo, incluidas las divisas más importantes. En ese lapso, el euro ha caído un -12% frente al dólar; la libra esterlina un -13%, el yen un -15%, el yuan un -8%. En ese mismo período, y en evidente contraste con lo anterior, el colon se ha apreciado un 10% frente al dólar, lo que significa un incremento mucho mayor frente a cualquiera de esas otras divisas importantes. Con respecto al euro, por ejemplo, la apreciación del colón, sería cercana al 25%.

Pero, además, no olvidemos que la baja del dólar frente al colón empezó a fines de junio del año pasado. En ese lapso de casi 6 meses, la baja del dólar ronda el -18%.

En principio, todo esto suena bonito. Un colón fuerte, menor inflación. Es súper conveniente para irse de paseo al extranjero, bajan las gasolinas y puede que hasta las cervezas importadas se abaraten. El problema es que esto golpea la producción y el empleo, y si la situación se prolonga por mucho tiempo más, el daño podría ser realmente grave.

Se los ilustro así: una familia francesa que quiera venir a turistear a Costa Rica. Hoy la encontrarán un 25% más cara de lo que era hace apenas 4 meses. Si querían quedarse dos semanas, a lo mejor acortan su estadía a 10 días, y luego regresarán a su país hablando de lo cara que es Costa Rica. O, pongamos por caso, las galletas chilenas. Entre fines de junio del año pasado y el momento actual, el peso chileno se ha devaluado un -20% frente al dólar. Lo cual significa que el colón se ha revalorizado alrededor de un 37% frente al peso chileno. Para el importador, sería facilísimo colocar las galletas chilenas un poco más baratas que  las nacionales, sacar a éstas del mercado y seguir ganando barbaridades.

El comportamiento del colón ha sido evidentemente anómalo, y lo cierto es que la revalorización que estamos experimentando puede ser tan dañina como una devaluación desordenada. Contrario a lo que reza el catecismo de la “economía vudú”, el tipo de cambio es un precio demasiado importante como para dejarlo en manos del mercado.