Mía Gallegos.
Ínsula feliz
Vos, Sancho, iréis vestido parte de letrado
y parte de capitán, porque en la ínsula que os doy tanto
son menester las armas como las letras,
las letras y las armas.
Y yo vivo tan desdichada en está ínsula feliz,
donde poca importancia tienen las letras.
Armas sí hay en manos de desalmados
aunque nos digan que no hay ejército
y que somos todos benévolos y pacifistas.
No se visten de letrados nuestros próceres.
Es cuantiosa la mediocridad y la molicie.
Antes, hace ya mucho crecí en la tierra patria,
en el llano inmenso,
el suelo de hermosos sabaneros.
Pero ahora en ese territorio
solo hay hoteles de lujo y ríos muertos.
¿Dónde llorar?
¿Cómo no añorar la anchurosa tierra?
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