Orlando Arrieta Orozco: Rectoría 2020-2024

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Orlando Arrieta Orozco.
Candidato a la Rectoría de la UCR

Seguidamente expongo mis principios e ideas, así como posiciones concretas sobre las cuales La Revista ha consultado a quienes nos postulamos a la Rectoría de la Universidad de Costa Rica.

1. ¿Cómo valora usted la negociación del FEES en los últimos años y qué parámetros deben considerarse para la que corresponde a los próximos años, sobre todo este 2020?

Mi postura es que debemos aspirar a negociaciones quinquenales, incluso en condiciones
difíciles como las actuales, pues solo así se crea la previsibilidad necesaria para una
planificación clara a mediano plazo, lo cual vuelve la ejecución presupuestaria más eficiente.
Esto también fomentaría un ambiente social, laboral y educativo más estable, al evitar
situaciones de conflicto con posibles movilizaciones de docentes, administrativos y estudiantes,
inconvenientes en una época de pandemia. Para las Universidades Públicas es necesario
realizar una formulación del Plan Nacional de la Educación Superior Universitaria Estatal
(PLANES), que vaya de la mano con un FEES negociado, en el que pueden establecerse ejes
necesarios o prioritarios para el país en ese periodo, pero entendiendo también el balance y la
importancia que debe existir entre todas las áreas de conocimiento.

Orlando Arrieta Orozco

2. ¿Afectará el FEES la emergencia sanitaria que vivimos, o servirá de pretexto para tratar de
afectar al FEES?

Ya es evidente que la pandemia se utiliza como excusa para reducir el FEES, a pesar de que
las universidades públicas han respondido con soluciones ante los urgentes retos planteados al
país por esta emergencia nacional. En época de recesión no se debe reducir la inversión
estatal en educación, pues las consecuencias a futuro son devastadoras. Durante las crisis de
los 80 se redujo la inversión en educación, afectando toda una generación de jóvenes que no
pudieron aspirar a ella y el país sigue pagando a la fecha las consecuencias de tan inapropiada
medida. Costa Rica debe pensar no solo en lo inmediato, sino en su futuro en el mediano y
largo plazo, y para construirlo necesitará de profesionales formados con la calidad que
caracteriza nacional e internacionalmente la Universidad de Costa Rica y a las otras
universidades públicas.

3. ¿Es un calvario para las universidades estar discutiendo el FEES todos los años? ¿Es
posible hacerlo al menos bianual, aunque el Presupuesto de la República haya que aprobarlo
cada año?

Lo más conveniente para Costa Rica es volver a las negociaciones quinquenales. De otra
forma, ocurrirá lo que hemos visto en los últimos años: un desgaste político y mediático. La
negociación anual ha derivado en una tendencia a tomar decisiones cortoplacistas, en vez de
atender la necesidad de planificar a mediano y largo plazo la inversión y el desarrollo de la
educación superior. Por eso, insisto, la negociación debe ser quinquenal, aunque se podrían
incluir condiciones para mantener lo pactado año a año. Consideramos inconveniente la
politización partidista e interesada que se realiza en la Asamblea Legislativa cuando se discute
el FEES, al pretender modificar acuerdos negociados en la Comisión de Enlace, en la que no
solo se discute el presupuesto sino que también se abordan agendas de colaboración.

4. ¿Cómo ve usted el aporte y la proyección de la regionalización universitaria en los próximos
años?

La regionalización ha dado enormes frutos a todo el país. Hoy día el reto es promover una
renovación del modelo de regionalización, que permita dar un salto cualitativo con base en toda
la experiencia acumulada y el desarrollo ya alcanzado, de forma que se pueda impactar con
mayor contundencia las regiones donde la Universidad tiene presencia, y en el país como un
todo. También es necesario unir esfuerzos dentro del CONARE para que las universidades
públicas optimicen el uso de los recursos que se enfocan en las regiones y así acrecentar los
resultados que se alcanzan en esas áreas. Debemos estar atentos a la necesidad de renovar
constantemente la oferta académica regional, aprovechando lo ya hecho y a la luz de
experiencias como las vividas en esta emergencia nacional.

5. ¿Qué estrategias tiene usted para un mejor desarrollo de la regionalización?

Lo primero es tener claro que la proyección de las sedes regionales es doble. Por un lado,
están insertas en una área cuyas necesidades debemos saber escuchar y tomar en cuenta
para la toma de decisiones institucionales articuladas con otras instancias como el INDER,
Municipalidades, etc. También tienen una proyección nacional, que va más allá de su región
concreta. Es necesario lograr una más ágil articulación intersedes, necesaria para un mejor
aprovechamiento de los recursos. Una de las ideas que promuevo es el intercambio de
docentes e investigadores entre sedes, para lo cual es necesario crear los mecanismos que
faciliten este proceso. Quiero dejar claro que debe haber equidad entre todas las sedes de la
UCR, de manera que la población estudiantil de todas ellas tenga las mismas oportunidades de
acceder a una formación de calidad.

6. ¿Qué balance hace usted del sistema de becas en la Universidad de Costa Rica?

El sistema de becas de la Universidad de Costa Rica es ejemplar a nivel mundial, porque
permite el acceso a la educación superior a personas que de otro modo nunca lo hubieran
tenido. Para darle una idea, la inversión en becas pasó de menos de 6.000 millones en el 2010
a casi 30.000 millones en el 2019. Es uno de los sistemas más robustos de América Latina. Por
supuesto, su desempeño puede y debe ser mejorado continuamente con control cruzado de
información. Por ejemplo, podríamos recurrir a las bases de datos del IMAS para otorgar
beneficios a las personas de la comunidad estudiantil que más necesidades tienen. La crisis
por la pandemia nos ha mostrado que tenemos estudiantes en condiciones socioeconómicas
más vulnerables de lo que creíamos; ha habido una movilidad social a la baja durante esta
crisis, de ahí que el sistema de becas debe ser capaz de responder a esas situaciones tratando
de aliviar la brecha digital y ofreciendo condiciones que eviten el abandono de estudios por
razones socioeconómicas. Un factor crucial de la política de becas, que casi nunca se
menciona, es que el sistema no solo beneficia a las personas becarias, también incide en la
calidad académica de la institución, pues el talento humano está repartido en todos los estratos
socioeconómicos, y para la calidad académica es tan importante contar con los y las mejores
estudiantes posibles, como contar con el mejor personal docente posible.

7. ¿En la perspectiva y proyección de la Universidad hacia los próximos años, cuáles son los
problemas principales que usted visualiza, si hay limitaciones presupuestarias?

Limitaciones presupuestarias ya habían empezado a manifestarse antes de la crisis, por efecto
de la crisis fiscal nacional y es obvio que la pandemia las profundizará. No olvidemos que el
ejercicio presupuestario del año 2020 inició con la base del ejecutado para año 2019. La crisis
actual, que según datos del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE)
producirá una caída entre el 4% y 5.8% del PIB, nos pone en un dilema muy difícil, porque por
un lado debemos ofrecer calidad y cantidad, y por el otro debemos establecer prioridades de
acuerdo con las nuevas realidades en un contexto cambiante que no es imposible que
impongan decisiones difíciles. Ante una limitación presupuestaria severa, tendríamos que
disminuir actividades fundamentales de la Universidad, lo cual nunca es conveniente. Por
ejemplo, la oferta de admisión podría estancarse, lo mismo que algunas actividades de
investigación o acción social, lo que a su vez repercutiría negativamente en la capacidad de
responder a las necesidades del país tal y como se ha podido hacer durante la pandemia. En
un contexto de crisis, la universidad pública debe ofrecerse como una respuesta para conservar
la paz social y la democracia costarricense, permitiendo que sus espacios y recursos sigan
siendo de acceso a la mayoría de la población y manteniendo su papel de institución
productora de movilidad social.

8. ¿Se puede hablar de equidad presupuestaria en la Universidad de Costa Rica? ¿En qué
consiste?

Muchos aspectos de la administración universitaria deben ser mejorados, para lo cual debemos
reflexionar cuidadosamente a partir de la misión que nos ha encomendado el país. La
distribución de los recursos puede ser mejorada, luego de una evaluación de diferentes
componentes académicos. Otorgar más recursos no siempre es la única solución, y es
imperativo considerar con detenimiento cómo son ejecutados y distribuidos los recursos, para
encontrar soluciones que, insisto, no siempre dependen de recursos adicionales. Lo que
buscamos es una estructura presupuestaria que maximice el uso de los recursos y permita que
el cumplimiento de nuestra labor sea sostenible a largo plazo.

9. ¿Cuál es su propuesta para gestionar mejor y ejecutar el presupuesto universitario?

Mi propuesta en cuanto a la gestión y la ejecución tiene como norte la optimización de los
recursos tratando de agilizar procesos y sacar el máximo provecho posible del personal tan
calificado con que cuenta la institución. Ello permitirá reestructurar algunos gastos con el fin de
trasladar esos ahorros a la actividad sustantiva. También incentivaré el uso compartido de
recursos materiales, como equipo especializado para investigación y demás labores
académicas, de tal forma de reducir las duplicidades innecesarias.Fortalecer el trabajo multi,
inter y transdisciplinario también es otra alternativa, con la que se puede lograr un impacto
mayor y con recursos utilizados de una manera articulada alrededor de un tema.

10. ¿Cómo considera usted que debe ser la relación universidad/sociedad?

La Universidad está, y siempre debe estar, al servicio de la sociedad. Y no de uno solo de sus
sectores, sino de todos ellos, pues todos tienen necesidades legítimas en las que podemos
aportar. Esta relación no solo implica la formación de profesionales, sino también la
investigación y la acción social orientadas a elevar la calidad de vida de toda la población
costarricense. La Universidad debe ser un eje central del desarrollo social costarricense y
guardiana de su democracia y estado social. En esta relación universidad/sociedad es
necesario reiterar la importancia de los vínculos que se mantienen con entes gubernamentales
y de la sociedad civil, de tal forma que exista una adecuada articulación. La Universidad debe
colaborar con el gobierno y demás sectores para que todo el conocimiento adquirido en la
academia en investigación y acción social, se traslade y materialice en políticas públicas que
guíen el desarrollo nacional en los distintos temas. Asimismo, nutrir la labor académica de la
realidad de los diferentes sectores.

11. ¿Qué papel le asigna usted a la Acción Social en la Universidad de Costa Rica?

La acción social es un vínculo fundamental entre la Universidad y las comunidades. La
socialización del conocimiento en beneficio del desarrollo socioeconómico y cultural es vital
para el país, y para la universidad es de enorme valor el diálogo con los saberes de las
diversas comunidades, poblaciones y grupos organizados es de enorme valor. La acción social
también incide en un componente crucial del aporte de la Universidad de Costa Rica a la
sociedad: la formación de profesionales integrales por medio del involucramiento con las
comunidades. La acción social debe ser vista como parte de una triple hélice, con investigación
y docencia, en donde las tres deben estar interrelacionadas como parte del proceso
académico.

12. ¿Ha dejado la Universidad de Costa Rica de ser referente de la vida nacional?

De ninguna manera. Para poner un solo ejemplo inmediato, durante la actual pandemia la
Universidad de Costa Rica ha dicho presente con soluciones viables y necesarias, en un
tiempo récord. La Universidad de Costa Rica no solo es un referente nacional, sino también
internacional, basta, una vez más, ver la cobertura mediática internacional del aporte de la UCR
durante la pandemia. Si en el pasado fueron profesionales graduados de la UCR quienes
posibilitaron la consolidación y desarrollo de instituciones como la CCSS, el ICE y la banca
estatal, y durante los 50s fueron las variedades de café producidas por la UCR las que
permitieron el despegue de la productividad del sector cafetero, hoy día profesionales de la
UCR y conocimientos allí generados siguen impulsando los nuevos proyectos de desarrollo. La
Universidad es un eje determinante del país que somos; no se entiende una sin lo otro.
Debemos aumentar los esfuerzos por visibilizar toda esta labor, no solo como un mecanismo de
rendición de cuentas para la sociedad, sino como una forma de que la sociedad reconozca la
importancia de su existencia.

13. ¿Debe la Universidad, como tal, desde sus órganos superiores, pronunciarse sobre
problemas nacionales?

Sí, pero debe hacerlo desde la base, desde las unidades académicas y de investigación, con
sus recursos tecnológicos y humanos especializados. Los criterios académicos acerca de los
diferentes problemas nacionales deben ser socializados, porque las soluciones que aporta la
Universidad son soluciones a la medida del país, porque no se trata de simplemente importar
tecnologías y soluciones pensadas para otros contextos.

14. La Universidad la definió el Rector Gutiérrez Carranza, como la “Conciencia lúcida de la
Patria”. ¿Lo es, lo ha sido, lo debe ser? ¿Cómo deber ser esa “Conciencia lúcida de la Patria?

La Universidad de Costa Rica, como institución, desde sus orígenes ha actuado como tal. Esto
no implica decir que solo la UCR lo ha sido, pero sí que ha sido una de las instancias que de
forma más explícita y constante ha asumido las responsabilidades que como espacio de
pensamiento y creación de conocimiento le brindan una visión de conjunto de la sociedad. Es
su vocación, es uno de sus mandatos sociales, y debe seguirlo siendo. La universidad debe ser
esa institución autónoma que reconozca los problemas y los señale, que sea capaz de
proponer soluciones y las divulgue, pero también que alce la voz para luchar por la igualdad de
oportunidades y la justicia social, el medioambiente y todos aquellos temas que, debidamente
enfrentados, harán de Costa Rica un mejor país.

15. ¿Considera que la Universidad de Costa Rica ha sido una institución líder en el desarrollo
nacional?

La Universidad de Costa Rica ha sido una institución líder en el desarrollo de Costa Rica a
través de la formación de profesionales, la investigación sobre temas de relevancia nacional y
la acción social a la medida de las necesidades comunitarias en una visión coherente y
humanista de país. El desarrollo alcanzado, aun con todas sus limitaciones, simplemente no es
pensable sin los múltiples y diversos aportes y profesionales de la UCR. Le daré tan solo dos
ejemplos de muchos posibles. La UCR fue la institución que tuvo en Costa Rica la primera
conexión a internet, incluso antes del ICE, y de la UCR internet empezó a extenderse al resto
del país. En otro orden de cosas, fue tecnología creada por la UCR la que permitió obtener
jugos de frutas nacionales sin perder sus propiedades nutritivas y de sabor, lo cual ha permitido
un enorme desarrollo de la industria de bebidas naturales, y darle valor agregado a la
producción frutera nacional.

16. ¿Qué papel le asigna a la Universidad de Costa Rica a lo largo de su historia?

Una de las funciones claves de la Universidad de Costa Rica a lo largo de la historia ha sido
comprender y apoyar las diversas necesidades y luchas de las diversas poblaciones que
habitan nuestro país. Gracias a ello, La Universidad ha promovido un país más justo, más
democrático y próspero, para lo cual ha analizado y comprendido la realidad nacional, y
también ha aportado soluciones.
Las misiones históricas de la UCR han marcado un camino para la sociedad costarricense y
han sido su principal motor educativo, tecnológico, humanista y crítico. A lo largo de su historia,
esos compromisos se han expresado en la extensión de la educación superior a las diversas
clases sociales, el estrecho compromiso entre el desarrollo del país y la innovación de la
Universidad, su papel central en las discusiones públicas y políticas que han permitido la
democratización del país y la inclusión de minorías de diversos tipos y su papel de líder
regional que marca el camino hacia el desarrollo.

17. ¿Cómo ve a la Universidad de Costa Rica en el contexto de las otras Universidades
estatales?

La Universidad de Costa Rica es la decana de las universidades estatales. Esa misma
condición ayuda a que sea la que tiene mejores indicadores académicos en los rankings
internacionales, y la que acoge a un número mayor de estudiantes de grado y posgrado y la
que realiza más investigación y acción social. Dicho eso, las relaciones de la UCR con las
demás universidades es públicas no solo son excelentes y solidarias, sino de una gran
complementariedad. Cada universidad pública, en el ejercicio de su autonomía, ha definido sus
propios rumbos, vocaciones y metas, pero siempre unidas por su compartida vocación de
servicio público y procura de la mejora de la calidad de vida de toda la población. Esta
diversidad de la educación universitaria pública, lejos de ser una debilidad, como algunos
parecen pensar cuando promulgan un supuesto modelo único de “universidad del futuro”, es
una riqueza, y debe ser preservada y alentada.

18. ¿Es el CONARE una institucional funcional y necesaria para las Universidades estatales?

Sí, el CONARE es el punto de encuentro, articulación y coordinación de las universidades
estatales. Su función es vital, lo que no quita que pueda ser mejorada y que su protagonismo
podría ser aún mayor.

19. ¿Cómo ve usted las universidades privadas en el contexto nacional?

Las universidades privadas nacen y se fortalecen durante la crisis de los ochentas, cuando el
financiamiento estatal a las universidades públicas limita su crecimiento para responder a las
crecientes necesidades del país en cuanto a la formación de profesionales. Las universidades
privadas atienden una población que no puede acceder a la educación superior pública.
Desafortunadamente, sus necesidades de sostenibilidad económica prevalecen sobre las
académicas; ellas se limitan en su mayoría a impartir lecciones. Prácticamente no realizan
investigación ni acción social, que son pilares para una formación integral. Para la UCR, como
para el país en su conjunto, lo ideal sería que las universidades privadas fueran de gran calidad
académica, como ocurre en otros países. Algo se ha avanzado en algunos casos concretos,
pero en general no ha sido así. Las diferencias quedan patentes cuando se analizan los
resultados de la prueba realizada por una instancia internacional para el acceso al internado
médico, en la que las diferencias entre los resultados obtenidos por la población de la UCR y la
de las universidades privadas es enorme. Una de las universidades privadas obtiene resultados
aceptables, pero las demás no. Y se trata de una prueba internacional realizada por un ente
especializado. Una situación similar ocurre con el examen de incorporación del Colegio de
Abogados de Costa Rica.

20. Usted ha manifestado que defenderá y fortalecerá el modelo de universidad pública para
proyectarlo con solidez durante las próximas décadas. ¿Cómo pretende lograrlo si llegara a ser
Rector?

El modelo de universidad pública que sigue la UCR está basado en la inclusión social y el
bienestar de la población. La Universidad no hará diferencias de ninguna clase para el acceso
a la educación integral. Como lo hemos visto durante la emergencia nacional, la Universidad
tiene la capacidad de adaptarse a situaciones emergentes, adaptarnos a las necesidades de
cada región y de cada sector social a los cuales debemos responder. Es necesario, eso sí,
analizar con detalle las lecciones aprendidas durante este periodo. Defenderemos el
presupuesto universitario porque es la principal fuente de recursos que nos permite responder
al país, pero a su vez somos conscientes de la necesidad por cambiar y agilizar los diferentes
procesos administrativos, de tal forma que faciliten y respondan a un criterio académico que
debe guiar nuestro quehacer universitario.

21. El problema del acoso sexual en la Universidad de Costa Rica ha tenido cierta relevancia
por escándalos suscitados con algunos profesores, y por la protesta organizada de las
estudiantes principalmente. ¿Cómo abordará la problemática del acoso sexual en la
Institución?

Durante mi gestión, habrá cero tolerancia a las situaciones de hostigamiento sexual. Mi
administración dirá presente para apoyar a las víctimas y garantizar ambientes accesibles,
inclusivos y seguros, libres de todo tipo de acoso, discriminación y hostigamiento sexual. Es
una cultura que hay que cambiar de manera proactiva. Dicho esto, es conveniente recordar que
la UCR es de las instituciones que más ha avanzado en esta área. Ello no nos hace
conformarnos, en absoluto, con la situación actual. Simplemente evidencia la gravedad del
problema en muchas otras instituciones públicas y privadas.

22. ¿Qué papel le asigna usted a las organizaciones de trabajadores, la Asociación de
Funcionarios y el Sindicato, ¿en la gestión universitaria?

Estas organizaciones son importantes, producto de décadas de luchas obreras. Una de sus
funciones principales, sin duda, es servir de contrapeso a la administración, vigilar el respeto de
los derechos de los trabajadores y trabajadoras, pero también se dan situaciones en que
deberían ser promotores del cumplimiento de los deberes de la población trabajadora, pues con
eso beneficiarían a la institución y, con ello, al país en general.

23. ¿Cómo ve usted al Movimiento estudiantil universitario, a la FEUCR y a las organizaciones
estudiantiles existentes en la Universidad? ¿Qué papel cree que deben tener?

El movimiento estudiantil en la Universidad de Costa Rica es un movimiento muy activo,
solidario, con mucha energía y es parte activa de la conciencia lúcida que representa la
Universidad. El movimiento estudiantil debe ser promotor de grandes ideales, fuente de ilusión,
y buscar siempre una sociedad más justa, comenzando por ser vigilantes con el respeto de los
derechos de la población estudiantil. La UCR tiene la suerte de tener una estructura en la que
muy numerosas instancias decisorias cuentan con la participación estudiantil, desde las
asambleas de escuela, facultad y sede regional, hasta el Consejo Universitario y la Asamblea
Plebiscitaria. Todo esto le permite al movimiento estudiantil tener una voz activa en las
decisiones sobre la marcha institucional. Es justo decir que tenemos una población estudiantil
deseosa de aprender y es consciente de la calidad de la educación superior pública que recibe
y la oportunidad que les ofrece el Estado para accederla

24. A nivel nacional se ha venido hablando de unificar escalas de salarios en toda la
administración pública, como parte de las llamadas nuevas políticas de empleo público que se
tratan de impulsar. ¿Está usted de acuerdo que a nivel de las Universidades estatales se haga
una unificación de salarios, de un modo específico, en correspondencia a todo el escalafón de
empleo universitario, administrativo y docente, de manera que un funcionario, de una categoría
o de un trabajo determinado en una Universidad, tenga la misma clasificación laboral y el
mismo salario, en las otras universidades estatales?

Los salarios universitarios tienen dos regímenes: el docente y el administrativo. Ambos
regímenes deben responder a méritos, particularmente el régimen docente. En ninguna
universidad de calidad mundial existe una paridad entre funciones docentes y salario, porque
se establecen medidas para impulsar a que los docentes aspiren a subir su salario
comprometiéndose en sus funciones de calidad, formación, investigación, innovación, etc. Por
eso, responder requiere un contexto mínimo. Se ha hablado mucho de los salarios
universitarios, enfatizando unilateralmente la existencia de algunos que se presentan como
exageradamente altos, en particular en la UCR. Es una situación real, y debe ser resuelta
cambiando las estructuras salariales que permiten llegar a tales montos. Pero el elemento
central de esa disparidad, que no se justifica por ningún motivo, fue el porcentaje de 5.5% en
las anualidades que se aprobó en 2009. Contrario a todo régimen de mejoramiento, las
anualidades no contribuyen en esa vía y es el primer lugar al que hay que apuntar. Pero hay
que decir que de los aproximadamente 6.500 personas que laboran en la UCR, 4.500 tiene
salarios menores a un millón, solo 500 ganan tres millones y más, y siendo muy pocos los que
superan los cinco millones. Tenemos, entonces, una estructura salarial que permite
inequidades porque beneficia sin base en los méritos y eso debe ser resuelto cuanto antes, y
que premia en demasía la antigüedad. Ello no solo como forma de garantizar que no se
generen salarios muy abultados, sino también por un tema ético, de equidad interna. Por ello
los cambios deben apuntar no solo a limitar los salarios de salida de algunos académicos, sino
a aumentar los bajos salarios de ingreso del personal académico. Sobre la posibilidad de
unificar salarios en las universidades públicas, en principio puede ser una propuesta a
considerar. Pero como como se dice popularmente “el diablo está en los detalles”, por lo que es
difícil opinar sin conocer qué tipo de unificación y de escala salarial se estaría proponiendo.

 

 

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