Orlando Morales: La marihuana es un peligro: del uso al abuso es tan solo un paso
Quiera Dios que este proyecto de ley no contribuya a los deschaves de la economía, el aumento de la criminalidad y el desempleo y en cuanto a tratar el apagón educativo, la evidencia apunta a la deserción y al bajo rendimiento escolar y como dijo el articulista citado “marihuana para terminar de hacerla”.
Orlando Morales Matamoros.
Ante la decisión del Pte Chaves de enviar a la Asamblea Legislativa un Proyecto de Ley para legalizar el uso de la marihuana recreativa, con algunos razonamientos económicos pero dejando de lado funestas consecuencias para la salud y sobre todo para el desarrollo de los jóvenes, es conveniente divulgar los peligros de su consumo. El excelente artículo del Dr. Morales Bejarano aparecido recientemente en La Nación, es meridianamente claro en cuanto el peligro de aprobar el uso recreativo de la marihuana, tanto por un aspecto de salud, como por las dudas en el aspecto económico y la dificultad de los controles. Además ha brindado una sencilla pero clara explicación sobre el mecanismo de acción de la droga, que al igual que otros psicotrópicos activa una red de neuronas en el encéfalo conocido como sistema dopaminérgico de recompensa. Pero quiero manifestar mi preocupación ciudadana ante la indiferencia de las autoridades responsables en la materia, en este caso el Ministerio del Salud, la CCSS y el IAFA y aún el PANI, la OIJ, quienes al parecer miran los toros desde la barrera. Pero también tienen responsabilidad por omisión los colegios profesionales relacionados con la salud (Medicina, Farmacia, Psicología y Educación, principalmente), y a las Academias de Medicina y de Ciencias, quienes tampoco se han involucrado en esta discusión.
Creo conveniente enfatizar otros algunos argumentos y tal vez otros puntos de vista complementarios al valioso ensayo citado. Los datos del CDC (Atlanta), un referente de incuestionable seriedad científica, indican que de los consumidores a edad temprana, un 10% se vuelve adicto y ahí es cuando vemos la risa… llorar. Una importante información de un blog de España, con participación de la Dra Marta Díaz Fernández, Psicóloga General Sanitaria por la Universidad Complutense de Madrid, también he tomado importante información para este artículo, junto a muchas otras investigaciones sobre el tema.
- El principio activo de la planta Cannabis sativa o mariguana, que químicamente corresponde a la 9 delta tetrahidrocannabinol, abreviado como THC, es de efecto psicotrópico y por tanto altera el funcionamiento del sistema nervioso central.
- Es la droga más consumida por estudiantes entre los 14 y los 24 años.(Datos de España y USA). Este es uno de los mayores peligros, ya que al liberalizar el consumo y el difícil control, niños y jóvenes tienen a su disposición la droga.
- Por el proceso de escalamiento, se abre la puerta al consumo de drogas de mayor efecto y peligro de drogadicción. De igual manera, es muy posible que haya la combinación con el fumado, el licor y otras sustancias psicoactivas, lo cual altera mucho más la función cerebral.
- El THC activa redes de neuronas cerebrales asociados a centros de placer o de recompensa a nivel cerebral, lo que permite el efecto euforígeno transitorio, alteraciones visuales y auditivas, pero también acompañado de pérdida del control emocional, la racionalidad y de equilibrio.
- Su consumo, dependiendo de frecuencia y o de la dosis es lesivo a la persona y afecta el entorno social. Si en estos momentos el alcoholismo en carretera causa estragos, se estaría incrementando los accidentes por disminución de la racionalidad y lentitud de los reflejos.
- Pero el mayor peligro es la adicción, que según la definición de la OMS es:“Trastorno crónico y recurrente caracterizado por la búsqueda y uso compulsivo de drogas, a pesar de las consecuencias adversas (sociales e individuales, físicas y emocionales). La característica común y central es la pérdida del control”.
- En el adicto se crea dependencia, o sea una forma compulsiva para conseguir la droga en búsqueda de una sensación placentera, porque siente la necesidad de consumirla. Pero también aparece el fenómeno de la tolerancia, en el sentido de que acostumbrado el cuerpo a ella, requiere mayor dosis para obtener los efectos esperados.
- Pero además de la dependencia y de la tolerancia, aparece el último componente de la triada a la adicción: el síndrome de la abstinencia, que se manifiesta cuando la deprivación terapéutica conduce a alteraciones de nivel físico y psicológico. Ya es conocida la lucha antialcohólica que lleva muchos años y no se ha podido erradicar la enfermedad etílica y la CCSS ha creado las Clínicas de Cesación del Fumado y es posible que a futuro tengamos las clínicas de desmariguanización.
- Pero los efectos placenteros que llevan a buscar la droga también pueden causar crisis de ansiedad, con alteraciones en el pensamiento y la memoria, en el corto plazo. Pero en el largo plazo aparece el síndrome amotivacional: pérdida de interés en el estudio o en el trabajo, con sus consecuencias en el despido o en el abandono escolar. Al apagón educativo se estaría agregando para complicar aún más las deficiencias del rendimiento escolar, el apagón de los canabinoides.
- La drogodependenia y sus efectos negativos en el desempeño escolar y en el trabajo, se traduce en malas relaciones dentro de la familia y en el entorno social, acompañado de baja autoestima y recrudecimiento del ´porta a mi, pues es indiferente a los problemas y la búsqueda de las soluciones.
- Sin que se llegue al estado de adicción, quien ingiere la mariguana o sus preparaciones más activas, al perder su capacidad de concentración y memoria, acompañado de una actividad refleja disminuida, es un peligro al volante y con el problema de que luego no recuerda las causas del accidente. Suficiente problema existe con choferes bajo el descontrol etílico para agregar otro factor de riesgo de accidentes.
- La búsqueda de nuevas sensaciones y experiencias es parte del comportamiento de la niñez y la juventud y ahora con las facilidades para conseguir la droga y en un ambiente de pobreza y sin autoridad en la familia, es más fácil descarriarse. Es un serio perjuicio para los jóvenes que utilizarían la mariguana como una forma de escapismo a situaciones de pobreza y marginación social, sobre todo en relaciones familiares carentes de afecto.
- Otro peligro para los jóvenes es la percepción de la permisibilidad social, pues el uso recreativo de derivados del Cannabis da un banderazo verde para su consumo, dada su facilidad para conseguirla y la ineficacia de los controles. Suficiente tienen ya las autoridades para controlar el narcotráfico y su estela de criminalidad para vigilar ahora el consumo, prácticamente por la libre.
- La prensa diaria y los noticiarios dan frecuentes noticias de peleas entre estudiantes de escuelas y colegios y por tanto, bajo condiciones de intoxicación por cannabinoides, la situación puede agravarse. No queda más que seguir las indicaciones del sentido común y seguir la recomendación de las abuelitas: en caso de duda… abstente.
A pesar de que la propuesta del Poder Ejecutivo estimulada por el Sr. Presidente, habla de los beneficios económicos de la mariguana recreativa y las medidas de control para evitar el consumo por los jóvenes, tal parece es tan dudosa la parte económica como las medidas de control. Quiera Dios que este proyecto de ley no contribuya a los deschaves de la economía, el aumento de la criminalidad y el desempleo y en cuanto a tratar el apagón educativo, la evidencia apunta a la deserción y al bajo rendimiento escolar y como dijo el articulista citado “marihuana para terminar de hacerla”.
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