Rita Méndez Villalobos, Exdirectora de Enfermería del Hospital sin Paredes y Coordinadora del Movimiento Rescate “Hospital sin Paredes”.
En el artículo publicado por la Revista The New Yorker: Los costarricenses viven más que nosotros. ¿Cuál es el secreto?, donde el entrevistado es el Dr. Álvaro Salas Chaves, una vez más se evidencia que existe un enigma, que pareciera ocultar o desmerecer el capítulo más relevante de la historia y evolución del sistema de salud costarricense, por el cual fue reconocido y catalogado entre los mejores a nivel mundial, siendo distinguido con el Premio Mundial a la Atención Primaria en salud, (APS) en la persona del Benemérito de la Patria Dr. Juan Guillermo Ortiz Guier, Gestor del Modelo Hospital sin Paredes, en 1971 , precursor de los EBAIS y la Atención Primaria en Salud (APS), antes de la primera conferencia mundial de Alma Ata sobre APS año 1978.
En esta publicación, al igual que otras, como la de BBC Mundo 05-2020, Costa Rica, se destaca entre los países que han hecho un buen manejo de la pandemia del Covid-19, en América Latina. Siendo el país, un modelo para seguir, por los indicadores de salud, esperanza de vida de la población, bajas tasas de mortalidad infantil, entre otras y lo atribuyen a la exitosa Atención Primaria (APS) con los EBAIS.
Pero ¿Cuál es el secreto? para una explicación asertiva es importante reconocer el contexto y evolución del Sistema de Salud costarricense. Costa Rica es un estado social de derecho, con amplia trayectoria democrática, un sólido sistema Salud Pública y Seguridad Social con la fundación de la CCSS en 1941.Un país reconocido como protector de los derechos humanos; siendo la salud un derecho universal preponderante garantizado por constitución política, Lo anterior construye el marco político, legal e institucional propicio para desarrollo de la APS en toda su amplitud. La salud como derecho universal se consolida en nuestro país con el Hospital sin Paredes 1971 modelo de salud y desarrollo social basado en la en la Atención Primaria, con 50 años de trayectoria.
La pandemia evidenció las fortalezas y debilidades del sistema para abordar los efectos colaterales de la pandemia del COVID de forma integral, a diferencia de otros países, Costa Rica tiene memoria histórica de experiencias exitosas en el ámbito de la salud y situaciones de crisis. La respuesta oportuna articulada entre la diferente instancia del sistema de salud, político, económico y social, con la dirección y conducción de las altas autoridades políticas; siendo éste un factor fundamental en la toma de decisiones rápidas, oportunas y efectivas. Los equipos multidisciplinarios e intersectoriales, incluyendo la población y sociedad civil, cobraron gran relevancia a nivel nacional y trasciende a niveles regionales y locales en la CNE, y los CCI donde municipalidades como gobierno local, asumen su roll a en el que se juntan comunales y la sociedad civil. Este tipo de organización se consideran en un modelo fundamentado en la APS.
En honor a la verdad, justicia y solidaridad, considero necesaria la aclaración a la opinión pública sobre el invaluable legado del Benemérito Dr. Juan Guillermo Ortiz Guier (Dr. Ortiz Guier) gestor del Modelo Hospital sin Paredes y Atención Primaria, su abnegada esposa doña Virginia Ortiz Jiménez, sus hijos y quienes tuvimos el privilegio de ser parte de la gran familia del HsP, comunidades, dirigentes equipos multidisciplinarios e interinstitucionales.
El Dr. Ortiz Guier no fue cualquier ciudadano, es un ciudadano del mundo que dejó su huella imborrable por sus aportes a la Salud Pública y la APS de nuestro país y del mundo. Médico de múltiples facetas, salubrista, escritor, poeta, investigador, filántropo, conferencista internacional, invitado por diversos países con la OMS/OPS, a diferentes conferencias entre las que se destacan las preparatorias para la conferencia mundial de Alma Ata; en ésta lo acompañó el vicepresidente de la República. La OMS le otorgó el premio Mundial de la Atención Primaria en Ginebra,1999, la Asamblea Legislativa lo declaró Benemérito de la Patria en el 2015, el Ministerio de Salud le dedica la actual Política Nacional de Salud y la sede regional del M.S llevan su nombre, el Concejo Municipal de San Ramón lo declara hijo predilecto en 1994, además, la ruta 702 San Ramón–Fortuna lleva su nombre por gestión de las organizaciones de la Zona Norte y un sinnúmero más de reconocimientos en vida y después de su partida. Un ciudadano distinguido con gran sentido espiritual, humanista, apegado a su doctrina de amor al prójimo, lo que me lleva a la reflexión, que el mundo necesita más seres humanos como él, que honren su doctrina y a su Patria.
Dedicó la mayor parte de su vida profesional como director del Hospital Carlos Luis Valverde Vega (HCLVV) San Ramón desde su apertura en 1955, ahí emprendió el proceso de transformación del roll tradicional del hospital, abocados a la atención de “pacientes”, con enfoque meramente biologista y encapsulados en sus propias estructuras, transformándolo, en un modelo de salud provento- curativo, abierto a la comunidad, centrado en la persona como sujeto de derechos; incluyó a la población en todos los procesos, abordó la salud de manera integral, e integrado en un sistema único de salud y abordó la salud desde sus determinantes. Un modelo que fortaleció la democracia participativa e inclusiva de la población para lograr el desarrollo de las personas y sus comunidades, siendo la única región del país que logró hacer real y efectivo el derecho a la salud integral y universal, independientemente de su condición económica, de asegurada, porque el hospital pertenecía a la Junta de Protección Social. Articuló Salud y Desarrollo llevándolo a la acción, a través una serie de iniciativas innovadoras de proyección comunitaria, que contribuyeron a la transformación de condiciones de vida de la población, especialmente la más vulnerable de los cuales anotaré los más relevantes:
Gestionó con la municipalidad el primer sistema de recolección pública de basura con un caballo y un carretón, en los años 60 emprendió la construcción de una ciudadela en donde ubicó familias de empleados hospitalarios de bajos recursos, desde la adquisición del terreno y con apoyo del INVU se construyeron 78 casas, reservó 3 de éstas para un programa de cuidados intermedios de extensión hospitalaria para el enfermo crónico senil y con discapacidad, con la coordinación de un equipo hospitalario multidisciplinario, el programa para la atención integra a la persona alcohólica, reservó un espacio de 7 camas para su atención, conformaba equipos de apoyo con el Ministerio de Salud para campañas educativas y de vacunación, en las comunidades.
En 1971, consolidó su proyecto con la creación del programa de Salud Rural y Comunitaria con el primer Puesto de Salud en San Juan de San Ramón y el país. En corto tiempo logró la cobertura con Puestos de Salud del 100% en los 5 cantones y distritos de la región. La falta de infraestructura no fue limitante, se laboró en locales comunales durante los primeros años, las principales actividades eran el trabajo con las familias y comunidad, la encuesta familiar, y otras acciones orientadas a mejorar las condiciones de vida y salud de la población. Fortalecer el tejido social era lo primero, comités cantonales de salud y Asociación regional de salud, de bienestar social, de acueductos, organización de mujeres MUSADE, ahora proyectada esta a nivel nacional, entre otras. La Promoción de la Salud fue el eje central, en el HsP cabe destacar que fue la única región que contó con un educador para la salud y un personaje del pueblo parte del equipo que, a través de la magia y otras habilidades, complementaba los temas educativos del día. La promoción de la salud se desarrolló a través estrategias y metodologías sumamente innovadora, entre estos las semanas educativas, ferias de la salud, circo de la salud, en las que se abordaban los temas relacionados con lo social y necesidades de la comunidad, a través del arte como el teatro, sociodrama, concursos, conversatorios y charlas en algunas ocasiones, donde la población era protagonista.
Otras actividades como vacunación, letrinización, huertas, granjas familiares y comunitarias con apoyo del MAG, desparasitación y suministro de sulfato ferroso, consultas preventivas con personal de enfermería como crecimiento y desarrollo del infante.
Para organizar el trabajo comunal, elaboramos en el puesto de salud una especie de croquis y ubicamos los números de la familia con circulitos de colores de acuerdo con el tipo de necesidad, luego el diseño de mapas del distrito, de aquí nacen los croquis, e iniciamos la clasificación de las familias según riesgo.
El resultado de todo lo antes descrito, muy rápidamente se vio reflejado en los en el cambio del perfil epidemiológico, con indicadores de salud muy distintos al resto del país, entre estos, se erradicó la desnutrición de primer y segundo grado, disminuyeron los casos de anemia, parasitosis diarreas que en eso años eran muy frecuente en la región.
Después de 5 años se inician las consultas médicas con equipos multidisciplinarios e interinstitucionales que se desplazaban del hospital y el programa de salud comunitaria a toda la región entre ellos, médicos generales, pediatras ginecobstetras, enfermeras obstétricas y generales, laboratorios y más.
Otro proceso relevante fue el sistema de análisis de mortalidad infantil en esta región, para analizar todos los fallecimientos de menores de 1 año, incluso el examen patológico, involucraba a la familia, comunidad, y el equipo multidisciplinario que atendieron el embarazo, el parto y el recién nacido para identificar las causas biológicas, sociales y estructurales y del sistema, que influyeron en el deceso. Con propósito de corregirlas, se logró disminuir abruptamente la tasa de mortalidad con relación al resto del país. Costa Rica en 1973 tenía una cifra de 43.4%, mientras que en la región era de 19.4%, en 1982 en Costa Rica era de 18.0% y a nivel de la región 10.7%. Esta experiencia se implementó a nivel nacional con la Dra. María Elena López por medio de un equipo multidisciplinario de esta región HsP, y el departamento materno infantil. El Sistema Nacional de Mortalidad Infantil ha contribuido para que tengamos tasas de mortalidad infantil de las más bajas de América Latina.
Con lo descrito hasta ahora, se ilustra en parte, que en el HsP se construyó un modelo de salud que revolucionó los sistemas de salud tradicionales porque trascendió de un establecimiento o un profesional de salud, o la atención o ausencia de enfermedad, a un concepto mucho más amplio, con muchas dimensiones que algunos lo describen como “Construcción Social de la Salud”.
La estructura organizativa del HsP, fue diferente a la del resto de hospitales del país, en su relación horizontal, con la población, conformada por dos pirámides unidas en su base, institucional y comunal que funcionaban como sistema, en el primer nivel comunal la ADDI y comités de salud, en segundo nivel: las asociaciones cantonales de salud comunitaria actualmente Juntas de Salud, y en el tercer nivel, Asociación Regional de Salud Comunitaria, con un representante en el equipo técnico regional con vos y voto.
Este Modelo trascendió al mundo en la primera conferencia mundial de Alma Ata, convocada por la OMS, en el año 1978; política internacional de salud más importante de los años 70´s, donde surge la Declaración de Alma Ata, sobre la Atención Primaria en Salud, como una estrategia para alcanzar un mejor nivel de vida en los pueblos, siendo Hospital sin Paredes el principal referente, cabe destacar que, Costa Rica fue la primer opción elegida para la realización de esta conferencia mundial, pero el país, no tenia, las condiciones necesarias para un evento de esa magnitud
A pesar de todo lo anteriormente expuesto, por decreto presidencial las autoridades de salud tomaron la decisión de desintegrar el Hospital sin Paredes, a inicios del año 1985 éste fue traspasado a la CCSS y el programa de Salud Rural al Ministerio de Salud. Con la nueva reforma se transforman los Puestos de Salud en EBAIS, incorporan los ATP, ampliando la red de servicios en el resto del territorio nacional, pero lamentablemente en la mayoría de estos no se responde a los principios de la APS y se convirtieron prácticamente en consultorios médicos, provocando la saturación de los servicios de salud en el segundo y tercer nivel de atención; incluso en los mismos EBAIS.
No obstante, me complace sobremanera la presentación del presente artículo en memoria al legado del Benemérito Dr. Ortiz Guier, como parte del Movimiento Rescate Hospital sin Paredes, en el marco del bicentenario de nuestra democracia y 50 aniversario de este exitoso Modelo de Salud y desarrollo porque fui parte del equipo de trabajo desde sus inicios, hasta su desarticulación, donde defendimos y luchamos junto a las comunidades de la región por el Derecho a la Salud de todos los ciudadanos que habitan en el territorio nacional.
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