Sergio Erick Ardón: Terremoto a la italiana
Reconocer estos hechos, podrían llevar a aquellos que se mueven entre esquemas y estrecheces mentales, a ponerme del lado de la derecha italiana , que ha arrasado en las elecciones. Italia podría ser el campanazo que toca a rebato.
Sergio Erick Ardón Ramírez.
Reconocer estos hechos, podrían llevar a aquellos que se mueven entre esquemas y estrecheces mentales, a ponerme del lado de la derecha italiana , que ha arrasado en las elecciones.
No es así .
Ciegos seríamos si no viéramos lo que sucede, y tontos si prefiriéramos ignorarlo.
Italia, como otros países europeos están viviendo una crisis política.
La Union Europea, que tantas ilusiones levantara, ha demostrado ser un fiasco.
Pretender dirigir a tantos países con problemáticas diferentes, a partir de un esquema único, desde las burocracias de Bruselas , no podía funcionar.
La visión economicista, cada vez menos sensible a las necesidades sociales y nacionales, ha demostrado ser equivocada.
Si los mercados y las empresas están bien , todo está bien.
Pues no. Si las gentes no sienten que se les considera y se les atiende, si no estan bien, no puede haber estabilidad.
Italia ha tomado una deriva hacía la derecha conservadora, ya que lo que queda de una izquierda conformista y sin liderazgos valientes, no ha sido capaz de enderesar el rumbo de los diferentes gobiernos que se han sometido a los designios de Bruselas.
Lo de Italia tendrá repercusiones y alentará a otros a seguir sus pasos. Los gobiernos “centristas” se verán amenazados y el andamiaje mismo de toda la Unión Europea crujirá.
Sin voluntad de contar en el escenario mundial de forma independiente, siendo simple peón de las iniciativas de USA. Sin fuerza para actuar de forma independiente, arrastrada a un callejón sin salida en Ucrania, sin capacidad para enfrentar la imparable ola inmigratoria, consecuencia de sus propios errores y falencias, dando tumbos, siendo coro, dejando a merced de los mercados la política, el rumbo no conduce a buen puerto.
Italia podría ser el campanazo que toca a rebato.
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