Una deuda con el Teatro Nacional
Nuestro Teatro Nacional es una joya arquitectónica que se debe de rescatar. Su remodelación ha estado postergada por años. Un pueblo sin cultura es un pueblo sin sabiduría.
Lilliana Sánchez B., Politóloga (Msc.).
Los diputados de la Comisión de Educación, Ciencia y Tecnología dictaminaron el pasado mes de noviembre, el crédito para remodelar el Teatro Nacional por un monto de aproximadamente ¢19.000 millones. El proyecto de ley inicio su camino legislativo hace más de tres años.
En las redes sociales hemos leído en los últimos días una crítica permanente dirigida contra el Presidente de la República porque según afirman algunos, ese crédito debería de tomarse para lograr responder a la problemática socio económico de muchas de las familias más pobres.
Da consternación cuando nos damos cuenta de la ignorancia que existe en nuestra sociedad. El Presidente de la República no ratifica los préstamos internacionales. La Constitución Política otorga esa potestad a la Asamblea Legislativa. No existe modo alguno de que el Presidente pueda “manipular” a una Comisión del primer Poder de la República para que ratifique un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo, como ocurre en este caso.
Si los costarricenses realmente deseamos que nuestra democracia sea participativa, eduquemos a los ciudadanos en qué es el Estado, qué funciones tienen cada uno de los Poderes de la República, qué hacen las Instituciones.
Además logremos que gente preparada y con buen criterio llegue a ocupar los altos puestos del Estado y a realizar las funciones legislativas.
En el caso que nos ocupa, el del préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo para lograr obras de cableado eléctrico y otras relacionadas con la prevención del riesgo de incendios, la construcción de un edificio anexo con el fin de excluir del edificio patrimonial las bodegas y oficinas administrativas de nuestro Teatro Nacional, por ejemplo, la diputada Mileidy Alvarado, del Partido Restauración Nacional (PRN), consideró que el crédito se está otorgando en condiciones antojadizas sin siquiera utilizar una tesis técnica para su afirmación. Únicamente se refirió a la tasa LIBOR utilizada por los mercados internacionales aduciendo que en concordancia a esta tasa el país pagará tres veces más el monto del préstamo lo que ciertamente no corresponde ya que dicha tasa internacional es una tasa de interés determinada por las tasas que los bancos, que participan en el mercado de Londres, se ofrecen entre ellos para depósitos a corto plazo. Esta tasa se utiliza para determinar el precio de instrumentos financieros como por ejemplo derivados, y futuros y cambia continuamente por lo que la tesis de la Diputada no puede ser verificada en este caso.
El dictamen de la Comisión de Educación, Ciencia y Tecnología de la Asamblea Legislativa permitió garantizar la vida del Teatro Nacional, con el que se tenía un saldo de cultura pendiente. El proyecto de Ley fue enviado al Plenario para la ratificación del mencionado préstamo.
Nuestro Teatro Nacional es una joya arquitectónica que se debe de rescatar. Su remodelación ha estado postergada por años. Un pueblo sin cultura es un pueblo sin sabiduría.
De la misma autora le podría interesar:
- Organizar el país de manera diferente: hacia una nueva Constitución Política
- La insensatez del movimiento sindical
- ¿Ilegalidad de UBER?
- El problema es de tiempo
- La pobreza sigue y sigue
- La seguridad jurídica, la ciudadanía y la OCDE
- Por amor a mi país
- ¿Es verdaderamente real nuestra representación legislativa?
- La evaluación de la gestión municipal de los gobiernos locales
- El derecho humano a la no discriminación: el matrimonio igualitario
- La problemática de nuestros adultos mayores: ¿tenemos una solución?
Comentarios