Victor Valembois: Una ecología cosmética es la que tenemos, nada cosmopolita
No aprendemos que vivimos en un solo planeta; solo pensamos en un solo plano: la flojera es nuestra reina. Diay, de por sí, si mi vecino tampoco.
Víctor Valembois. valembois@ice.co.cr
Existe la teoría criminológica de la “ventana rota”: se base en la hipótesis de que, si una ventana se quiebra y no se repara, la gente en la cercanía saca la conclusión de que a nadie le importa o que nadie está a cargo. En buen tico, es la institución del portamí porque porta-ellos. Aplico la metáfora a varios casos, directamente de nacionales, como de extranjeros de paso por aquí.
¿Tendremos que tener el agua al cuello, esta vez literalmente, para entender finalmente que aparte de los desastres no tan “naturales” que nos azotan, cantidad de inundaciones en el medio son perfectamente evitables si dejamos de tirar basura al caño y por doquier?
Hace unos días volví a observar a sendas personas en sus respectivos carros tirar “cosas” por la ventana, como si nada. Pero la mayoría de la gente está tan acostumbrada ya a ver la “ventana” rota.
Desgraciadamente “el medio jala” como dicen por aquí, y es parte de la teoría que aplico aquí. En días pasados constaté otra vez cómo algunos extranjeros rapidito aprenden el comportamiento de la ventana rota: un holandés que ni por asomo botaría su colilla de cigarro en su tierra (porque sus conciudadanos le clavarían hasta en la espalda con la mirada), aquí la tiró, a vista y paciencia de todos.

Lo mismo, un gringo, inconfundible con su indumentaria de playa aquí por la Avenida Central, como montones de ticos lo hacen, simplemente tiró al suelo su botellita de agua mineral. ¡Diay! Habrán aprendido a vivir como muchos locales que dicen: de por sí aquí muchos rompen “ventanas” de ese estilo.
Confundimos el cuido del cosmos con pura cosmética; puro paquete. Por eso estamos como estamos: porque estuvimos así y estaré así. No aprendemos que vivimos en un solo planeta; solo pensamos en un solo plano: la flojera es nuestra reina. Diay, de por sí, si mi vecino tampoco.
Aquí, como en Fuentovejuna, la gran obra española, barroca, que se usa en forma didáctica para referir a la cohesión del grupo. Lo que pasa es que prevalece el “todos a una” hacia abajo: somos villanos, todos.
Señores, por supervivencia propia, tenemos que cambiar esa mentalidad; urge reparar los cristales. Entonces sí, que venga el mundo. Y hablaremos de cosmopolitismo en serio. Mientras tanto, perdonen: pura paja.
(valembois@ice.co.cr)
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