Vladimir de la Cruz: “¿Se puede pronosticar el resultado de las elecciones del 3 de abril?”
Vladimir de la Cruz, Historiador y politólogo.
Nuestro asiduo colaborador de y cofundador de este medio, historiador por formación y profesión, pero también politólogo por estudios, nos recibió. en su acogedora biblioteca, impresionante para cualquier hijo de vecino. Con su voz fuerte y con carácter decidido y férreo, al mejor estilo de cuando fuera dirigente estudiantil en la Universidad de Costa Rica, Vladimir de la Cruz, nos ofrece en esta entrevista importantes análisis y reflexiones acerca del proceso electoral que tenemos enfrente.
El trabajo del profesor De la Cruz viene amparado en una serie de artículos publicados en el diario La República, los cuales hemos venido reproduciendo y que para ahondar en más detalles les invitamos a leer, así como coloquios que hemos transmitido recientemente.
Entrando en materia, podríamos decir que hoy no es posible hacer predicciones electorales, aunque los estudios de opinión pública nos tienten a ello. Se pueden dar respuestas a favor de ambos candidatos, en razón de las encuestas que hasta ahora se han venido publicando, tanto las que han sostenido un auge de Chaves sobre Figueres, como la última donde Figueres despega y se sobrepone levemente a Chaves. O, tomando en cuenta otros factores, como la estructura y presencia partidaria, de los partidos políticos de ambos candidatos en el territorio nacional, que puede influir de manera muy determinante el día de las elecciones, que es un día en que un porcentaje significativo de los votantes hace su decisión final. Las encuestas son, al final de cuentas, fotografías de la fecha en que fueron hechas. La encuesta del 3 de abril es determinante, es la que escoge en definitivo el Presidente.
Iniciamos preguntando:
¿De igual modo, se puede pronosticar cómo podría ser un eventual gobierno de Rodrigo Chaves o de José María Figueres?
También es difícil señalarlo. Están los factores estructurales que se heredan del actual gobierno. Está el Presupuesto Nacional del 2022 que responde a las necesidades que dejó establecidas el Gobierno del Partido Acción Ciudadana, aprobadas desde noviembre del año pasado, y que tienen que ejecutarse todo este año por cualquiera de los dos que le toque dirigir el Poder Ejecutivo. Hay una situación económica pos pandemia que es positiva, según se ha informado, pero que ha recaído, no solo en las políticas económicas que se han venido aprobando, con beneplácito ya del Fondo Monetario Internacional, sino en la recaudación de impuestos que mayoritariamente pesan en la población asalariada, la marginal y los sectores más pobres del país. La población rica del país, en sus distintos estratos, no se ha empobrecido, ha reducido a lo sumo sus ganancias, y un sector de esos sí se ha enriquecido en esta crisis, porque las crisis para algunos sectores producen grandes ganancias. El sector financiero, por ejemplo, se ha enriquecido más.
La ventaja que tiene el próximo Presidente es que tiene la posibilidad de proponer proyectos de ley desde su primer día de gobierno, con obligación parlamentaria de atenderlos, de aprobarlos o improbarlos, porque la agenda legislativa la establece el Gobierno durante los meses de mayo, junio y julio. Si no se aprovecha esta oportunidad se empieza mal. Si hubiera proyectos de interés popular de aprobar, con alguna resistencia legislativa, el Gobierno, el Presidente, tiene que llamar a la población a movilizarse a favor de esas aprobaciones, así como la gente y los sectores sociales, de la misma manera que a veces estos sectores se movilizan en contra de proyectos legislativos y de políticas de gobierno.
En la coyuntura actual esto conduciría a una nueva política de Gobierno:
¿Según su punto de vista esto le parece posible?
Sí. Eso creo yo. El Gobierno entrante si quiere resolver problemas serios de carácter popular debe movilizar sectores en favor suyo. No es lo que se ha acostumbrado en el país. No va a ser fácil porque habría mucha desconfianza de movilizarse a favor del gobierno en determinados aspectos. En el país no se ha educado en la lucha social a apoyar las cosas buenas de los gobiernos con movilizaciones sociales, para darle fuerza a esas políticas y para ampliarlas, si fuera del caso. A la gente casi solo se le ha educado a protestar en contra, a movilizarse en contra… a votar en contra. Los sectores sociales organizados deben empezar a entender que en esta época eso es lo que hay que hacer, movilizarse a favor cuando hay que hacerlo y movilizarse en contra cuando haya que hacerlo. Es parte de la educación política, de la educación de la lucha social y de la educación para una efectiva participación ciudadana. En una situación como la que sigue hacia el 3 de abril también hay que saber votar a favor de lo que más le conviene al país, entre las dos opciones que tenemos. No es rehuyendo la responsabilidad, es asumiéndola, votando por lo que nos parezca más pertinente, mejor y apto para el país, para el buen manejo del Gobierno y las mejores posibilidades para los ciudadanos.
¿Usted cree que Rodrigo Chaves o José María Figueres participen de lleno en estas convocatorias a favor de sus proyectos?
En esto veo más decididamente a Chaves llamando a apoyar las medidas que él quiere impulsar, que son las medidas de fuerza contra situaciones de corrupción, de evasión y elusión de impuestos, de reorganización administrativa de instituciones, de expulsión del trabajo de lo que él podría considerar malos o ineficientes funcionarios, de las cosas en que él ha llamado “comprarse la bronca”, que requieren apoyo popular. Es lo que han venido haciendo en algunos países latinoamericanos Presidentes que impulsan medidas populistas. A José María Figueres no lo veo en estas. Sin embargo tendrá que hacerlo sí quiere impulsar políticas que requieran apoyo popular. A diferencia de Rodrigo Chaves tiene Figueres al Partido Liberación Nacional que sí ha tenido experiencia organizativa de sindicatos, de cooperativas, de jóvenes, de mujeres, de asociaciones de diferente tipo.
De plantearse en estos escenarios políticos hipotéticamente díganos usted, ¿hasta donde Figueres como Presidente podría participar en política en política partidaria activa? ¿Cómo puede hacerlo?
Eso es cierto. Pero, primero, el Partido Liberación Nacional sí puede llamar a movilizarse a favor de la política que realiza el gobierno “liberacionista” de José María Figueres. Y, segundo, el Presidente sí puede pedir, en un llamado a todo el pueblo, que le apoyen las medidas que está impulsando. Lo que sucede es que esto no se ha acostumbrado en el país, pero no tiene prohibición hacerlo. Esto valdría igual para Chaves, solo que Chaves no tiene partido y habría que ver si estando en el gobierno se desarrolla su partido, de manera permanente, territorialmente, desde el primer día. Pienso que tiene que hacerlo, si no sería un fraude electoral y una estafa política, porque en octubre del 2023, a 17 meses después de asumir gobierno, empiezan las elecciones en los 83 cantones y hay que suponer que el Partido Progreso Social Democrático va a participar en ellas. La Presidenta de ese Partido es diputada electa. En esa condición va a tener posibilidad de moverse por todo el país “sembrando” y “pescando” adeptos y activistas. No veo a Pilar Cisneros en esa, la veo haciendo y “fabricando” escándalos que también van a requerir movilizaciones en su favor.
¿Por qué cree usted que esto no se ha acostumbrado en nuestra realidad política?
Por miedo de la clase social gobernante y de los partidos gobernantes, especialmente de las élites gobernantes de esos partidos que han ejercido Gobierno, incluido el Partido Acción Ciudadana, del cual uno podría haber esperado ese tipo de actuaciones. Cuando el Partido Acción Ciudadana, en el Gobierno de Luis Guillermo Solís, se reunió en Teatro Melico Salazar con todos los sectores sociales, en un aparente pacto, pensé que eso era lo que iban a impulsar. Y el Pacto resultó un fracaso y una estafa política para los grupos participantes. Ha sucedido igual con el Gobierno de Carlos Alvarado, todos los sectores sociales lo adversan y algunos lo consideran “traidor” de los sectores populares. El miedo de la clase gobernante es a la participación ciudadana en general, no les interesa fomentar organización, ni movilización popular, ni consultas populares. Ha sucedido con la figura del Referéndum. En la práctica no se puede convocar. El Tribunal Electoral y hasta la Sala Constitucional le ponen trabas a sus convocatorias. El Referéndum como artículo constitucional, y como derecho ciudadano de ejercitarlo, es un canto a la luna, es letra muerta grabada en oro en la Constitución, para exhibir una supuesta participación ciudadana y una sociedad democrática más desarrollada. Los partidos de izquierda si practicaban la movilización ciudadana en contra de políticas o de proyectos legislativos, pero con la desintegración de los partidos de izquierda en la década de 1980 esto se dejó de hacer. Los sindicatos sí movilizan en contra de políticas de gobierno y acciones legislativas, pero se ha desgastado en algunas de estas luchas.
De acuerdo con el discurso de Rodrigo Chaves , él ha insistido en “gobernar” por “decretos” y por “referéndum”. ¿Podrá hacerlo en caso de que gane?
El Poder Ejecutivo lo que hace en su ejercicio es pronunciarse por Decretos, que no son solo del Presidente, son firmados con uno o varios ministros, o con todos. No es claro su mensaje de gobernar por decreto, porque los decretos tienen un rango inferior a las leyes que aprueba el Poder Legislativo. Si él quisiera “legislar” por decreto tendría que darse literalmente un auto Golpe de Estado, suspender el ejercicio del Poder Legislativo, y cambiar la integración de la Corte Suprema de Justicia, y de esa manera, como lo hizo la Junta de Gobierno en 1948 y 1949, gobernar por Decreto Leyes, que es la figura jurídica que se usó.
“Gobernar por Decreto”, como él dice, es gobernar sin Congreso o Asamblea legislativa, haciendo Decretos Leyes, que es como se llaman esos actos de fuerza, de autoritarismo político, del dictador fáctico. No hay condiciones para ello. Tendría que romper el orden constitucional para poder actuar así, en el supuesto también que el rompimiento del orden constitucional sea aceptado, sin resistencia social y política, y con marchas en su favor, lo que veo muy difícil.
Pero, eso supondría también un Rodrigo Chaves dictador, tirano, “golpista”, autoritario, que solo por la represión, la persecución, el encarcelamiento, hasta el asesinato y las desapariciones de personas de modo selectivo y el exilio forzado de costarricenses podría hacer. Chaves con su discurso no se presenta como un demócrata, respetuoso del Estado de Derecho y del Estado Social y Democrático de Derecho, ni respetuoso de los derechos y libertades públicas, ciudadanas y constitucionales. Esa es la imagen que él produce cuando habla en ese sentido.
¿Y, del Referéndum, que últimamente ha sido traído a la mesa de discusión como la gran opción para gobernar?
Es tan solo una figura que sirve para hacer consultas y para aprobar o improbar leyes, como fue el caso de la aprobación del TLC en octubre del 2007. Las consultas que puede hacer nunca pueden realizarse para violentar el Estado de Derecho, los derechos consolidados de los ciudadanos, como ha insinuado que consultará sobre derechos que tienen, por leyes aprobadas en el pasado, determinados grupos de ciudadanos. Las leyes en Costa Rica, y por principios universales, no tienen carácter retroactivo para ningún ciudadano si les afecta en sus derechos. Si se modifican derechos tiene efecto hacia el futuro, con los ciudadanos que a partir de ese momento empiezan a beneficiarse o cubrirse de esas leyes modificadas.
Sería interesante que impulsara la política de los referéndums, que los puede hacer a nivel nacional o local. Más fácilmente hacerlos localmente con la legislación municipal que los regula. Aquí tampoco los partidos políticos ni las organizaciones sociales han aprendido a usarlos. Excepcionalmente se han hecho unos cuantos, que no llegan a los dedos de una mano.
Por Referéndum no se puede gobernar. La figura del Referéndum que existe es para tomar opiniones y someter a los ciudadanos temas, y proyectos de ley, para que con la voluntad manifestada en el Referéndum la Asamblea Legislativa actúe. Si se hace solo para tener una opinión ciudadana, no tiene tiempo institucional para estar consultando todo lo importante que quisiera impulsar, porque la ley de Referéndum no le permite hacer, en caso extremo, si acaso dos al año. El solo haber planteado esto demuestra que no tiene conocimiento de cómo se gobierna. O, lo que es peor, que pretende gobernar por la fuerza, autoritariamente, como un dictador. Si quiere modificar la Ley de Referéndum para hacerlos más periódicamente, solo la reforma constitucional le llevará dos años por lo menos, con lo cual evidencia que no sabe nada de estos temas y de estas figuras político jurídicas.
¿Conforme a lo vivido durante estas dos últimas administraciones, hasta dónde podría decir usted que la experiencia personal en la administración gubernamental y manejo político cuenta en estos dos candidatos?
Obviamente. Como político Rodrigo Chaves no tiene experiencia, lo ha demostrado en las entrevistas que se le han hecho, en las que muestra que no tiene gran conocimiento de la estructura del Estado y del Gobierno. Y se va a encontrar, en el caso de que gane, con una institucionalidad muy fuerte, arraigada, casi inalterable, de casi 350 instituciones del Estado y la Administración Pública, donde el Poder Ejecutivo puede nombrar casi 1500 personas. Además con una administración en manos de mandos medios muy poderosos, casi intocables. Lo vivió en el Ministerio de Hacienda y terminó echando funcionarios. Al final él se fue y posiblemente esos funcionarios regresaron. Le podría suceder algo parecido en el Gobierno, que la gente termine echándolo. ¿Tiene Rodrigo Chaves, esa cantidad de funcionarios que puede nombrar, cuando ni siquiera pudo presentar la lista completa de los 57 diputados y los casi 12 suplentes? O, ¿nombrará gente como ese personaje que le dio 100 millones de colones para su campaña, que ni siquiera conocía, ni ha sido posible localizar para que el Tribunal Supremo de Elecciones le interrogue sobre el origen de su capital y del financiamiento que le hizo a Chaves.
El Partido Acción Ciudadana con ejercicio de dos gobiernos no pudo nominar listas de candidatos para las alcaldías y municipalidades en todo el país, en la elecciones cantonales del 2214 y 2020. El Partido Acción Ciudadana en sus dos gobiernos tuvo 14 y 10 diputados. Rodrigo Chaves tendrá igual, 10 diputados, lo que significa poco músculo político parlamentario, con una diputada conocida que puede ser muy incómoda para su propia gestión.
Nadie nace Presidente. Los Presidentes de muchas maneras se van formando, pero especialmente en el quehacer político, en la práctica política partidaria. Rodrigo Chaves en este sentido es un paracaidista bien caído en el Partido Progreso Socialdemocrático, que levantó a este partido porque tuvo un buen desempeño como candidato populista por sus mensajes en la campaña presidencial de febrero. Es como el Juan Diego Castro de este partido, solo que Juan Diego Castro sí es un personaje de tradición política, de colmillo político, que fue mal tratado y pateado por Walter Muñoz y el Partido Integración Nacional, que si no hubiera sido por Juan Diego le hubiera pasado, lo que en estas elecciones le sucedió, siendo candidato presidencial, de no sacar ni un 1% de votación, siendo además Walter Muñoz diputado, junto con otros tres, que eligió en el 2018 el candidato Juan Diego Castro.
Políticamente Rodrigo Chaves no tiene experiencia, es literalmente un 0 a la izquierda, lo que puede ser muy peligroso para el país, pero puede ser electo por la gente, porque le habla a esa gente lo que quiere oír.
Como economista se puede reconocer su formación profesional que le llevó a altos puestos y responsabilidades en el Banco Mundial. En los países donde actuó impulsando proyectos, fueron exitosos en lo que se proponía el Banco, pero produjeron mayor pobreza y deforestación en grandes regiones, según se ha informado.
Ha estado 35 años fuera de Costa Rica y en ese sentido es como si no tuviera raíces en nada del país, más allá de haber nacido aquí y haber pasado su juventud. Ignora por ello aspectos importantes de nuestra historia e idiosincrasia.
Como candidato a la presidencia se inscribió a última hora en un partido político que le aceptó su candidatura, un partido que se acaba de fundar, que apenas tiene un año de existencia y no tiene ninguna trayectoria política en el país. No ha participado en otros procesos electorales.
De llegar a ganar como Presidente ha señalado que la escogencia de los funcionarios que él puede nombrar la hará por ternas que solicitará a una empresa especializada en perfiles profesionales. Eso suena bien pero políticamente puede resultar malo y desastroso, y poco funcional.
Ya ha anunciado a algunos de sus contribuyentes de la campaña para ciertos puestos ministeriales. La dirección del Estado y del Gobierno necesita gente profesionalmente apta e idónea para los cargos pero con visión política, y armónicamente política con el Presidente. Eso le podría significar a Rodrigo Chaves, de operar así, renuncias constantes de sus funcionarios de confianza. El Consejo de Gobierno y la dirección del Poder Ejecutivo no se puede manejar o dirigir como se hace con una Junta Directiva de una empresa. En el Estado y el Gobierno se expresan y actúan muchos intereses. Las empresas no se manejan así.
Su propuesta pública de comprarse broncas, como ha dicho, solo indica que con él va a producirse una situación social y política conflictiva en el país, probablemente de luchas, marchas sociales de distintos grupos en las calles y huelgas, y probablemente marchas también a favor del Gobierno si él se propone convocarlas y actuar de esa manera como un líder populista. Me parece que puede ser un gobierno de gran inestabilidad social. Eso lo llevará a reprimir policialmente e intensificará esas luchas.
¿Cómo podríamos explicar el triunfo de un candidato sin carrera, presencia ni antecedentes políticos, proveniente de un partido recién fundado como Rodrigo Chaves para estar en la segunda ronda?
Un hecho real sobre Rodrigo Chaves es que logró “pegar” en el electorado. Le habló y le envió los mensajes que quería oír sobre el estado de la salud de la sociedad costarricense, del estado y su administración. Eso que él llamó de “comprarse la bronca” con los principales problemas del país, y con los grupos sociales, económicos y políticos que tenga que enfrentarse adquirió credibilidad para los electores que le dieron su confianza. Ahora también les habla de problemas sociales, diciendo que con él se pueden resolver, o atender, a partir del momento en que él llegue a la Presidencia. Esto es lo que he llamado recientemente, de que Rodrigo Chaves está usando su mano izquierda para convocar a apoyarlo, para neutralizar a algunos sectores de actuar con él, y hasta para que alguna gente de “izquierda”, académicos especialmente, le estén apoyando públicamente cuando el escenario general de la campaña ha girado sobre temas económicos y fiscales, principalmente, desde una perspectiva que amplios sectores de la población y de las organizaciones sociales, y grupos sociales organizados, ven esta temática inscrita en las políticas neoliberales, de derecha, retrógradas, nada progresivas. Rodrigo Chaves habla en ese lenguaje popular llegándole al oído de las personas en su desencanto, en la posibilidad de corregir esos males sociales, y dándole esperanza. Rodrigo Chaves en cierta forma le quitó las banderas a la denuncia de la izquierda política, y usa un partido que le está arrebatando las banderas socialdemócratas a Liberación Nacional. Esa mano izquierda, el Partido Liberación Nacional, que podría tenerla también, no la tiene. Al contrario tiene un mensaje conservador constante. Esa bandera puede darle el triunfo final a Rodrigo Chaves.
- ¿Del otro lado, cómo percibe la candidatura del ex Presidente José María Figueres de cara a esta segunda ronda?
José María si tiene experiencia política. Nació en la política, se desarrolló en la política y se insertó tempranamente en la vida política activa, cuando asumió ministerios en el Gobierno de Oscar Arias, 1986-1990. De su experiencia en la política pasó a su formación profesional académica más humanista y luego a la Presidencia de la República, lo que es una gran ventaja sobre Rodrigo Chaves, porque ya conoce el Poder Ejecutivo, su complejidad, y sobre su experiencia tendrá muchas cosas que corregir, en caso de que gane la Presidencia nuevamente. A ello sumó su experiencia internacional, en organismos internacionales, que lo coloca quizá como el costarricense, que en el campo político hoy, tiene la mayor posibilidad de relaciones políticas con los principales líderes políticos de otros países y del mundo A su haber suma un partido político que tiene 70 años de existencia, que ha gobernado 9 veces de 17 gobiernos que han habido desde 1953. Es un partido político que desde las elecciones del 2006, 2010, 2016 y 2020 ha tenido el control de más de 49 gobiernos municipales y sus alcaldías. Hoy lo tiene. Para esta segunda campaña se le han sumado alcaldes de otros partidos políticos. Eso significa una presencia territorial que no tiene el partido de Chaves.
A los efectos prácticos aumentó en las elecciones de febrero su grado de aceptación ciudadana y la de su partido del 17% al 27%. Es una recuperación del piso histórico de Liberación Nacional, que con Oscar Arias tuvo 40% y con Laura Chinchilla casi el 48%.
Usted ha dicho que siente que en Liberación Nacional se mueven grupos e intereses que pareciera que no quieren que Figueres gane, y que el mismo partido pierda las elecciones. ¿Sigue pensando así?
Sí hasta hace pocos días ese era mi panorama. Sigo pensando que allí hay personas, sectores tal vez, o grupos, a los cuales José María no les gusta, pero ese es su candidato. Del triunfo de José María también será el triunfo del Partido y de su proyección futura. Si José María pierde el que más va a perder es el Partido Liberación Nacional. Desde el 2006 la Unidad Social Cristiana que entró en crisis apenas se ha mantenido como partido. Con Rodolfo Piza en el 2018 llegó a tener su mayor presencia pública. En esta elección por alto abstencionismo Lineth Saborío tuvo un buen desempeño que le significó un ligero aumento de diputados pero menos votos presidenciales que Rodolfo Piza. De perder Liberación y José María el camino electoral que se abre, con las generaciones políticas y de votantes actuales, es que Liberación Nacional con cualquier candidato, de los que ya suenan para el 2026, no tenga ningún buen resultado, y sea en adelante un partido perdedor, similar a lo que ha ocurrido a la Unidad Social Cristiana. Desde el 2006 hasta hoy la Unidad Social Cristiana cinco veces ha perdido. Liberación Nacional ha perdido en el 2014 y el 2018. Si pierde en el 2022 inicia su descenso histórico como partido gobernante, porque además entraría en una continuidad de derrotas, de lo que le será muy difícil salir.
¿Y, si Liberación y José María Figueres ganaran las elecciones del 3 de abril?
Me parece que se abren espacios para que Liberación Nacional pueda disputar en el 2026 una reelección en el Gobierno, lo que dependerá en mucho del buen gobierno que pueda hacer José María. Pero, veo también un escenario en el que puede enriquecerse el mundo político nacional y avanzar hacia bloques de pensamiento o bloques políticos ideológicos, que son necesarios en el país. Si José María basa su gobierno en apoyos ciudadanos a su gestión veo más posibilidad de avanzar a una sociedad más participativa, activa de participación ciudadana. Siento incluso que con José María habría más posibilidades de buscar apoyos coyunturales y alianzas estratégicas precisas para los sectores populares. Siento igualmente que habría más posibilidad para afianzar el Estado Social Democrático de Derecho y las políticas de Derechos Humanos.
¿Hasta dónde Figueres eventualmente en la presidencia podría alcanzar esos logros?
Hasta ahora José María Figueres en sus encuentros con sectores les ha hablado lo que esos sectores quieren oír y eso no le da coherencia política a su mensaje, plegándose más a los intereses de su mano derecha. Ha carecido de una mano izquierda, de una visión social, que ahora en esta etapa final, de la segunda vuelta, ha empezado a plantear. Los temas sociales los ha empezado a tratar. Ha empezado a enviar mensajes y a señalar derroteros de su posible gobierno en este sentido. Esto empieza a sentirse en la aceptación cada vez más amplia de su candidatura.
Figueres no está proponiendo estrujar más a los trabajadores, y a los pensionados, de lo que ya están. Chaves sí lo está haciendo. Figueres ha planteado respetar el Estado de Derecho y el Estado Social y Democrático de Derecho, en lo que tenemos hoy. Chaves amenaza con debilitar estas formas de convivencia democrática. Chaves con sus propuestas amenaza el régimen de seguridad jurídica nacional, el bloque de legalidad existente, los derechos adquiridos por los ciudadanos y trabajadores. Figueres propone seguridad en su gobierno, Chaves inseguridad en todo.
Figueres propone gobernar apegado a la Ley mientras Chaves con sus propuestas políticas, de ejercicio de gobierno, ofrece gobernar con el caos. Chaves propone prácticamente gobernar confiscando todo lo que pueda, desde la disminución de salarios, que sería una forma de confiscación, disminuyendo pensiones, y con ello, por las hipotecas que no podrían pagarse, con menos ingresos, se amenaza de quitarle a los ciudadanos las casas, propiedades y fincas que ahora están pagando.
El solo pensar que Chaves piense modificar leyes haciéndolas retroactivas provoca el mayor grado de inseguridad jurídica que se pueda tener. Estas posturas de Chaves son más autoritarias, que liberales o neoliberales, son más fascistas que democráticas. Este es el mensaje que está dando en esta etapa de la campaña.
¿Se podría pensar una vez más en un próximo gobierno de unidad nacional o es una simple frase gastada?
Eso es irreal. Ni el gobierno de Carlos Alvarado lo fue. Un gobierno de unidad nacional supone un pacto de gobierno, un plan de gobierno conjunto entre los partidos que así lo acuerde. Lo que representa en todo un gobierno de unidad nacional es una coalición política que se presente a un proceso electoral y gane. En un sistema presidencialista como el que tenemos eso no funciona. No se trata de llevar al Consejo de Gobierno a unas cuantas personalidades públicas o políticas de otros partidos. Eso se puede hacer sin declarar una unidad nacional, por atestados a considerar del Presidente para que esas personas puedan cumplir funciones de gobierno al frente de determinadas instituciones, y hasta ministerios. Ni Chaves ni Figueres están planteando un gobierno de unidad nacional. Chaves ya empezó a escoger dentro de lo suyos sus posibles candidatos. Figueres cuando ha creado los grupos sectoriales de su campaña en cierta manera ya puso los grupos de personas de donde escogerá funcionarios. La Unidad Nacional sí puede lograrse en ciertas temáticas nacionales para las que el Presidente pueda convocar ampliamente a representantes de sectores diversos con el compromiso de que lo que allí se acuerde se impulse. De lo contrario no funciona, decepciona y hace perder confianza en este tipo de convocatorias, en las que a veces caen los gobiernos. A la vista no hay nada que diga unidad nacional.
La mejor unidad nacional es la que pueda expresarse el 3 domingo 3 de abril para escoger lo que más nos convenga a los costarricenses, en el momento actual, dentro de lo que tenemos en opciones, para elegir a quien dirigirá los destinos del país en los próximos cuatro años.
- Entrevista realizada, por Eugenio Herrera al historiador y miembro del Consejo Editorial de La Revista.CR, Vladimir de la Cruz
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