William Hayden: En mis 84 años

Desde el seno de La Revista, hacemos llegar un caluroso saludo a William Hayden por otro cumpleaños, admirando su energía, combatividad, espíritu de colaboración y criticidad en sus notas semanales. Felicidades!!!

William Hayden Quintero, Economista.

Estoy cumpliendo 84 años. Me considero un ser privilegiado por Dios y que goza de su aprecio y complacencia por mi trayectoria, en la cual no lo he defraudado, y por eso me permite seguir viendo, hasta que me requiera a su lado. Privilegiado porque muy pocos humanos llegamos a esta edad, millones se quedan rezagados y mueren previamente.

¿Cuántos años más me quedan? Solo EL lo sabe. ¿Cómo, cuándo y adonde voy a morir?, es SU decisión.

Llego bien. Físicamente y con plenas facultades mentales, como un carajillo, pero viejillo, aunque no cacreco. Excepto las rodillas que me joden, fruto de jugar futbol en mi juventud y 30 maratones (42km c/u), y que las sigo gastando todos los días en la Sabana con una caminata de una hora. La cabeza la tengo muy bien amueblada, gracias a la lectura de un libro por mes (novelas históricas), la escritura de mis artículos de diversos temas, juegos mentales y el ejercicio de mi profesión de economista.

Creo que no he maltratado ni le he hecho mal a nadie. He sido una buena persona, no un santo, pues como ser humano estoy lleno de flaquezas y debilidades que son las normales que se presentan en nuestras vidas. Si a alguien he perjudicado hoy le pido su perdón. Ojo. No soy monedita de oro. Si tengo un tremendo defecto. He generado algunos anticuerpos por comulgar con la verdad, ser franco, directo, no arrastrado, chupa nalgas, ni yes man. Lo poco que tengo en lo material, profesional e intelectual me lo he ganado a pulso, con mucho esfuerzo, sacrificio, mística, estudio, devoción y dedicación, y sin padrinos políticos de ninguna índole. Por eso me veo en el espejo y no me avergüenzo, me siento orgulloso de lo que soy, y miro a mis seres queridos con la frente en alto y agradecido porque ellos siguen mis huellas.

Gracias a todos los que me aman, que son montones, a mi querida esposa MIMA que me ha acompañado en este largo viaje durante 70 años, a todos hijos, yernos, nueras, nietos, bisnietos, resto de la familia, parientes, amigos, conocidos, ex compañeros trabajos de mil batallas y un ejército de buenas y bellas personas, a las que amo y aprecio, entre las cuales te incluyo a voz que estás leyendo estas líneas.

Por último, canto con Mercedes Sosa: “Gracias a la vida que ha dado tanto. Me ha dado la risa y me ha dado el llanto”, porque sí, también he llorado y sigo llorando la muerte de mi hijo mayor WI, y recito con el poeta Amado Nervo:

“Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo vida, porque nunca me diste esperanza fallida. Vida nada te debo, vida nada me debes. Vida estamos en paz”

William Hayden
26, mayo 2023.


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